Mariano Gomá: «En Madrid habrá una gran manifestación por España el próximo 21 de enero»

Mariano Gomá compatibiliza una brillante carrera profesional en el mundo de la arquitectura con el activismo cívico en la órbita de los valores constitucionalistas. Presidente de Societat Civil Catalana entre 2016 y 2017, Gomá desde hace años ejerce la presidencia del Foro España Cívica.

–¿Qué es el Foro España Cívica?

–Somos una plataforma de asociaciones civiles. No pertenecemos a ningún partido político. Somos absolutamente transversales y defendemos a la sociedad civil, al constitucionalismo y a la unidad de nuestro país.

–¿Cómo se estructuran?

–Tenemos una estructura territorial en la que está Sociedad Civil Valenciana, Sociedad Civil Balear, Foro Baleares, Sociedad Civil Canaria y otras plataformas como, por ejemplo, La España que reúne, Libertad y Alternativa o NEOS. Trabajamos de forma colegiada, sin buscar protagonismos de unos sobre otros, pero coordinándonos para que el mensaje se aglutine en la potencia que ofrece la misma voz.

Estamos en estado crítico porque se están tomando decisiones quizás no ilegales, pero sí ilícitas, sobre aspectos fundamentales de la unidad del país y el estado de Derecho

–¿Cuál es su análisis del actual momento político?

–Estamos en un estado crítico porque se están tomando decisiones ilícitas, quizás no ilegales, pero sí ilícitas, sobre aspectos fundamentales de la unidad del país y del estado de Derecho. En ningún país del mundo se puede entender que un gobierno manipule unilateralmente el código penal o las leyes básicas de un Estado.

Los síntomas

–¿Qué opina sobre la reforma de los delitos de sedición y malversación?

–Al eliminar la sedición, que es el delito de separarse del propio país unilateralmente, significa que estás dando alas a cualquier persona que quiera cometer este delito porque sabe que no tendrá ninguna consecuencia. Otro tanto sucede con la malversación de fondos cuando el castigo pasa a ser un tirón de orejas.

–Hay quien habla de 'asalto' al TC. ¿Exageran?

–El intento de manipulación del Tribunal Constitucional significa tocar la independencia del Poder Judicial. Todos tenemos que confiar en los jueces cuando dictan sentencias. Si resulta que esas sentencias están manipuladas, o el propio Gobierno obliga a sentencias que no son justas, entonces estamos en absoluta indefensión ante nuestro propio estado de Derecho.

Están dando alas a las personas que quieran cometer el delito de sedición porque ahora saben que no tendrá consecuencias

–¿En que fase se encuentra el mundo independentista?

–Fueron condenados por el Tribunal Supremo con todas las garantías del mundo, y resulta que los sediciosos ahora han salido de la cárcel a la calle por un perdón universal y, además, han salido diciendo que lo volverán a hacer.

–¿Habrá referéndum?

–Buscan un referéndum de autodeterminación para directamente separarse de España. Y como no lo pueden hacer porque existe una Constitución que lo impide, su plan B es cambiar todas las leyes para que sí se pueda hacer.

La propia consejera del Gobierno de la Generalitat acaba de realizar unas declaraciones en la que pide que la Constitución se cambie de manera que pueda consentirse un referéndum de autodeterminación de Cataluña. Además, enfatizan que este referéndum, para que resulte válido, bastaría con el 50 % de participación y, a su vez, con el 50 % de los votos positivos. Este conjunto de cosas me parece que significan llegar a un estado terminal del país.

El remedio

–¿Piensan hacer algo de cara a 2023?

–Estamos preparando una serie de acciones importantes. Una de ellas será una gran movilización pública en forma de manifestación pacífica para el próximo 21 de enero. Si los partidos políticos convocan movilizaciones, cierran las puertas a todos los demás partidos. Nosotros consideramos que cualquier movilización es mejor si viene desde la sociedad civil. De momento, la respuesta está siendo muy positiva.

–¿Será en Madrid?

–Será en Madrid, sí, en la Plaza de Colón. Queremos que el escenario sea pura sociedad civil. Los partidos políticos estarán invitados, pero no como protagonistas, porque los protagonistas seremos, insistió, la sociedad civil. De momento, han aceptado asistir PP, Ciudadanos y Vox, más otras asociaciones, como Unión 78 de Rosa Díez y Fernando Savater, o Libres e Iguales, de Cayetana Álvarez de Toledo, o S'ha acabat.

Si los partidos políticos convocan movilizaciones, cierran las puertas a todos los demás partidos. Nosotros consideramos que cualquier movilización es mejor si viene desde la sociedad civil

También han confirmado su asistencia Emilio Fernández, ex fiscal general del Estado, José María Múgica, de la España que reúne, o Joaquín Leguina. Pero prefiero no dar nombres. Estamos en un proceso en marcha, al que se sumará mucha más gente y, además, cuando caes en el error de dar nombres, puede cometer otro error más, que es el de olvidarte de alguno en concreto durante la entrevista.

–¿La manifestación será «madrileñocéntrica»?

–Todos los territorios estarán muy bien representados: Valencia, Canarias, Baleares, Aragón, Cataluña, etc. Nadie podría decir que es una manifestación centralista. Será una manifestación de los españoles que estamos y creemos en España. Estoy convencido de que será un verdadero éxito. Centenares de asociaciones desde todos los puntos de España, unas más grandes y otras más pequeñas, nos están confirmando su asistencia.

Malas calles

–Usted, por su cercanía con la sociedad civil, tiene toma de tierra con el día a día de la calle. ¿Qué le dice el termómetro?

–La gente está muy caliente y muy enfadada. Y no solamente por los aspectos técnicos de lo que estamos hablando sobre el estado de Derecho y la situación jurídica. La gente está enfadada porque les están mintiendo; porque les están diciendo que no hay problemas con el paro, pero sí los hay. Les están prometiendo cosas que no pueden cumplir. El presidente del Gobierno está dando una imagen en Europa, Sudamérica y ante la OTAN que es falsa.

–No sabría qué decirle sobre doña Ursula en concreto, pero en el conjunto de la UE tengo la impresión de que al presidente Pedro Sánchez ya lo tienen bastante ubicado.

–En Europa lo conocen perfectamente y esto la gente ahora también lo ve. La gente tiene que apretarse el cinturón. La gente está pasando frío porque las comunidades de vecinos han tenido que reducir sus horas de calefacción. Ya no pueden pagar el combustible. A los ciudadanos de la calle le están diciendo algo que no es real, y les están llevando a un escenario en el que unos se salvarán, que son los de siempre, y otros acabarán pagando el pato, que también son los de siempre. Y no.

La gente está pasando frío porque las comunidades de vecinos han tenido que reducir sus horas de calefacción. Ya no pueden pagar el combustible

–¿La unión hace la fuerza?

Este país necesita de la gente, de toda la gente. Necesita unión y potencia para sacar adelante este país. Venimos de muy antiguo. No podemos permitir que una banda de indocumentados, y lo tengo que decir así, porque es así, vayan a intentar cambiar la estructura nacional, que es una herencia con cientos de años de antigüedad y que, sobre todo, es un proyecto de futuro que, unido, a todos nos beneficia.

–Usted es catalán. ¿Como ve a la sociedad catalana?

–Es una lástima que Cataluña esté silenciosa. Mejor dicho, está silenciada. Hay miedo. La sociedad civil catalana tampoco está unida en su propia defensa. Hay dispersión y un cierto pasotismo, que se puede amparar en el cansancio porque, efectivamente, muchos catalanes están muy cansados.

El discreto encanto de la burguesía

–¿En qué y en donde anda la burguesía catalana?

–La burguesía catalana se ha enriquecido enormemente, también durante estos últimos 40 años de democracia. En estos momentos, la burguesía catalana está jugando al golf en el Ampurdán; es como si no fuera con ellos porque tienen la vida resuelta; su situación económica no varía. Los problemas lingüísticos y educativos no les afectan porque tienen a sus hijos estudiando en Suiza o Inglaterra.

En estos momentos la burguesía catalana está jugando al golf en el Ampurdán. Los problemas lingüísticos y educativos no les afectan porque tienen a sus hijos estudiando en Suiza e Inglaterra

–¿Y el pequeño y mediano empresario?

–El empresariado está silenciado por miedo a las represalias. Solamente ha habido unas cuantas personas, que ya las conocemos más o menos todos, que han levantado la voz. A costa de sus propios negocios, se han plantado frente a esta situación. Salvo las referidas excepciones, el empresariado catalán está abandonando de nuevo al ciudadano. No levantarán la voz ni van a decir nada.

–¿Por qué?

–Por el clientelismo. Porque el presidente de la Generalitat y sus estructuras les pueden hacer daño en sus negocios.