El amargo lamento de una víctima del terrorismo ante la salida de prisión del asesino de su hermano

«Aeste asesino le han puesto en la calle Íñigo Urkullu y su Gobierno Vasco (...) Esta es la 'justicia' que se deriva de la política de Pedro Sánchez». Con este lamento, Mikel Buesa, hermano del dirigente socialista, Fernando Buesa, ha lamentado en las redes sociales la concesión del tercer grado al etarra Asier Carrera, el individuo que apretó el botón del coche bomba que asesinó a Fernando Buesa y a su escolta, Jorge Díez.

Carrera es uno de los dos terroristas que han progresado a tercer grado, es decir, que ha quedado en semilibertad en este mes de octubre. Los otros tres a los que el Gobierno Vasco concedió el mismo privilegio han visto paralizada su progresión.

El tercer grado significa que el preso tan solo tiene que acudir a prisión para dormir entre semana. El resto de tiempo lo pasa en libertad.

Pero no es la primera vez que este terrorista ha visto su progresión a tercer grado. La anterior fue recurrida y anulada el pasado mes de febrero porque «es prematura». Alegaba la Audiencia Nacional que el etarra todavía no había disfrutado de permisos penitenciarios y éstos eran necesarios para que le fuera concedido el tercer grado. Así que el Gobierno vasco se puso manos a la obra y ahora le ha vuelto a conceder un tercer grado.

Y es que Asier Carrera no verá cumplida condena hasta el año 2030. En realidad, fue condenado a 136 años de prisión: 100 por el asesinato de Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez, y otros 36 años por el intento de asesinato del diputado general de Álava, el popular Ramón Rabanera. Pero la acumulación de condenas y el límite máximo de 30 años de prisión que dictan las leyes, hace que se le considere cumplida la condena en noviembre de 2030.

Desde que en octubre de 2021 el Gobierno Vasco asumiera la competencia de las Políticas Penitenciarias, son ya 58 los terceros grados concedidos a 48 presos etarras. Esa diferencia de 10 terceros grados se debe a que, como el caso de Asier Carrera, algunos de estos terroristas han tenido que ver concedido en más de una ocasión ese tercer grado debido a que el primero fue revocado por la Audiencia Nacional.

Tampoco son buenos tiempos para la familia Buesa. Hace justamente un mes, Mikel Buesa y el resto de la familia vio cómo se vandalizaba la tumba del exdirigente socialista y el monolito que en Vitoria recuerda su asesinato y el de su escolta.