Fundado en 1910

Pancarta de bienvenida al etarra Ibai Aguinaga, que salió de prisión el pasado domingo

La escisión violenta de Bildu coge fuerza con la organización de homenajes a etarras

ATA ha organizado los dos últimos 'ongi etorris' a los
etarras 'Mortadelo' e Ibai Aguinaga

¿Recuerdan el ongi etorri con el que fue recibida en 2017 Idoia López Riaño, una de las terroristas más despiadadas de ETA? ¿Y el recibimiento a Valentín Lasarte, el terrorista que salía a pasear en la búsqueda de posibles objetivos? No, no desgasten la memoria. Los terroristas supuestamente arrepentidos nunca recibieron honores a la salida de prisión. Era el pago por abandonar las tesis oficiales del momento: no a pedir perdón y no a los beneficios penitenciarios.

En aquellos años, hasta hace unos meses, Bildu aseguraba que los ongi etorris «los organizan familiares y amigos de los presos, pero no lo hacen para humillar a nadie, sino para recibir a una persona que viene a su pueblo».

Este domingo fue recibido por todo lo alto el etarra Ibai Aguinaga en su localidad natal de Berango. Cientos de personas llenaron el frontón, por cierto, de titularidad pública, a pesar de que la línea oficial, el llamado EPPK (colectivo de presos etarras en sus siglas en euskera) renunció a estos recibimientos el pasado 30 de noviembre. Pero es que Aguinaga tampoco pertenece al EPPK.

Fue expulsado por no compartir las tesis oficiales de rechazo estratégico de la violencia, por no estar de acuerdo con la disolución de la banda terrorista. Se alineó con el colectivo llamado ATA, Amnistia Ta Askatasuna, un grupo que rompió con Sortu y Bildu y les acusó de traicionar los postulados por los que ETA asesinaba, renunciar a la Amnistía y la independencia.

En esta ocasión, a Bildu le faltó tiempo para desmarcarse de esta iniciativa demostrando así que ya no era cuestión de «familiares y amigos», sino que era toda una estrategia organizada y planificada desde sectores políticos más allá de los «familiares y amigos».

Disidencia en las cárceles

La postura de los terroristas sobre los ongi etorris se ha convertido en un buen termómetro para comprobar la disidencia, en un sentido o en otro hacia la línea oficial.

En la segunda mitad del año pasado, los presos etarras votaron qué hacer con los ongi etorris. Alrededor del 10 % de los etarras, según conocedores del proceso, votaron en contra de limitar al espacio privado los recibimientos. Aunque aceptaron el resultado mayoritario, da una imagen de la situación que se vive en el colectivo de presos. Entre los etarras que votaron en contra, y que no es la primera vez que se muestra contrario a la línea oficial, destaca Javier García Gaztelu 'Txapote', el asesino, entre otros de Miguel Ángel Blanco.

Aparte de esta veintena de votos contrarios, se encuentra también el grupo de presos abiertamente disidente y que ha abandonado las filas del EPPK. No llegan a la docena, Ibon Bilbao, Patxi Ruiz, Saioa Sánchez… además del puesto en libertad el pasado domingo, Ibai Aguinaga, e Ignacio Etxeberria 'Mortadelo', que también fue recibido «con honores» en Pamplona el pasado 23 de diciembre en contra de la línea oficial.

Disidencia en las calles

Esta división en las cárceles se traduce también en una división en las calles. El domingo se reunieron cientos de personas en el frontón de Berango que no aceptan la decisión de la línea oficial de no celebrar ongi etorris. Entre esos cientos de personas se pudo ver a dos históricos de ETA, Ignacio Etxeberria, 'Mortadelo', y José María Sagarduy 'Gatza', que también parecen abrazar las tesis más radicales de la izquierda abertzale.

Ya los pasados 29 y 30 de enero las dos facciones se manifestaron contra la reforma laboral y quedó patente que los disidentes están cogiendo fuerza a nivel social.

Y el próximo 17 de abril, fecha del Aberri Eguna, el Día de la Patria Vasca, se verá otra prueba de esta división con la convocatoria de sendos actos por parte de las dos facciones, la oficialista en Pamplona y la disidente en Guernica.