Moción de censura
El viraje de Ciudadanos: de pedir la moción de censura a denostarla
Inés Arrimadas era partidaria de que el PP la presentara para que Sánchez diera las explicaciones pertinentes. Ahora, la formación naranja la califica de «pérdida de tiempo» y «esperpento»
Era noviembre cuando Inés Arrimadas, entonces presidenta de Ciudadanos, aseguraba que la moción de censura era un instrumento útil e importante, e instaba al líder del Partido Popular, como también Santiago Abascal, a presentarla por ser este el presidente del principal partido de la oposición. «Creo que el PP debería estar a la altura y atreverse, y dar un paso. Tiene que asumir ese liderazgo», afirmaba la en ese momento presidenta de la formación naranja, que hoy anunció desde el hemiciclo su 'no' a la iniciativa de Abascal.
Arrimadas defendía con rotundidad que esta iniciativa prevista en la Constitución serviría para, en ese momento, retrasar los plazos de las medidas legislativas que pretendía impulsar Pedro Sánchez, pero también, y en esto hizo especial hincapié, implicaría dar repercusión internacional a la reforma del Código Penal, principalmente de cara a las instituciones europeas.
Un mes más tarde, en diciembre, y cuando Abascal había anunciado que iniciaría las conversaciones para buscar un candidato de consenso, seguía defendiendo la misma postura, la de que con la moción se podría conseguir que el presidente del Gobierno tuviera que dar explicaciones. Es más, lanzaba reproches a Núñez Feijóo, señalando que en un momento como ese no podía «sentarse a esperar a que el Gobierno caiga como fruta madura». Una idea que ha venido trasladando Vox al criticar al líder popular que no haga oposición y se limite a esperar a heredar el poder.
El cambio de año en enero trajo en Ciudadanos un cambio de liderazgo, y la postura adoptada entonces al respecto por la nueva dirección, encabezada por Patricia Guasp, dio un giro al 'no' a la moción y pasaron a considerar una «pérdida de tiempo» la iniciativa de los de Abascal, e incluso «un esperpento».
«Consideramos esta moción de censura inútil, como un esperpento que no aporta absolutamente nada para los ciudadanos.», afirmó ante los medios Guasp un día antes del debate de este martes. «Me da mucha rabia que se utilice el Congreso de los Diputados y este esperpento durante dos días, que lo instrumentalicen casi todos los partidos, que vayan a usarlo com propaganda electoral», aseveró sobre una moción que, a su parecer, le «hace el juego» a Núñez Feijóo y a Sánchez. Reafirmaba así su voto en contra de la propuesta de Abascal que, a diferencia de la que presentaron en 2020, tiene en esta ocasión como candidato a una persona independiente, Ramón Tamames.
Arrimadas fue quien tomó la palabra en esta primera jornada del debate para volver a anunciar ante los diputados que votarán 'no' este miércoles. «De lo que se trata de ver aquí es si esta es la moción de censura que necesita España», señaló desde la tribuna.
La portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos, consciente de que su postura era la contraria hace unos meses, esgrimió tres motivos por los que a su juicio, una moción puede ser útil: que se pueda ganar, que otorgue relevancia mediática «a los mayores atropellos» que está cometiendo el Gobierno o que con ella los españoles vean en el candidato y en el partido proponente una alternativa, dando a entender que, en su opinión, la moción de Vox no cumple con estos requisitos. No obstante, sí afirmó: «El peor Gobierno de la democracia española merece cualquier tipo de censura que sea útil para hacerles salir antes del Gobierno».