El PP paga su crisis: Vox lo supera en votos, aunque todavía no en escaños

Si hoy se celebraran las elecciones generales, España se vería abocada a una repetición electoral o a cuatro años más de un gobierno de Sánchez con Podemos, Bildu, los nacionalistas y todos los partidos minoritarios. También es cierto que si hoy se hubieran celebrado las elecciones, la crisis del Partido Popular no habría tenido lugar –o no por lo menos a estos niveles– y el horizonte que habrían definido las urnas habría sido bien diferente.

Pero la situación del PP actualmente es la que es y la está pagando de forma notable en las encuestas. Según el barómetro realizado por Target Point para El Debate, los populares continuarían siendo la segunda fuerza política en escaños, pero no así en votos, donde se verían superados por Vox. El PP obtendría el 20,3 % de los votos, frente al 20,8 % que se llevaría el partido de Santiago Abascal. Es la primera vez que este hecho tendría lugar.

El sorpaso, sin embargo, no tendría lugar en la transformación de votos a escaños. La ley d’Hont vigente en la ley electoral española castigaría a Vox, que se quedaría en una horquilla de 76-80 escaños, por los 81-85 que obtendría el PP. El partido, en proceso de renovación, pagaría su crisis interna y su lucha de poder entre Casado y Ayuso, pero perdería, en el peor de los casos, ocho escaños frente a las elecciones de 2019, un terreno recuperable con los comicios a dos años vista. De hecho, el 52 % de los que votaron al PP creen que la salida de Casado abre una expectativa de mejora.

El gran beneficiado de la crisis interna del PP es Vox – pasaría de los 52 escaños de 2019 a los cerca de 80 de ahora–, pero también Pedro Sánchez de forma más indirecta. El 18,4 % de los votantes del PP en 2019 ahora meterían en la urna la papeleta de Vox y el 21,1 % no saben si acudirían a votar. Con ese panorama, solo el 57 % de los votantes del PP está seguro de que lo volvería a hacer, lo que ha provocado que la derecha caiga en las encuestas y el PSOE pudiera revalidar su gobierno.

La izquierda suma

La suma de PP y Vox daría, en el escenario más optimista, 165 escaños, once por debajo de la mayoría absoluta. Necesitaría llegar a un más que improbable acuerdo con Ciudadanos –que obtendría entre uno y dos escaños– y PNV –entre cinco y seis– para acercarse ligeramente sin llegar a conseguir un gobierno.

Por su parte, Sánchez podría reeditar su pacto Frankenstein pese a que perdería entre 11 y 15 escaños con respecto a las elecciones de 2019 y su poder sería mucho más débil. El PSOE se quedaría con una horquilla de 105-109 y tendría que sumar los 33-35 de Podemos –que se mantendría–, los 13-14 de ERC, 7-8 de JxCAT, 5-6 de PNV, 5-6 de Bildu, 3-4 de Más País y algún que otro escaño más que podría rascar de entre los partidos minoritarios.

Aún así, aunque Sánchez pudiera llegar a gobernar, el votante socialista no está contento con su labor en Moncloa y el PSOE caería en votos del 28 % de 2019 al 26,5 de ahora. Solo el 63 % de sus votantes repetiría, mientras que casi uno de cada cinco (19,1 %) no sabrían qué hacer con su papeleta. Algunos, incluso se pasarían a votar al PP o a Vox. Se trata de un porcentaje residual del 1,6 %, pero ese trasvase no se vislumbra en el camino contrario.

Ciudadanos resiste

El que parece que podría sobrevivir a su propio hundimiento es Ciudadanos. El partido liderado por Inés Arrimadas conseguiría obtener representación y seguiría en el Congreso con uno o dos escaños, eso sí, muy lejos de los diez que logró en 2019. Los votantes que perdería se repartirían prácticamente entre todos los partidos y solo el 19,7 % volvería a votar naranja. El 24,6 % no sabe lo que haría con su voto mientras que el 31 % se pasaría a las filas del PP, el 8% se marcharía a Vox y casi un 5 % metería en la urna la papeleta de Podemos.

Podemos, con la salida de Pablo Iglesias, es otra de las incógnitas de cara a unas generales, aunque de momento conseguiría mantener los 35 escaños que logró en 2019. El partido morado, previsiblemente con Yolanda Díaz como cabeza de lista, se quedaría en una horquilla de 33-35 diputados y robaría votantes en el caladero de Más País.