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Pedro Sánchez y Mohamed VI, en una reunión, en Rabat

Pedro Sánchez y Mohamed VI, en una reunión, en RabatEdición: Paula Andrade

Ceuta y Melilla, en la diana

Diplomáticos españoles creen que la cesión del Sáhara no frenará las ansias expansionistas de Marruecos

El giro de 180º grados dado por Pedro Sánchez sobre la exprovincia española no detendrá las reivindicaciones territoriales marroquíes sobre las ciudades autónomas españolas, según los diplomáticos Ramón de Miguel​, Juan González-Cebrián, Ignacio Camuñas, Javier Rupérez e ​Inocencio Arias

El giro de 180º grados que supuso la carta enviada por Pedro Sánchez a Mohamed VI respecto a la postura española sobre el Sáhara Occidental es, quizás, el mayor «expediente X» del Ejecutivo. Un asunto que despierta un mar de dudas y ninguna certeza. ¿Quién la redactó? ¿Por qué? ¿Qué ha sacado España de este movimiento? ¿Por qué el Gobierno no consultó ni al Congreso de los Diputados ni al propio Felipe VI sobre un tema de esta magnitud?

El Debate ha preguntado a cinco diplomáticos retirados de gran prestigio su opinión sobre esa misiva en la que nuestro país reconocía la autonomía saharaui propuesta por el reino alauita como «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa», y si ese viraje ahuyenta las ansias expansionistas de Marruecos sobre Ceuta y Melilla. Se trata de Ramón de Miguel, Juan González-Cebrián, Ignacio Camuñas, Javier Rupérez e Inocencio Arias; todos ellos con décadas de experiencia en la esfera diplomática.

Ramón de Miguel

El exdiplomático Ramón de Miguel, durante una conferencia, en 2020

El diplomático Ramón de Miguel, durante una conferencia, en 2020Sociedad Civil Ahora

«Bueno, esto es probablemente uno de los hechos más graves que ha tenido la diplomacia española desde la Guerra Civil. Yo ya no sé lo que pasaría antes de la República, donde se hicieron también muchas cosas muy pintorescas, pero desde luego desde la Guerra Civil no había habido, ni ha habido en ningún país que yo conozca, occidental, un cambio de esta envergadura. Pero en el caso de España es particularmente grave, porque España es, a los ojos de todo el mundo y de las Naciones Unidas, la antigua potencia administradora. Y nosotros cedimos, plegándonos al Comité de Descolonización de Naciones Unidas, la soberanía para que se ejerciera por un nuevo país que iba a surgir de un referéndum de autodeterminación. Ese país fue invadido por Marruecos en la famosa Marcha Verde. Ellos siempre han dicho que iban a respetar las resoluciones de las Naciones Unidas y ya se está viendo que no las respetan. Pero España no tenía por qué haberse apartado. Yo no digo que la solución de una autonomía importante para el Sáhara no sea una solución de futuro. Pero esa solución de futuro tiene que venir no por el por la imposición, sino por la aplicación de las resoluciones de Naciones Unidas y un diálogo entre las partes. Y, naturalmente, el país garante de todo eso es el antigua potencia administradora. Y nosotros nos hemos quitado de en medio, poniéndonos claramente del lado del país invasor, que es Marruecos y hemos dejado al pueblo saharaui y a todo el sistema absolutamente colgado del alero. Y mientras tanto, además, nos hemos enemistado con otro de los socios importantes que tenemos en el norte de África, que es Argelia. Porque este es un conflicto que afecta a varios países. Creo que ha sido de una improvisación y de una ligereza y de una falta de conciencia de lo que es la política internacional como no se había visto nunca. Yo, desde luego, en mis 45 años, como como diplomático, no he visto una cosa parecida en ningún sitio. Nuestras relaciones con Marruecos no mejoraron sustancialmente, nuestras relaciones con Argelia están rotas y nuestras relaciones con el Frente Polisario y nuestra posición con respecto a ese conflicto está absolutamente dinamitada.

Pensar que regalándoles el Sáhara esa reivindicación se iba a apaciguar es un error gravísimo

Los deseos expansionistas y reivindicativos de Marruecos sobre Ceuta y Melilla son perfectamente comprensibles. Nunca lo han ocultado. Lo que pasa es que es muy ingenuo pensar que por darles la razón en el Sáhara Occidental iban ellos a estar más moderados en el tema de Ceuta y Melilla. Todo lo contrario. El Sáhara Occidental ha servido de freno para que se moderaran ellos con respecto a Ceuta y Melilla. Una vez que ya hemos dado todo lo que ellos querían, no tenemos ninguna otra palanca para poder proteger a Ceuta y Melilla que la fuerza del derecho y la fuerza militar. No creo que vayan a invadirlas, pero la realidad es que nosotros ya no tenemos argumentos ni palancas poderosas para impedir la política expansionista de Marruecos a Ceuta y Melilla que, por otra parte, yo la comprendo perfectamente. Ellos dicen que son unas ciudades que están en su territorio. La verdad es que esas dos ciudades están constituidas, han sido portuguesas y españolas mucho antes de que existiera el Reino de Marruecos y ellos tiene una reivindicación permanente. Ahora, pensar que regalándoles el Sáhara esa reivindicación se iba a apaciguar es un error gravísimo, como estamos viendo».

Juan González-Cebrián

El diplomático Juan González Cebrián, en una foto cedida por él

El diplomático Juan González Cebrián, en una foto cedida por élJuan González Cebrián

«Supone una ruptura absoluta con lo que es una política de Estado, que son políticas que deben ser seguidas independientemente del Gobierno que esté, como las relaciones con Iberoamérica, la OTAN o Europa. Son una serie de puntos que no deben cambiarse. El tema de Marruecos es muy doloroso para nosotros por lo que supuso el abandono de una zona que era española, ya que fue una provincia. Entonces se siguió lo que dijo Naciones Unidas. Estábamos de acuerdo con eso y que después, sin consultar absolutamente a nadie, ni en el Consejo de Ministros ni en el Congreso, por una razón absolutamente desconocida, el presidente del Gobierno decida cambiar de la noche a la mañana la postura, la política, española en relación al Sáhara, y por tanto a Marruecos, me parece como mínimo sorprendente. Y no hubo ninguna justificación. En ningún momento se ha explicado el porqué de este giro tan tremendo en nuestra política hacia Marruecos. Solo sabemos la existencia de una carta que además es muy peculiar, porque se supone que se ha escrito desde Madrid, pero tiene faltas de ortografía, cosa muy curiosa, y con una serie de galicismos en ese escrito. Es asombroso y ,desde luego, muy poco digno de un Gobierno serio.

Están convencidos de que Ceuta y Melilla son, como dicen ellos, presidios ocupados, que es como le llaman ellos a Ceuta y Melilla

Marruecos, como todos los países, tiene unos principios, que son los que siguen, en los que creen, y ellos están convencidos de que Ceuta y Melilla son, como dicen ellos, presidios ocupados, que es como le llaman ellos a Ceuta y Melilla. Ellos consideran que son parte de Marruecos. Es curioso porque Ceuta y Melilla son anteriores a que Marruecos existiese como entidad política. Ellos siempre reclamarán Ceuta y Melilla y nosotros, por supuesto, siempre defenderemos la integridad española y el que Ceuta y Melilla siempre han formado parte de España. No creo, en absoluto, que Marruecos vaya a cambiar su postura hacia Ceuta y Melilla; todo lo contrario. Lo que pasa es que ellos utilizarán muchos medios, lo mismo que en lo del Sáhara. Como última solución, ellos puede que acepten que se haga un referéndum de autonomía. Lo que pasa es que desde finales de los años 70 están metiendo población marroquí en el Sáhara y que haya asentamientos marroquíes para que ese referéndum lo que tenga es el voto de los marroquíes que están en el Sáhara. Hay un intento por parte de Naciones Unidas y por parte de cantidad de países que quieren que ese referéndum se haga solamente en base a la población original de que aquella zona, del Sahara español, pero esa población ha ido desapareciendo como consecuencia del paso de los años, han ido falleciendo y demás. Pues que sean, en todo caso, los descendientes de ellos los que participen, pero no que sean todos los marroquíes que han ido introduciéndose allí para que en el caso eventual de que se acepte en un referéndum de autonomía, no de independencia, tengan la mayoría de los votos. Ellos, en absoluto, van a dejar de pedir esa integridad territorial que piden, con la anexión de Ceuta y Melilla».

Ignacio Camuñas

El exdiplomático Ignacio Camuñas interviene, en 2021, en un acto sobre la Constitución

El diplomático Ignacio Camuñas interviene, en 2021, en un acto sobre la ConstituciónGustavo Serrano / Europa Press

«Es un giro muy preocupante y dado de una manera absolutamente fuera de todas las costumbres diplomáticas al uso. Es decir, no ha sido informado el principal partido de la oposición, no ha habido el menor debate en el Parlamento y esa carta que ha aparecido, que incluso el propio Sánchez parece que elude saber cuándo, cómo y quién la redactó, deja el tema en una situación realmente muy preocupante y es una herencia que deja al próximo Gobierno muy negativa. Creo que los los comportamientos diplomáticos tienen que tener, sobre todo, estabilidad y no pueden tener giros de carácter puntual y porque convenga a determinados partidos políticos. La política exterior tiene que ser una política de Estado y, por tanto, tiene que tener el respaldo no solamente de la fuerza política que en ese momento está en el Gobierno, sino que debe responder a un sentimiento mayoritario nacional expresado en una voluntad que se otorga fundamentalmente en el Parlamento. Todo eso es lo que ha sido obviado con el procedimiento de la famosa carta.

Tanto el señor Rodríguez Zapatero como el señor Moratinos han podido ser agentes beneficiados por esta operación

Creo que el tema de Ceuta y Melilla no tiene, directamente, relación con este tema del Sáhara. Ceuta y Melilla han sido claramente proclamadas una y mil veces por España. Son dos ciudades netamente españolas, jamás han pertenecido a Marruecos y, por tanto, es un tema que no se discute. El tema del Sáhara va por su lado, pero no tiene una relación directa con el tema de Ceuta y Melilla. Creo que detrás de este tema está una corriente del PSOE. Tanto el señor –José Luis– Rodríguez Zapatero como el señor –Miguel Ángel– Moratinos han podido ser agentes beneficiados por esta operación. Y creo que responde al convencimiento de que una vez que se produjo el giro de del presidente –Donald–Trump apoyando la posibilidad de que el Sáhara tenga una cierta autonomía, pero dentro del Reino de Marruecos, creo que determinadas personas del Partido Socialista vieron una oportunidad que yo entiendo y espero que no tenga traducción económica alguna para estos señores».

Javier Rupérez

El exdiplomático Javier Rupérez, en un curso sobre la Unión Europea, en 2022

El diplomático Javier Rupérez, en un curso sobre la Unión Europea, en 2022Ricardo Rubio / Europa Press

«Hay toda una serie de incógnitas al respecto. ¿Quién escribió la carta, en qué idioma, dónde, tuvo algo que ver en su escritura el presidente del Gobierno...? Yo creo que no. La carta, por cierto, está exactamente redactada en los términos en que el presidente americano reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, lo cual también es una coincidencia peculiar. Según parece, aunque no me consta, no tengo los datos, Sánchez no estaba al tanto de los movimientos finales de la carta. Creo que se quedó sorprendido porque la carta fue hecha pública en Rabat, no en Madrid. No sabemos exactamente cuál fue el sitio de la negociación, si hubo negociación, y cuál fue la contraprestación. Hay que recordar también que el Gobierno americano en estos momentos está cambiando de actitud con respecto a la política de Trump. En estas últimas dos o tres semanas hubo una entrevista entre el secretario de Estado norteamericano y el ministro de Exteriores marroquí y, en la nota que se dio sobre esa reunión, el secretario de Estado norteamericano lo que hace es recomendar a Marruecos que apoye plenamente las decisiones que tome las Naciones Unidas al respecto. Por otra parte, lo que tenemos que ver es cuál es la situación de Ceuta y Melilla. No solo no reconocen a Ceuta y Melilla como parte del territorio español, sino que además en este momento están acosadas por el tema de la inmigración, no hay aduanas y, obviamente, hay problemas económicos serios por la falta de capacidad de conexión económica y comercial.

Al final de la historia, nos corresponde a nosotros, a todos nosotros, con nuestras capacidades, garantizar esa integridad territorial

Ceuta y Melilla son parte de la integridad territorial española y punto. Eso no solo lo reconoce España, sino que es un dato fundamental de cualquier tipo de reconocimiento internacional. Ceuta y Melilla nunca han sido parte de los territorios no autónomos que enumera Naciones Unidas, sin embargo, el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio no autónomo y consiguientemente sometido a un proceso de descolonización. Luego está todo el tema también de si Ceuta y Melilla son o no parte de la OTAN. Lo que tenemos que tener muy claro los españoles es que, primero, tenemos unos apoyos internacionales muy nítidos y muy contundentes, tanto por parte de la Unión Europea como por parte de la OTAN. Lo que tenemos que tener en cuenta es que, al final de la historia, nos corresponde a nosotros, a todos nosotros, con nuestras capacidades, garantizar esa integridad territorial y si hay que defenderla, seremos en primer lugar los españoles los que tengamos que defenderla. Espero que no lleguemos a esa situación, porque no tiene sentido y porque soy el primero en desear unas buenas relaciones con Marruecos. Creo que es importante. Es un vecino de España, un vecino de Europa, precisamente los ofrecen a Europa precisamente por Ceuta y Melilla, y a los dos países, fundamentalmente a ellos, les interesa que esas relaciones sean fluidas, sean normales y sean fructíferas para ambos lados. Pero esas relaciones hay que construirlas sobre la base del respeto mutuo, con respeto a las normas del derecho internacional y, consecuentemente, con respeto a lo que constituye fundamentalmente los principios de la Carta de las Naciones Unidas».

Inocencio Arias

El exdiplomático Inocencio Arias, en un coloquio, en 2020

El diplomático Inocencio Arias, en un coloquio, en 2020Josefina Blanco / Europa Press

«Ahí hay gato encerrado, que no lo sabremos. El cambio de Pedro Sánchez, si hubiese sido moderado, paulatino, suave, si hubiese dicho 'los saharauis deben pronunciarse pero habría que estudiar también la propuesta de Marruecos'..., pero fue una propuesta brusca, abrupta, radicalmente diferente de la anterior, que estaba en contra de lo que ha sostenido siempre el Gobierno español, de lo que dice la ONU, y del programa de Pedro Sánchez. No es un cambio ideológico ni político. Esto sólo se explica con que los servicios secretos marroquíes, que son, en estos momentos, bastante sofisticados y que han interceptado conversaciones del presidente de Francia, nada menos, y de la cúpula argelina, ¿cómo no van a haber interceptado conversaciones de Sánchez? Conjeturando, han pillado una frase que debe ser escandalosa por lo anticonstitucional y antiespañola. Han pillado la frase que Sánchez le ha dicho a algún ministro o a un colega del partido o a un amigo y se la han grabado y la tienen. Supongamos que está hablando con –Fernando– Grande-Marlaska por teléfono y le decía que 'los marroquíes son muy impacientes y no debemos incordiarlos ni ellos mandarnos más avalanchas de gente porque nosotros estamos teniendo una postura muy deferente con ellos y tarde o temprano ellos deberían saber que yo les voy a entregar Ceuta y Melilla'. Estoy simplemente pensando en qué barbaridad podría haber dicho y que le costaría las elecciones ahora y en cuatro años tampoco podría presentarse.

¿Por qué, si los marroquíes le han prometido algo serio, no lo explica?

¿Por qué, si los marroquíes le han prometido algo serio, no lo explica? ¿Por qué, si los marroquíes se han comprometido a no agitar el tema de Ceuta y Melilla en tres generaciones, no lo explica? Es un tema inexplicable e inexplicado. Trump dijo que el Sáhara era marroquí pero sí explicó lo que consiguió: 'Tú reconoces a Israel y estableces relaciones diplomáticas, que no las quieres, y yo digo que el Sáhara debe ser tuyo'. Si Trump lo ha explicado, ¿por qué no lo explica Sánchez?».

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