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El Gobierno de coalición vive sus días más difíciles

El Gobierno de coalición vive sus días más difícilesPaula Andrade

Las grietas aumentan

Cuatro días de temblores y una votación crítica: la coalición entra en riesgo de colapso

El PSOE y Unidas Podemos afrontan este jueves otra jornada de alta intensidad sísmica, motivada por la ley de bienestar animal de Ione Belarra. Cabe la posibilidad, incluso, de que caiga

Casi todos los males que afectan a la coalición del PSOE y Unidas Podemos se condensan en esta semana de alta intensidad sísmica, también para el Gobierno. La ley del 'solo sí es sí', la ley trans, la ley de bienestar animal y, a mayores, el Sáhara Occidental.

Cuatro días han transcurrido desde que, el lunes, el PSOE presentó en solitario su proposición de ley para reformar la ley de garantía integral de la libertad sexual, lo que intensificó el fuego cruzado. Y, este jueves, la entente entre socialistas y morados afronta otra jornada de nuevos temblores. Una jornada crítica.

La ley de bienestar animal de Ione Belarra corre el riesgo de ser derrotada en el Congreso ante la falta de acuerdo entre ambos socios. Los socialistas se ayudaron del PP y Vox para enmendar en el Congreso el proyecto de ley que ellos mismos aprobaron en el Consejo de Ministros y excluir a los perros de caza. En contra del criterio de Unidas Podemos, ERC, Bildu y Más País, que exigen que estos canes también estén incluidos.

Todavía este miércoles, la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, hacía el último llamamiento infructuoso a los socialistas: «El PSOE no puede ceder a las presiones del PP, Vox y la Federación de Caza para excluir a los perros de caza. Aún hay tiempo para que rectifiquen y que todos los animales, sin excepciones, queden protegidos por la norma», señaló.

El tira y afloja ha llegado hasta este jueves, en una votación tan incierta como endiablada para el Gobierno. El PSOE asegura que no dará un paso atrás y Unidas Podemos no se puede permitir dejar caer una ley del departamento de Belarra. Puede abstenerse y facilitar su aprobación o incluso votar en contra si ve que el PSOE tiene los votos suficientes para aprobarla.

La segunda vez

Lo que sí parece claro es que los grupos parlamentarios del PSOE y Unidas Podemos van a votar distinto respecto a un proyecto de ley que ambos aprobaron en el Consejo de Ministros. Y será la segunda vez: en mayo de 2022, el socio minoritario se abstuvo en la votación de la ley audiovisual. Ésta salió adelante gracias a la abstención del PP, porque ERC votó en contra. De no haber sido porque los populares facilitaron su aprobación, la norma habría mordido el polvo.

Claro que más estrambótica fue, en septiembre, la votación sobre la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN. Entonces, la coalición se partió en tres: el PSOE votó a favor, Podemos se abstuvo e IU se opuso. Pero no toda IU: su coordinador general y ministro de Consumo, Alberto Garzón, se abstuvo como Podemos y como el resto de ministros del área morada, contraviniendo así la decisión de su partido.

Junto con las leyes del 'solo sí es sí' y de bienestar animal, en estas 96 horas de sacudidas en la coalición también ha vuelto al primer plano la ley trans, que se votó este miércoles en el Senado. La batalla de la autoderminación de género en menores ya la ganó Irene Montero en diciembre en el Congreso: logró imponer su tesis porque ERC, Bildu y el PNV se pusieron de su parte. Aquel debate, por cierto, acabó en trifulca parlamentaria entre el PSOE y todos sus socios.

No obstante, las feministas del PSOE han visto en el desaguisado de la ley del 'solo sí es sí' la oportunidad para cuestionar nuevamente la ley trans. Durante el debate en la Cámara Alta, y en presencia de la ministra de Igualdad, el senador del PP Jaime de los Santos aprovechó para hurgar en la herida mencionando a Amelia Valcárcel, Elena Valenciano y Carmen Calvo, tres de las socialistas que se opusieron a esta ley. Y el senador socialista Francisco Díaz le replicó que no iba a consentirle que hablara «mal» de ninguna compañera de partido.

Por si todo fuera poco, Vox llevó a la sesión de control al Gobierno de este miércoles en el Congreso la Reunión de Alto Nivel hispano-marroquí de la semana pasada. La diputada Inés Cañizares preguntó a la vicepresidenta Yolanda Díaz por qué no viajó a Rabat. «Se negó a acompañar al presidente de un Gobierno del que usted es vicepresidenta segunda», recordó, poniendo en evidencia la contradicción. Y Díaz contestó: «Acerca del Sáhara y Marruecos, mi posición es conocida: nos gustaría que, en el marco de la ONU, y respetando los derechos humanos, busquemos una salida justa».

En eso sí, pero respecto a la polémica por la ley del 'solo sí es sí' y su reforma la vicepresidenta segunda ha intentado mantener una equidistancia que ha enfadado más a los morados. El martes, en los pasillos del Congreso, Díaz mandó un mensaje a ambas partes: «Vamos a cuidar la coalición progresista».

A ver cómo sale la coalición de la jornada parlamentaria de este jueves. Y de las venideras.

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