Albares activa los «hechos comprobables» que exigía Puigdemont y pide a la UE que se use el catalán
El ministro de Exteriores solicita por carta, horas antes de la constitución de las Cortes, que se pueda utilizar también el euskera y el gallego en Europa
A las diez de la mañana se constituían las Cortes Generales y a las 6.47 horas accedía el Gobierno a las exigencias planteadas por Carles Puigdemont para que Junts le diera su apoyo. Para que Francina Armengol fuera nombrada presidenta del Congreso de los Diputados, el líder del procés, fugado de la Justicia, demandaba «hechos comprobables» y no promesas por parte de Pedro Sánchez, después de que este hablara de poner medios para usar más el catalán en las instituciones.
Esos «hechos concretos» se materializaron pocas horas antes de que comenzara el pleno en el Congreso. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, envió a la Presidencia del Consejo Europeo una carta en la que solicitaba poner en marcha el mecanismo para que fueran reconocidos el catalán, el euskera y el gallego como idiomas oficiales dentro de las instituciones europeas.
El titular de Exteriores pide, de esta forma, que se inicien los procedimientos previstos en el reglamento para que este tema sea debatido en el próximo Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, que tendrá lugar en Bruselas el 19 de septiembre.
La carta, registrada en Bruselas poco más tarde de las ocho de la mañana, tendrá que ser ahora estudiada y los organismos competentes valorarán si incorporan como punto del día en la próxima reunión el uso del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones. En la solicitud de Albares no se incluyen otros idiomas cooficiales en España como pueden ser el valenciano o el aranés.
De esta forma, el Gobierno de Pedro Sánchez cede a las exigencias impuestas por Puigdemont para darle su apoyo y acerca la posible investidura del candidato socialista. Este movimiento de pedir el uso del catalán en las instituciones ya lo realizó José Luis Rodríguez Zapatero durante su legislatura, pero fue rechazado por Bruselas porque había que modificar los tratados para llevarlo a cabo.
Consciente de ello, lo que ahora pide Albares es que se tenga en consideración realizar un cambio en los tratados para así poder abordar el uso del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales en la Unión Europea. Actualmente hay 24 idiomas que se pueden utilizar dentro de las instituciones: el alemán, el búlgaro, el checo, el croata, el danés, el eslovaco, el esloveno, el español, el estonio, el finés, el francés, el griego, el húngaro, el inglés, el irlandés, el italiano, el letón, el lituano, el maltés, el neerlandés, el polaco, el portugués, el rumano y el sueco. Ninguna de ellas corresponde a una región, sino que son lenguas oficiales en la totalidad del territorio de alguno de los Estados miembros.