Juan José Imbroda (PP), presidente de Melilla
«Marruecos ha hecho lo que le ha venido en gana con España respecto a la frontera de Ceuta y Melilla»
Imbroda se muestra muy crítico con el Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusa de no haber hecho nada para impedir la «humillación» de la ciudad
Juan José Imbroda (PP) ostenta el récord de ser el presidente autonómico con mayor número de mandatos a sus espaldas (cinco en total entre 2000 y 2019). Hace menos de un mes que ha retornado a la jefatura de la ciudad autónoma de Melilla tras cuatro años en la oposición. En un mensaje grabado ha tachado de «afrenta total a nuestra nación», la incorporación en un mapa oficial marroquí de Ceuta y Melilla como «ciudades marroquíes», así como también a la «Constitución, a nuestra historia y nuestra soberanía».
«Yo no entiendo –asegura en el mensaje grabado al que ha tenido acceso este medio– cómo todavía el Gobierno nacional, aunque esté en funciones, no haya llamado al embajador o embajadora marroquí en Madrid para presentar una protesta formal severa por esa intromisión, esa injerencia en nuestra soberanía».
Esas declaraciones precedieron el rechazo del PSOE a la inclusión de ambas ciudades autónomas españolas en el mapa oficial de Marruecos, documento que también incluía al Sáhara occidental.
En una entrevista con El Debate en el Palacio Presidencial de la ciudad autónoma de Melilla, Imbroda expone su proyecto político que cada vez mira más al norte (Europa) en lugar del sur (Marruecos), y se muestra muy crítico con el Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusa de no haber hecho nada para impedir la «humillación» de la ciudad.
–Uno de sus planes, según ha manifestado públicamente, es mirar al norte. Precisamente, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha defendido hace poco que Ceuta y Melilla son literalmente «territorios que pertenecen a la Unión Europea y forman parte de su frontera exterior». ¿Cree que la UE debería ir más allá de la retórica, en particular, cuando se trata de Marruecos?
–Pues creo que sí. Es importante que la Unión Europea fije su postura y diga las cosas claramente, porque es así lo que dijo Josep Borrell. Melilla y Ceuta pertenecemos a la Unión Europea porque somos parte de la soberanía española, de la nación española y, por lo tanto, estamos ahí. Pero también para que la UE se active para tomar decisiones políticas con respecto a algún problema, es el Gobierno nacional el que tiene que acudir a instancias superiores como la Unión Europea.
En este caso, Sánchez no lo ha hecho ni ha querido hacerlo. Se lo hemos demandado públicamente e inclusive en intervenciones parlamentarias también. Él sabrá las causas que tiene, las razones por las cuales no quiere acudir a la Unión Europea cuando ha hecho falta.
–Los melillenses se quejan de que el cierre de las fronteras está afectando seriamente la actividad económica. Teniendo en cuenta que la apertura de aduanas comerciales forma parte del acuerdo del año pasado entre España y Marruecos, ¿cuál es la situación actual y qué planes tiene desde su Gobierno para tratar de impulsar esto como presidente de la ciudad autónoma?
–Marruecos ha hecho lo que ha querido, lo que le ha venido en gana con España con respecto a la frontera de Ceuta y Melilla cada vez que ha querido. Y el señor Sánchez lo ha aceptado y lo ha aguantado.
Pero si resulta que hay un documento conjunto que se publicó por parte de Rabat con un acuerdo con el cual se entregaba la soberanía del Sáhara a Marruecos por parte del señor Sánchez, y resulta que en Moncloa dicen que no saben quién ha hecho ese documento... Pues a partir de ahí, algo tan importante como es la cesión de la soberanía del Sáhara a Marruecos y no se sabe quién lo ha hecho, imagínese el rigor que hay en la relación diplomática de España y Marruecos.
Luego también se habla mucho de los teléfonos, de los pinchazos al presidente Sánchez... Todo esto lo combinamos y entonces Marruecos hace lo que quiere.
Recién llegado Sánchez al Gobierno (2018) suprimió de un plumazo una aduana comercial europea aquí en Melilla, que era centenaria, y hace ya casi dos años que firmaron un compromiso en Rabat diciendo que van a abrir la frontera, que todo se iba a normalizar y no han hecho nada.
Ya se tendría que haber puesto todo lo necesario para que Melilla estuviera mirando al norte, que es: más relaciones con Andalucía, más presencia del Estado en Melilla, más introducción de la Unión Europea, aduana comercial, regiones ultraperiféricas.
–Si he entendido bien, ¿usted cree que no queda claro si esta apertura de aduanas comerciales forme parte de ese acuerdo?
–A los hechos me remito. Y del acuerdo hace ya casi dos años, ¿y qué han hecho? Nada. La aduana comercial sigue cerrada. Además, se da la paradoja de que desde Melilla usted puede pasar a Marruecos con su documentación correspondiente y se puede comprar allí tres teléfonos móviles o lo que sea, y se lo traen para España y no pasa nada. Aquí se acepta. Pero, sin embargo, si va usted para allá con un paquete de frutos secos cerrado, los aduaneros marroquíes se lo hacen abrir. O sea que no se puede pasar nada. Entonces, fíjese la reciprocidad y el acuerdo que hubo. Así que el régimen de aduana de viajeros tampoco está marcha.
Se da el sarcasmo de que ellos ganan y nosotros perdemos. Es que además yo lo veo como una humillación a los intereses de los melillenses.
–El presidente del PP, Núñez Feijóo, impulsó la reprobación del ministro del Interior, Grande-Marlaska, por no haber «aclarado aún» las muertes en la valla en junio de 2022, cuando murieron al menos 23 inmigrantes al intentar entrar en España. ¿Qué cree que se debe hacer para impedir sucesos como esta tragedia en el futuro?
–Tiene que haber una política común migratoria de Europa para que todos remen en la misma dirección. Europa es una potencia fortísima y puede ir al origen de los países de donde están viniendo los inmigrantes para poner allí orden y apoyarlos, inclusive económicamente.
¿Qué hay que hacer? Exigirle a Marruecos que cumpla con los derechos humanos. Lo que pasó en la valla es inconcebible, que fue en Marruecos, no en Melilla. Lo que pasa es que es la valla de España con Marruecos, porque muchas veces hablamos de la valla de Melilla. España tiene que ponerse seria para que se respeten los derechos humanos y además que [las fuerzas de seguridad marroquíes] pongan orden. Lo que no se puede hacer es dejar que se acumularan miles de inmigrantes en los aledaños de Melilla, en los bosques cercanos.
Ahora parece que hay más control. Creo que Marruecos, por su crédito exterior, ha puesto ya algún orden en este sentido, pero es totalmente rechazable lo que ocurrió aquel 24 de junio, una catástrofe que no se puede perdonar.
–ONG locales e internacionales han instado repetidamente a las autoridades españolas y marroquíes a restablecer un acceso genuino y efectivo al asilo para reducir el riesgo de que se produzcan sucesos trágicos. Aseguran que se restringe el derecho a solicitantes de asilo de origen subsahariano desde la pandemia. ¿Existen vías seguras para los solicitantes de asilo en Melilla?
–Una inmigración irregular siempre es peligrosa. No está sujeta a la ley, a la norma y, por lo tanto, siempre tiene un riesgo que, desgraciadamente, se paga con vidas. Estamos viendo que el Mediterráneo se está llenando de cadáveres.
Aquí el derecho de asilo está muy bien regulado. Es más, una persona que entra a la frontera española que pide asilo no se rechaza. La ley te obliga a abrir inmediatamente expediente. Mientras se pide el asilo tiene derecho a circular libremente por el territorio nacional, por lo tanto, aquí en Melilla no hay ningún tapón. Hay un amparo de hecho y de derecho, suficiente.
–¿Cómo ve la formación del Gobierno?
–Sánchez es un personaje listo, que no tiene escrúpulos. Tiene dos apoyos: los enemigos de España, le da exactamente igual, se les paga y punto. Y Vox, que es un sustento para Sánchez. Desafortunadamente, se han convertido en aliados sin haberlo pretendido. Pero son en los que realmente se apoya Sánchez para que Feijóo y el Partido Popular no tengan los votos suficientes para poder gobernar con soltura.