El País Vasco se suma a Madrid y Murcia e incumplirá el apagón energético de Sánchez
Las tres regiones consideran que las medidas impositivas no son efectivas sino más bien un disparate
Génova «entiende» a Ayuso y carga contra el decreto energético: «El Gobierno es experto en imponer»
Primero fue Madrid, luego Murcia y ahora el País Vasco –sin contar con el rechazo del propio alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero–. Las tres regiones han mostrado su desacuerdo con el apagón energético de Pedro Sánchez anunciado este lunes por el que impondrá a partir de septiembre mediante decreto que los negocios limiten a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno, apaguen sus escaparates a las 22 horas o instalen puertas automáticas en todos los edificios públicos y comerciales, entre otras obligaciones.
Todos consideran que las medidas impositivas no son efectivas sino más bien un disparate y pese a la amenaza de multas de 100 millones de euros por incumplir el decretazo, ni Ayuso, ni López Miras ni Ortuzar se han echado para atrás en su rebelión contra el Gobierno.
«La Ertzaintza no se va a dedicar a controlar termómetros», ha anunciado la consejera de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, según recoge El Diario Vasco. Desde el PNV aseguran, por tanto, que desoirán las indicaciones estatales y llevarán a cabo su propio plan para ahorrar energía con medidas «menos efectistas y más eficaces».
Más contundente se mostró la dirigente madrileña, Isabel Díaz Ayuso, al destapar la caja de pandora en Twitter indicando: «Madrid no se apaga. La respuesta es NO: reduzca 20.000 millones de gastos inútiles de sus 22 ministerios», espetó la presidenta.
Quejas también de Andalucía y Cataluña
Los presidentes de Andalucía, Juanma Moreno, y de Cataluña, Pere Aragonès, no han mostrado un rechazo frontal pero sí quejas ante el anuncio y sobre todo, ante su carácter impositivo.
Moreno lamentaba que las medidas se han impuesto sin consenso y sin tener en cuenta a los sectores afectados y el propio socio de Gobierno de Sánchez, Aragonés, advertía que si bien no hará una «guerra competencial» con el Gobierno por la «temperatura de los comercios», sí aconseja al líder socialista que si quiere que sus medidas tengan efecto deberá «contar con quienes las deben aplicar».