La madre de Miguel Angel Blanco, Consuelo Garrido, hace 22 años, a su llegada al cementerio de Ermua para participar en un acto con motivo del tercer aniversario de su asesinato
25º aniversario de su muerte
La tumba de Miguel Ángel Blanco está en Galicia porque no le dejaron descansar en paz en Ermua
A los diez años de su muerte la familia decidió trasladar los restos de Miguel Ángel Blanco a el municipio orensano de A Merca tras los ultrajes que sufría la tumba
La familia de Miguel Ángel Blanco siempre quiso que el exconcejal fuera enterrado en el municipio vizcaíno de Ermua, del que él fue regidor hasta que lo asesinaron. La tarde del 12 de julio de 1997 el etarra Txapote –junto al resto de los miembros del comando Donosti– disparó dos tiros a la cabeza de Miguel Ángel Blanco, aunque Blanco no falleció hasta la madrugada siguiente.
El 23 de noviembre de 2007, diez años después de la muerte del concejal popular, la familia decidió mover los restos de Miguel Ángel Blanco hasta el municipio orensano de A Marca, de donde era originaria Consuelo Garrido, la madre de este. De acuerdo con las informaciones de la época, la decisión se tomó con «total discreción». De hecho, el traslado al cementerio de Faramontaos se realizó a primera hora de la mañana, con la mayor de las prudencias.
A su segundo entierro no acudieron más de diez personas, entre los que no se encontraban ni los padres de Miguel Ángel ni su hermana Mari Mar, ya que no deseaban volver a vivir la tragedia. Miguel Blanco y Consuelo Garrido, ahora ya fallecidos, confesaron en una entrevista en 2012 concedida a Libertad Digital que se vieron obligados a sacar los restos de su hijo del País Vasco porque rompían «el cristal y tiraban las flores». Además, afirmaron que no quisieron contarlos a los medios hasta cinco años después porque «eso es lo que querían los que ultrajaban la memoria de Miguel Ángel, publicidad».
Ante las críticas, el regidor del PSOE ha rectificado
El alcalde socialista de Ermua le exigió a Marimar Blanco leer su discurso antes de levantarle el veto
Descansa ante su familia
Ambos padres de Miguel Ángel Blanco fallecieron en marzo de 2020, durante la primera ola de coronavirus. Los cuerpos fueron sepultados en la cripta familiar del cementerio de Faramontaos, junto a los de su hijo. Las restricciones de la época hicieron que al entierro no acudieran más de 30 personas, los más allegados. Marimar Blanco, la hermana de Miguel Ángel y exdiputada del Partido Popular, pudo acudir al emotivo entierro y cumplir el deseo de su madre, que siempre quiso descansar en su pueblo natal.
