«Hay que hacer más eficiente el Estado. Tener 17 sistemas universitarios es un grave error»

El presidente del PP afirma tener la esperanza de que Pedro Sánchez cuente a los españoles cuáles son sus intenciones. «Yo lo he dicho ahora y lo diré durante la campaña electoral: si el señor Sánchez gana las elecciones, yo facilitaré que pueda gobernar. Y pido, en consecuencia, que él se comprometa a lo mismo».

–Durante 13 años presidió la Xunta de Galicia y es un firme defensor del Estado de las Autonomías. ¿Recentralizaría alguna competencia transferida?

–En 40 años hemos tenido experiencias de todo tipo. Transferencias que probablemente se hayan hecho sin una legislación básica para mantener la homogeneidad de las cosas, como Educación. Transferencias impropias, como Justicia, que hay comunidades que la tiene y otras no. También hay distintas rentas de integración social en un país, hay contradicciones e ineficiencias. Todo este tipo de cosas convendría repensarlas. No para recentralizar, sino para hacer más eficiente el Estado. Y más fácil para los ciudadanos. Sí convendría hacer ajustes, en algunos casos para descentralizar y en otros para reforzar la legislación básica.

–¿Alguno urgente par reforzar la legislación básica?

–En Educación es importante no tener 17 sistemas educativos. La ley de Universidades, que se acaba de aprobar, construye 17 sistemas universitarios distintos. Eso es un grave error, compartido por presidentes socialistas en voz baja y por presidentes populares. Lamentablemente, este Gobierno no ha intentado ordenar, sino más bien desordenar. No ha hecho ningún esfuerzo por coordinar. Al final, el Ministerio de Sanidad es el que tiene la llave del número de médicos que se forman en España y las comunidades son las que sufren la falta de médicos. Por eso el Ministerio no puede tener esa competencia exclusiva.

No puede ser que las Cortes aprueben leyes con memorias económicas falsas y que transfieran a las comunidades la necesidad de financiar las prestaciones que aprueba. Por ejemplo, la ley de Dependencia. Es necesario, con constitucionalistas y administrativistas, presentar una propuesta para el funcionamiento armónico, correcto y eficiente del Estado; entendiendo por el Estado el Gobierno central y las comunidades autónomas.

–¿Es coherente decir que la Constitución está amenazada y a la vez abrirse a una reforma del artículo 49, cuando sabe que 35 diputados bastan para forzar un referéndum y el independentismo los tiene?

–Es coherente no reformar la Constitución y cambiar una palabra en el artículo 49, lo cual acredita que no se va a reformar la Constitución. No vamos a negarnos a cambiar la palabra «disminuidos» por «discapacitados» por un inmovilismo innecesario. Sustituimos un término que en estos momentos se considera peyorativo por otro y estamos mandando dos mensajes: que hay sensibilidad política con cuatro millones y medio de españoles que sufren algún tipo de discapacidad y que no vamos a reformar la Constitución.

Aquello que al PSOE no le importaría reformar con los independentistas no se va a tocar. Nosotros no vamos a dar el visto bueno mientras no tengamos la absoluta garantía que solo se va a actualizar el término «discapacitado» en el artículo 49. Punto. Ante cualquier viso de que detrás se esconde una solicitud de referéndum o una reforma constitucional del título VIII o de otros artículos mollares de la unidad de la nación…

–¿Qué va a votar el PP en la moción de censura anunciada por Vox?

–Hay muchos españoles que quieren que el señor Sánchez se vaya, yo entre ellos, y que creen que este Gobierno está en una fase final, es un Gobierno en colapso, en descomposición. Hay dos procedimientos para que se vaya: favorecer una victoria en el Congreso o favorecer una derrota en las urnas. Una moción de censura es facilitar una victoria en el Congreso a un Gobierno en descomposición. Derrotarlo en las urnas es lo único que vale, y las urnas están convocadas el 28 de mayo. Yo no voy a facilitar una victoria en el Congreso al señor Sánchez, la moción de censura es un error.

Este Gobierno está en una fase final, es un Gobierno en colapso, en descomposición

–¿Entonces?

–Ya dije cuando Vox la anunció que no votaré en contra de la moción de censura. ¿Si usted me dice 'se va a abstener o va a votar sí'? Déjeme ver si la hay, quién es el candidato y en qué consiste el discurso. Pero me gustaría, honradamente, que no se produzca.

–En la Intermunicipal de Valencia dijo que si no gana no merece presidir el PP. Pero sabe que las generales no solo van de ganar, sino sobre todo de la posibilidad de gobernar, especialmente para Pedro Sánchez, que va por detrás en las encuestas. Si no llega a la Moncloa en diciembre, ¿abandonará la Presidencia del PP?

–La frase está clara y está bien construida, y cuando hay una interpretación literal no es necesario hacer ninguna interpretación adicional. Yo he dicho que si no gano las elecciones no merezco ser presidente del partido y lo mantengo. No hay ningún presidente del Gobierno de España que lo haya sido sin haber ganado las elecciones. Nunca. Salvo el señor Sánchez, que ganó a través de una moción de censura, que es un procedimiento legítimo. Esta pregunta me la hace porque sabe que el señor Sánchez, aunque pierda las elecciones, intentará gobernar si el PP no suma.

–¿Es incompatible dar la batalla de las ideas con intentar lograr una mayoría lo más amplia posible, que abarque incluso a los desencantados del socialismo?

–No es incompatible. La batalla de las ideas hay que darla cuando uno tiene un proyecto alternativo, unas ideas discrepantes con las del Gobierno y un compromiso con los electores. Es verdad que cuando un partido intenta ser el partido reformista de un país, intenta ocupar el espacio de centro amplio, es evidente que no todos los militantes, ni siquiera todos los dirigentes del partido piensan exactamente lo mismo sobre todas las cosas.

Soy consciente de que en mi partido hay distintas sensibilidades y tengo que ser respetuoso con las mismas. Si somos un partido de espectro ideológico concreto, de un 15 % o 12 % del voto, seríamos mucho más limitativos sobre nuestras propuestas. Pero cuando queremos ser un partido del 40 % de voto es evidente que el 40 % de los españoles no piensa exactamente igual sobre todo. Pero eso no es indefinición.

–¿Eso podría ser una diferencia entre ustedes y Vox?

–Sin duda. Probablemente a Vox le interese una moción de censura para que se hable de esto, e incluso con cierto folclore en el Congreso, porque quizás el 15 % de los españoles tiene tanto interés en echar a Sánchez que le da igual con tal de echarlo.

Por supuesto que la batalla de las ideas hay que darla, pero yo quiero representar a la mayoría de los españoles

Comprendo que a lo mejor hay gente en mi país que tenga una visión más descentralizada de los temas autonómicos y otros menos. Pero yo tengo que defender el Estado de las autonomías porque el 90 % de los españoles está a favor del Estado de las Autonomías, y además por convicción. Lo que no haré será decir una cosa contraria a la que pienso.

Sí seré respetuoso en mantener unas propuestas más abiertas con independencia de cuál sea mi criterio concreto. Yo estoy representando, o quiero representar, a la mayoría de los españoles. Pero por supuesto que la batalla de las ideas hay que darla, ¿cómo no?

–¿Ha empezado a estudiar inglés, o piensa estudiarlo si llega a Moncloa? Porque a Pedro Sánchez le ha ido muy bien hablándolo

–Cuando estás negociando temas muy importantes para tu país o representando a tu país en un foro internacional hay que ser muy escrupuloso con lo que dices. Cuando estás cerrando un acuerdo no puedes decir que sí simplemente sin concretar exactamente el tiempo del verbo o el sustantivo correcto y exacto. A mí no me importa reconocer que no sé inglés. Pero le aseguro que, lo que negocie, lo negociaremos con claridad, con personas que conozcan el inglés de forma perfecta.

No me interesa tanto saber idiomas como defender a mi país. Hay gente que habla muchos idiomas y piensa poco lo que dice. A mí me gusta más pensar lo que digo y expresarlo bien en un idioma para ser traducido de forma literal posteriormente. Pero creo que aprender inglés es una de las cosas que debemos hacer aquellos que queremos ser primeros ministros, es verdad.