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Homenaje al etarra Igor González que se celebró el pasado día 4 en BilbaoCovite

La AVT propone multas por la vía administrativa como forma de acabar con los actos de apoyo a ETA

Recuerda que es la misma medida que acabó con la 'kale borroka'

Este domingo, dos chavales de la localidad guipuzcoana de Fuenterrabia fueron detenidos por portar una ikurriña con el lema 'Gora ETA Militarra' a pesar de que ellos apenas eran unos niños cuando la organización terrorista abandonó las armas. La pena más alta que podrían recibir sería la de atentado a la autoridad puesto que se negaron a identificarse.

La propia Fiscalía General del Estado reconoció en la presentación de su Memoria anual el pasado jueves que el enaltecimiento del terrorismo de ETA se ha convertido en «un delito casi imposible de condenar», puesto que la organización terrorista ya no existe y, por lo tanto, no hay riesgo de que se cometa a futuro ese terrorismo que se enaltece, requisito necesario para que sea perseguido penalmente.

Por eso, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, AVT, ha pedido un cambio legal para que el enaltecimiento del terrorismo se pueda perseguir por la vía administrativa en vez de por la vía penal.

Esta misma herramienta es la que sirvió en los años 90 para acabar con la llamada 'kale borroka', la lucha callejera que llevaron a cabo las juventudes de ETA hasta que fue integrada en la vía penal como actos de terrorismo.

Multas administrativas

Esta medida permitiría imponer fuertes multas a los autores de los enaltecimientos del terrorismo que, en caso de no poder ser pagadas puesto que muchos de sus autores son menores de edad, como ocurre con uno de los dos investigados por la ikurriña de Hondarribia, correrían a cargo de sus padres.

Dentro de esta figura de enaltecimiento entrarían no solo los famosos 'ongi etorris', que apenas ya se celebran cuando uno de los etarras sale de prisión, sino también otra modalidad que día a día va sustituyendo a esos actos de bienvenida, los homenajes a los etarras muertos, cada día más frecuentes en las calles del País Vasco y de Navarra.

Entre sus argumentos para pedir esta reforma destaca principalmente el daño psicológico que producen los actos de apoyo en las víctimas y sus familiares. La AVT realizó en 2020 un estudio al respecto y las conclusiones revelaban que «los actos de recibimiento y homenaje público a los terroristas generan un impacto psicológico negativo en las víctimas del terrorismo de ETA» y emociones como «el enfado, la injusticia, o la humillación, con una intensidad muy elevada». Asimismo, que «influyen negativamente» en la vida diaria e «interfieren en la recuperación psicológica de las víctimas».