César Antonio Molina: «Sánchez no es socialista, es un autócrata»

Dueño de una apabullante trayectoria profesional –director del Círculo de Bellas Artes, del Instituto Cervantes, de la Casa del Lector, profesor universitario, poeta, ensayista, periodista, traductor...–, César Antonio Molina sobre todo es conocido ante la opinión pública por su etapa al frente del Ministerio de Cultura bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Aunque formó parte del Gobierno en calidad de independiente, nunca ha ocultado su afinidad hacia los valores de la socialdemocracia, con los que sigue identificándose. Cesar Antonio Molina expresa ahora, para El Debate, su opinión sobre las últimas decisiones del Ejecutivo socialista.

–Ha llamado la atención que varios exministros y exdiputados del PSOE, tanto de la época de Felipe González como de la etapa de José Luís Rodríguez Zapatero, hayan firmado un manifiesto en contra de presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que también es el secretario general del Partido Socialista. ¿Cuáles son las causas de esta actitud crítica?

–Llevamos tiempo haciendo algo similar desde otra asociación, que se llama La España que reúne, donde la mayor parte de sus miembros somos personas que hemos tenido cargos en gobiernos socialistas y nos seguimos sintiendo socialistas y socialdemócratas.

Pedro Sánchez no es el Papa para bendecir quiénes son socialistas y quienes no lo son. Incluso si hubiera que decir quién lo es y quién no lo es, yo diría que Pedro Sánchez es el primero que no es socialista.

Si hubiera que decir quién lo es y quién no lo es, yo diría que Pedro Sánchez es el primero que no es socialista

–¿Habrá más pronunciamientos de políticos socialistas en este sentido?

–No resulta raro que en el manifiesto publicado esta semana aparezcamos exministros y otros cargos socialistas muy importantes: secretarios de Estado, directores generales, diputados, etc. Estoy seguro de que se adscribirían inmediatamente muchos más cargos de los gobiernos de Felipe y Zapatero si pudiéramos localizarlos, porque todo esto lo hacemos de manera amateur, sin infraestructura alguna. También estoy seguro de que se adscribirán muchas más personas porque las muestras de adhesión a lo largo de estos días no paran de llegarnos. De momento, ya hemos habilitado un enlace para que todos los ciudadanos que deseen sumarse al manifiesto pueden hacerlo.

–Si no es socialista, entonces, ¿el presidente Pedro Sánchez qué es?

–Se ha convertido en una especie de autócrata que va camino de la tiranía. Pedro Sánchez está rompiendo todas las reglas de la democracia y la separación de poderes, metiéndose con los medios de comunicación, aprobando leyes por Decreto Ley y de manera oscurantista. También tenemos su manera de ser, de hablar, sus formas, etcétera.

Pedro Sánchez está rompiendo todas las reglas de la democracia y la separación de poderes

–¿Un tirano en la España del siglo XXI?

–Mucha gente cree que este tipo de personajes y de actitudes eran de otra época. Y no, estas cosas existen; están aquí, presentes y, además, siguen el camino que ya conocemos de muchas repúblicas hispanoamericanas. Ya sabemos las rutas que han seguido sus gobiernos. Esto de aquí es lo mismo.

Delinquir gratis

–El manifiesto que ha firmado critica con rotundidad la reforma de los delitos de malversación y sedición.

–Estos delitos son elementos fundamentales del estado de Derecho, porque si tú sabes que puedes delinquir a sabiendas de que no tendrás castigo, pues oye, puedes delinquir hasta para divertirte.

Y la reforma de la malversación ya es el colmo, porque la malversación afecta directamente a los políticos. Ni tú ni yo podemos malversar, porque no tenemos un cargo político. Los que sí pueden malversar son los políticos. O sea, que ahora puedes malversar bien o mal... Malversar bien es no quedarte con el dinero, pero desviarlo hacia lo que te dé la gana, eso es malversar mal. Estamos llegando al nivel del insulto a la inteligencia.

–¿En el futuro seguirán realizando esta clase de denuncias?

–Esta es una batalla larga. Habrá que seguir. Los ciudadanos son quienes tienen la palabra. Yo he escrito un libro titulado Las democracias suicidas. Una democracia se puede suicidar perfectamente. Pasó en España, Alemania, Italia y Francia. No es ninguna novedad.

Una democracia se puede suicidar perfectamente. Pasó en España, Alemania, Italia y Francia. No es ninguna novedad

Los ciudadanos deben ser conscientes. Para esto valen nuestras llamadas de atención; para que sean conscientes de que variar el camino hacia el abismo solo lo pueden realizar ellos. Solo se puede combatir desde la propia democracia, y la democracia se basa en el voto de los ciudadanos. Si quieren optar por seguir este camino, pues allá ellos y si no, tendrán que movilizarse y demostrar que no están conformes.

Regreso al pasado

–Escuchándole, da la impresión de que vivimos tiempos inquietantes.

–Son tiempos peligrosos, muy peligrosos. Nos retrotraen a los años 30 del siglo XX. Parece inverosímil y que esto no se podría llevar a cabo, pero sí, estamos en esto; están tocando elementos centrales del estado de Derecho. Además, es como una enfermedad que avanza. Mucha gente pensaba que algunos de los que llamábamos la atención con nuestros artículos y libros estábamos exagerando, pero creo que nos quedamos cortos ante todo lo que ahora ha sucedido.

Estamos en manos de los independentistas catalanes; unos delincuentes que fueron juzgados y condenados y que han sido absueltos por Pedro Sánchez

–¿Peligra España?

–Está en peligro la existencia de nuestro país porque ponen en peligro las pensiones, el empleo, la economía, etc. Ante la debilidad de nuestro país, viene la jactancia de países vecinos sobre territorios que son nuestros y que ahora dicen que son suyos, más todo tipo de amenazas.

Todo esto es un peligro real, constante, que se amplía. Y todo proviene de la situación de debilidad de un Gobierno controlado por una minoría de independentistas. Estamos en manos de los independentistas catalanes; unos delincuentes que fueron juzgados y condenados, y que han sido absueltos por Pedro Sánchez.