Así funcionan las casi invisibles mafias de la inmigración a Canarias
No hay ningún hecho político o social que justifique la explosión migratoria de los últimos meses salvo la acción de las mafias
Desde mediados del pasado mes de julio, las Islas Canarias viven una de las avalanchas migratorias más grandes de la historia. De hecho, si se mantiene la tendencia, el número de inmigrantes llegados ilegalmente al archipiélago superará a la histórica 'crisis de los cayucos', que en 2006 llevó hasta las islas a 31.678 inmigrantes. De momento, este año llevan ya más de 27.000.
Esta avalancha se ha producido de repente, sin que se produjera ningún acontecimiento político o social que no existiera antes y la provocara. No hay más que ver que en los 6 primeros meses del año, habían llegado hasta la isla de El Hierro un total de 9 inmigrantes. En los cuatro meses siguientes son ya más de 6.000 los que han desembarcado en el puerto de La Restinga.
Detrás de este cambio de tendencia no hay otra cosa más que las mafias del tráfico de seres humanos que, igual que hicieron en 2006 con la 'crisis de los cayucos', esta vez han activado otra vez la que se denomina 'Ruta Atlántica' o 'Ruta Canaria', un trayecto que parte de los puertos de Dakar, San Luis o Nuadibú, en las costas de Senegal o Mauritania, y llega hasta las Islas Canarias en un trayecto de 1.450 kilómetros.
Sin embargo, no parece muy fácil detectar estas mafias. El último desmantelamiento en España se produjo el pasado mes de febrero, cuando se detuvo a 19 personas que hacía la ruta argelina (norte de África-Almería) y, de paso, transportaba también droga y productos de contrabando.
Pero las mafias que transportan personas por la 'Ruta Canaria' son diferentes. En 2018 se desmanteló en Nuadibú la última gran organización mafiosa de esta ruta en la que fueron detenidos los tres cabecillas de la organización y 15 senegaleses que iban a emprender la ruta.
La captación de quienes pretendían venir en cayuco a las costas canarias se había producido en sus respectivos lugares de origen por colaboradores con distintas organizaciones, tanto en Senegal como en Mauritania.
Una vez captados y con todas las instrucciones dadas, los futuros inmigrantes llegaban al interior del inmueble situado en el barrio de Lereghid, en Nuadibú, en grupos de tres personas y durante varios días, e incluso el día antes de que se produjeran las detenciones, todo ello para evitar sospechas. Una vez en la casa no podían salir en ningún momento a la espera de que uno de los organizadores, de origen senegalés, les trasladase al punto exacto de su partida. Hasta el último momento pretendían captar más candidatos con la intención de incrementar los ingresos.
En la vivienda fueron incautados 70 litros de combustible, 2 garrafas de aceite de motor, un dispositivo de posicionamiento y navegación GPS, chalecos salvavidas, trajes de agua, guantes, mantas, colchonetas, así como material para cocinar: hornillos y botellas de gas, comida y bebida para los días de travesía.
Hoy en día, las embarcaciones son mucho más grandes. No llegan cayucos con 15 inmigrantes como era el caso, sino que cada embarcación transporta hasta 320 personas, que es el récord alcanzado hasta el momento. Y, si para 15 personas se incautó todo ese material, resulta fácil calcular lo que se necesitaría para atravesar el Atlántico con cientos de inmigrantes.
Según un informe elaborado para el Real Instituto Elcano por el que fuera jefe del Centro de Coordinación Regional de Canarias, el comandante de la Guardia Civil Francisco Javier Vélez, "en algunos casos se aprovechan las embarcaciones dedicadas a la pesca y compradas de segunda mano, pero en otros se adquieren para dedicarla en exclusiva a este tipo de actividad. Suelen llevar dos motores, que habitualmente son de 40/60 CV cada uno en el caso de los cayucos y de 15 CV en el de las pateras, y los bidones con combustible suficiente (hasta 600 litros) para realizar travesías que pueden llegar a durar 15 días. Las acciones preparatorias de estos viajes deben incluir la adquisición de mercancías que cubran tanto las necesidades básicas de alimentación y suministro de agua, como otras que permitan la navegación: un sistema portátil de navegación GPS, ropa de agua y de abrigo y lonas para ocultarse y protegerse durante la travesía.
Un trayecto inviable en cayuco
1.450 kilómetros de Senegal a El Hierro: crece la sospecha de que las mafias usan barcos nodriza con inmigrantes
De ahí que cada vez aumenten las sospechas de que en la última avalancha de cayucos se utilicen barcos nodriza para acercar las barcas a pocas millas de las costas canarias. Si se introdujera todo el material necesario para realizar la travesía en un cayuco, no cabrían los inmigrantes.
En el caso de los buques dedicados a inmigración masiva, sus principales lugares de partida son los puertos de diferentes países del Golfo de Guinea como Conakry o Bissau.