Los radicales se ceban con Fernando Buesa y atacan su memoria por segundo día consecutivo
Tras la vandalización este jueves del monolito donde fue asesinado por ETA, ahora han llenado de pintura su panteón
Después de que este jueves el monolito erigido en el lugar del campus de la Universidad del País Vasco en Vitoria donde fue asesinado el 22 de febrero de 2000 el que fuera vicelendakari del Gobierno vasco, el socialista, Fernando Buesa, junto con su escolta, Jorge Díez, fuera rociado de pintura negra, este viernes ha sido el panteón donde descansan sus restos el que ha sido vandalizado también con aerosol.
«El dolor ante estos hechos es muy profundo. Con todo, mantenemos inquebrantable nuestro trabajo por la memoria de las víctimas y la deslegitimación del terrorismo», ha expresado la familia en redes sociales a través de la Fundación Fernando Buesa.
Todas las formaciones políticas han condenado estos ataques. Incluso el propio Arnaldo Otegi ha rechazado estos ataques, eso sí, sin mencionar la palabra «condena». Sin embargo, el grupo municipal de Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria, donde se encuentran los memoriales vandalizados, se ha negado a firmar un texto de condena de estos hechos.
Estos ataques se producen a falta de 15 días para que se cumpla el décimo segundo aniversario del anuncio del abandono de las armas por parte de ETA. Sin embargo, estos ataques demuestran que, aunque sin pistolas, los radicales continúan atacando a todo aquello que no coincida con su ideología.
«Fue un hombre de paz. Defendió la libertad de todos con la palabra», es el texto que a modo de epitafio se puede leer en la lápida de la tumba de Fernando Buesa que este viernes ha sido vandalizada y que los radicales no han podido soportar.
Esta es la segunda vez que se vandaliza la tumba de Fernando Buesa. Hace tres años, en julio del 2020, sufrió un ataque muy similar que aglutinó igualmente un profundo rechazo.