Las franquicias regionales del Daesh «se han convertido en la vanguardia del yihadismo global»

El Observatorio Internacional de Estudios Sobre Terrorismo (OIET) ha advertido este jueves que «a medida que las franquicias regionales vinculadas a Al Qaeda y a Daesh ganan influencia y presencia dentro del movimiento, el extremismo violento se abre hueco en países en los que hasta hace apenas dos o tres años parecía impensable que pudiese hacerlo, tales como la República Democrática del Congo, Mozambique, y más recientemente Uganda, Sudán, Benín, Togo, Costa de Marfil y Tanzania».

De esta forma, este Observatorio ha hecho balance de las dinámicas yihadistas desarrolladas a lo largo del pasado año 2021. Así, aunque no han sido los más mortíferos, las regiones del África Occidental acapararon el 47 % y el 44 % de las víctimas de atentados yihadistas durante el año pasado. El director del Observatorio, Carlos Igualada, ha destacado que «Las organizaciones yihadistas que allí operan no se conforman con consolidar sus ya tradicionales áreas de influencia, sino que tratan de abarcar nuevos territorios cruzando fronteras y dirigiéndose hacia sus países vecinos».

No obstante, el Anuario del Terrorismo Yihadista 2021 concluye que durante el año pasado se produjeron en el mundo 2.193 atentados de inspiración yihadista que costaron la vida a 9.603 personas. Una cifra similar a los 2.350 atentados que se registraron en 2019 y que mataron a 9.748 personas. No obstante, este Observatorio internacional ha resaltado que por primera vez en los últimos 5 años, en 2021 se registraron 5 atentados que provocaron al menos un centenar de muertes, dos en Afganistán, dos en Níger y uno en Burkina Faso, que el pasado 5 de junio provocó la muerte de 160 personas.

De esta forma, según Igualada, «que Al Qaeda y Daesh estén expandiendo su marca hacia regiones donde no lo habían hecho, no impide que cada vez se produzca más un fenómeno por el que distintas agrupaciones de agenda local deciden romper sus vínculos establecidos antaño con estas dos grandes organizaciones transnacionales, como ocurrió con Hayat Tahrir al Sham y Boko Haram».

Resurgir del DAESH

Aún con todo, la OIET ha podido constatar que «la reaparición de la organización que fue capaz de establecer un califato yihadista en 2014 (Daesh) es una realidad palpable que ya se podía observar durante 2020. Sin embargo, durante los últimos doce meses se ha acelerado tanto la remodelación de su estrategia terrorista como sus prioridades, apostando por una insurgencia de perfil bajo y no tan visible, pero de enorme impacto. Todo ello acompañado de nuevo por la explotación de los conflictos locales y el sectarismo que tan buen resultado le dio en el pasado más reciente».