El portavoz socialista, Patxi López, a su llegada al Congreso de los Diputados
El PSOE pretende incomodar al PP escondiendo quién dará la réplica a Feijóo: «Eso no es lo importante»
El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, asegura que «no me consta» que la negociación por la amnistía de los condenados catalanes se encuentre en la fase técnica
«Habrá que esperar hasta las 15 horas» para saber quién dará la réplica al candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, por parte del PSOE en el Debate de Investidura que se iniciará este mediodía en el Congreso de los Diputados, ha asegurado este martes el portavoz socialista en la Cámara Baja, Patxi López, a pesar de que el lunes El Debate ya adelantó que será Pedro Sánchez quien intervenga después del candidato popular.
El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, menosprecia el debate parlamentario al asegurar que «eso no es lo importante. Cualquiera que sea la voz de los socialistas va a denunciar que estamos ante la semana de la no investidura y que el candidato designado por el Rey ha desperdiciado un mes».
López ni tan siquiera ha querido explicar si él ha preparado algún tipo de réplica. «No hace falta mucho prepararse porque todos tenemos en la cabeza qué decir», ha afirmado en una entrevista a Televisión Española.
Con esta estrategia de ocultamiento, los socialistas pretenden incomodar al candidato popular, porque no es lo mismo preparar un discurso sabiendo que será replicado por el presidente del Gobierno en funciones y candidato socialista, que prepararlo para ser replicado por un simple portavoz.
Cuando sí se ha mostrado incómodo el portavoz socialista ha sido a la hora de negar las negociaciones que la portavoz de ERC, Raquel Sans, aseguró el lunes que ha se encontraban en la fase técnica. «A mí no me consta que haya papeles sobre la mesa, pero es evidente que hay diálogo. Llevamos cuatro años dialogando con todas las fuerzas políticas».
«Entre distintos»
Quizá fruto de esa incomodidad, el portavoz socialista ha tenido un desliz al asegurar que «lo que queremos es un entendimiento. Los países se construyen entendiéndose entre distintos», como si los catalanes fueran diferentes al resto de españoles.