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Dina Bousselham declaracion Audiencia Nacional

EFE

Tándem

Dina declara en la Audiencia Nacional y salva a Iglesias de ser imputado por revelación de secretos

La que fuera asesora de Podemos, y de su exlider Pablo Iglesias, ha comparecido hoy como testigo en sede judicial por el robo de la tarjeta de su móvil. Bousselham ha cambiado su versión anterior sobre el estado de la tarjeta: Iglesias se la entregó intacta

Dina Bousselham no tiene «nada que perdonar» a Pablo Iglesias y, con ello, ha evitado que su exjefe en Podemos acabe imputado ante la Justicia por un delito de revelación de secretos al acceder, presuntamente sin consentimiento, al contenido de la tarjeta del móvil de su entonces asistente.

La relación de «confianza mutua» que había entre ellos habilitaba a Iglesias, según Bousselham, a consultar su dispositivo, por lo que el comportamiento del exsecretario general de la formación morada no merece, a su juicio, ningún reproche. Sin embargo, y en contra de la que había sido su versión hasta la fecha, Bousselham ha asegurado que una vez Iglesias le devolvió la miniSD de su teléfono, pudo «abrirla una vez» y luego «ya no porque dejó de funcionar» sin que haya sabido explicar el por qué. Un baile de relatos que podría llevarla a ella misma a responder por un delito de denuncia falsa en los tribunales de primera instancia de Alcorcón.

La exasesora de la formación morada, su expareja Ricardo Sa Ferreira y el exdirector adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional Eugenio Pino han comparecido este martes en el marco de la investigación cerrada por el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón sobre el recorrido de la tarjeta telefónica de la trabajadora 'morada' desde que le robaron el móvil hasta que parte de la información que guardaba apareció publicada. Se trata de las últimas pesquisas de esta pieza separada de la macrocausa Tándem, también conocida como 'caso Villarejo'.

El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 fijó las declaraciones por mandato de la Sala de lo Penal, que ordenó al magistrado volver a llamar a Bousselham para que aclarase su posición sobre el hecho de que su antiguo jefe, Pablo Iglesias, tuviera acceso al contenido de su mini SD y la «custodiase» para «protegerla» -según la versión aportada por el propio exlider de la formación morada- antes de entregársela inservible.

No en vano y pese a los intentos de los agentes especialistas de la Sección de Ingeniería Forense de la Policía Nacional, encargada de las pesquisas tecnológicas fue imposible determinar el contenido del dispositivo de almacenamiento, el momento en el que se dañó de forma definitiva y la identidad de quien tuvo el último acceso a la misma, antes de destruirla.

Bousselham ha negado ante el juez de manera implícita, en un nuevo giro de guión, que el causante de los desperfectos sufridos por la miniSD pudiese ser Pablo Iglesias ya que tras quedarse varios meses con la misma -una vez le fue sustraída en un conocido centro comercial de Madrid- se la entregó íntegra. Fue tras acceder a ella en una ocasión cuando quedó inactiva y ya nunca más pudo volver a repetir la operación.

Un posible delito de denuncia falsa

Una vez escuchada la versión de Bousselham, cotejadas con su expareja «algunas lagunas en la información que en su día suministró sobre la sustracción del teléfono y la recuperación de la tarjeta» de Dina y confirmado con Pino que no existió ninguna investigación policial en marcha que justificara la intervención del comisario José Manuel Villarejo en el asunto, el juez tendrá vía libre para derivar la causa a la Justicia ordinaria -en los juzgados de Alcorcón- donde a Bousselham podría deducírsele testimonio por faltar a la verdad en las diferentes versiones prestadas sobre los mismos hechos. Esto es, Dina podría enfrentarse a un presunto delito de denuncia falsa.

Una vez concluida la instrucción en la sede de la Audiencia Nacional -donde el juez rechazó continuar contra Iglesias como imputado, según solicitaba la acusación particular de Vox, e indagar sobre la presunta trama parapolicial orquestada por el entonces Ministerio de Interior para controlar a Podemos, como pidió el propio Iglesias- la competencia para cerrar de manera definitiva el caso o repercutir contra Dina Bousselham quedará en manos de los tribunales de primera instancia. También, en el caso de Pablo Iglesias que ya no tiene la condición de aforado.

Así lo ha confirmado la vicesecretaria jurídica de Vox, Marta Castro, que está personada como acusación en la pieza separada número, a su salida del interrogatorio del juez Manuel García-Castellón a los tres testigos citados este martes. Castro ha advertido que «pese a que Dina Bousselham ha dado un giro a su declaración para exculpar a Pablo Iglesias en su acusación, no va a poder evitar enfrentarse, tanto ella, como su expareja Sa Ferreira y el propio Pablo Iglesias, a una posible acusación por estafa procesal y falso testimonio».

Mantiene la acusación a los periodistas

A diferencia de la posición que Dina hga adoptado respecto de Pablo Iglesias -de quien asegura que contaba con su consentimiento para acceder a los datos recogidos en la tarjeta de su teléfono móvil- la exasesora ha mantenido su acusación contra los periodistas Luis Rendueles y Alberto Pozas que recibieron la tarjeta en la redacción de la desaparecida revista Interviú, a través de un anónimo.

El hecho de que ninguno de ambos contactase con ella cuando recibió el dispositivo y, sobre todo, una vez tuvieron conocimiento del contenido que albergaba, ha hecho que Bousselham no haya extendido el «perdón» de Iglesias a ambos redactores.

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