El «apetito» de la Administración
La lista de la compra del Ministerio de Trabajo: 4.000 botellas de Rioja y 200 kilos de langostinos
El departamento de Yolanda Díaz gasta 824.395 euros en surtir sus cocinas. Figuran también 4.800 latas de cerveza con alcohol, 1.490 kilos de merluza y 120 kilos de gambas
Trabajo suspende el contrato de los 200 kilos de langostinos y 4.000 botellas de Rioja
El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha elaborado una lista de la compra kilométrica para todas las bocas que tiene que alimentar en su servicio de cafetería comedor del complejo del Paseo de la Castellana 63 (a un precio subvencionado).
En ella figuran, por ejemplo, 200 kilos de langostinos (120 crudos y 80 cocidos), 80 kilos de almejas japónicas, 120 kilos de gambas, 1.490 kilos de merluza (bien enteras, en filetes o en lomos), 850 kilos de filetes de ternera de primera (cadera, tapa o babilla), 100 kilos de jamón curado de cebo, 4.000 botellas de vino de La Rioja, 4.800 latas de cerveza con alcohol, 260 barriles de cerveza, 4.000 palmeras de chocolate y 3.200 pepitos de crema o chocolate.
La lista, que publica íntegra El Debate, forma parte de los pliegos de un concurso público convocado por la Junta de Contratación del Ministerio de Trabajo para proveer durante un año sus despensas y cocinas, por un valor estimado de 824.395,76 euros.
El Ministerio justifica las enormes cantidades de comida en que su comedor no solo lo utiliza el personal de Trabajo, sino también la plantilla de otros cuatro ministerios del complejo: Transportes, Transición Ecológica, Sanidad y Consumo. Además del personal de organismos públicos vinculados a Trabajo y de los policías y guardias civiles que prestan servicio en Nuevos Ministerios.
En el apartado de carnes, el contratista especifica que deberán ser «de categoría 1ª»: 350 kilos de lomo de vaca, 100 kilos de carrillada de ternera, 200 kilos de rabo de toro, 350 kilos de chuletas de cerdo, 1.200 kilos de cuartos traseros de pollo, 30 kilos de caña de lomo de cebo cular, 250 kilos de chuletas de cordero, 200 kilos de chorizo fresco casero y 250 kilos de salchichas frescas, entre otras carnes.
En el apartado de pescados frescos, el Ministerio deja bien claro que todos han de ser de «clase A»: 220 kilos de bonito (enteros), 320 kilos de lubinas de ración, 100 kilos de mejillones, 350 kilos de gallos, 280 kilos de emperador en filetes y 370 kilos de boquerones, entre otros.
Entre las bebidas figuran 18.000 latas de cola (normal, light y zero), 2.250 botellas de vino blanco de Rueda, 15 botellas de cava brut nature y 960 bebidas isotónicas, entre otras. En los comedores vinculados a la Administración General del Estado se puede consumir vino y cerveza, pero no bebidas de alta graduación.
Las frutas y verduras también ha de ser de «calidad extra o primera». Figuran 800 kilos de mandarinas clementinas, 250 bandejas de cogollos, 400 kilos de calabacines, 600 kilos de kiwis, 1.200 kilos de plátanos de Canarias...
Precios máximos
Los consumidores españoles están atrapados en la espiral inflacionista y pagan cada vez más por llenar el carro en el supermercado. Sin embargo, en el departamento de Yolanda Díaz se pueden permitir el lujo de fijar ellos los precios máximos. Incluso de los productos más habituales en la cesta de la compra, dado que las compras son al por mayor.
Por ejemplo, la barra de pan a un máximo de 50 céntimos; el aceite de oliva virgen a 2,50 euros el litro; la leche entera a 80 céntimos el litro; el kilo de patatas peladas a 79 céntimos; el kilo de cinta de lomo adobada a 3,70 euros; el kilo de filetes de pechuga de pollo a 4,95 euros; la docena de huevos de tamaño L a 1,10 euros; el kilo de salmón a 7,84 euros; los yogures naturales o de sabores a 80 céntimos el pack de cuatro.
También, el kilo de manzanas Golden a un euro; el kilo de judías verdes a 81 céntimos, el de calabacines a 1,15 euros, la lechuga iceberg a 79 céntimos la unidad; los espaguetis a 1,10 euros el kilo, las naranjas de mesa a 95 céntimos el kilo, las galletas tipo María a 1,90 euros el kilo y el arroz a 1,10 euros el kilo.
Tratándose de un Gobierno que presume de ecologista, en los pliegos Trabajo destaca que tendrá mejor valoración la empresa que ofrezca en su propuesta «productos ecológicos». Lo que gustará a Alberto Garzón.