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El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen

El presidente del Gobierno en funciones junto a Charles Michel y Ursula von der LeyenAFP

Sánchez pronuncia por primera vez la «amnistía» y anima a la oposición a acudir al TC si quiere validar el acuerdo

El presidente del Gobierno reconoce otra vez las negociaciones e invita a la oposición a acudir al Tribunal Constitucional si no les gusta el pacto

Pedro Sánchez pronunció por primera vez la palabra «amnistía» desde que se produjeron las elecciones del pasado 23 de julio. Las cuentas de los comicios le obligaban a llegar a un acuerdo con Puigdemont si quería conseguir los siete diputados de Junts y el expresidente catalán, con poder de negociación, puso la amnistía sobre la mesa. Pero hasta ahora Sánchez se había negado a mentarla.

El presidente del Gobierno va paso a paso. Este jueves reconocía por primera vez negociaciones acerca de la amnistía y este viernes pronunció la palabra por primera vez. El líder del Ejecutivo prometió también que los ciudadanos tendrían acceso al acuerdo y que este será «público y transparente» cuando se llegue a él. Pero invitó a todos a esperar a que estuviera cerrado, porque no puede hablar todavía de algo que «no está acordado».

Sánchez definió la «amnistía» como «una forma de tratar de superar las consecuencias judiciales a la situación que vivió España con una de las peores crisis territoriales de la historia de la democracia en 2017». Aseguró que conocía perfectamente la solución que tiene para ese problema su socia Yolanda Díaz, pero marcó distancias con ella indicando que la suya no era no es la propuesta del PSOE.

El candidato a la investidura asegura que la suya será «real», en clara alusión al «no» que recibió Feijóo por parte del Congreso de los Diputados a finales de septiembre. «Los españoles han hablado, nos han dicho cuál es la representación parlamentaria de cada uno de los grupos y el deber de los partidos es tratar de trabajar para entendernos», indicó para justificar sus negociaciones con los independentistas.

La intención de Sánchez es lograr «cuanto antes» un Gobierno en España, aunque pidió tiempo para llegar a un acuerdo. No puede «anticipar» el pacto «hasta que no se produzca», pero prometió que, cuando exista, será un acuerdo «absolutamente transparente y público», además de que mantendrá el espíritu que ha defendido su Gobierno los últimos cinco años y siempre «en el marco de la Constitución».

En este sentido, garantizó que los acuerdos serían «validados» por el Congreso de los Diputados y animó a la oposición a acudir al Tribunal Constitucional si así lo consideraban conveniente. Lo hizo justo después de volver a alardear de la situación actual que hay en Cataluña en comparación con la que se encontró cuando asumió la presidencia del Gobierno.

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