Vox espera la respuesta del PP para buscar una estrategia conjunta frente al «golpe» de Sánchez
Desde el partido de Santiago Abascal lamentan que los populares «vuelvan a la estrategia del 23-J». Les afean entre otras cosas su petición de no presentarse a las autonómicas gallegas
Pasada la investidura de Pedro Sánchez, tras meses de incertidumbre y secretismo entre los socialistas y sus socios, el Gobierno, con sus 22 ministros recién nombrados, ha empezado su andadura y ha puesto en marcha los trámites para aprobar cuanto antes su primer pago al apoyo de los separatistas catalanes: la ley de amnistía. PP y Vox trabajan para frenarlo, en España y también en Europa, con iniciativas que hasta la fecha han impulsado de forma separada.
Hace una semana, desde Cibeles, en la nueva manifestación de la sociedad civil contra los pactos del PSOE, Santiago Abascal comunicó que había pedido una reunión a Alberto Núñez Feijóo para «coordinar» una respuesta institucional en las comunidades autónomas y en el Senado, donde los populares tienen mayoría absoluta. Reconoció diferencias, en concreto jurídicas, entre ambos partidos, pero indicó que deben intentar «todo lo posible» para frenar lo que denuncian como un golpe de Estado encabezado por Sánchez, el PSOE y el separatismo. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, defendió, por su parte, la «autonomía» de su partido para marcar de forma independiente las acciones que llevar acabo.
Unos días después, el líder de Vox volvía a lanzar desde Estrasburgo –donde se celebraba el debate sobre el Estado de derecho en España– su propuesta de dar una «respuesta conjunta y coordinada» que pueda ser más eficaz que las acciones separadas. «Hemos planteado al PP encuentros para poder responder de manera coordinada, pero hasta ahora le hemos encontrado poco proclive a colaborar o acordar la respuesta al golpe», afeó a Génova, indicando que a nivel autonómico sí se mostraban más partidarios de una colaboración como socios de gobierno.
Fuentes cercanas a la dirección nacional de Vox señalan a El Debate que están esperando respuesta del PP. «No nos han dicho ni que sí ni que no», indican. Eso sí, el partido de Abascal se ha mostrado molesto con las últimas actuaciones y declaraciones del PP. En Vox no ha gustado nada que, por ejemplo, los populares les hayan sugerido no presentarse a las elecciones autonómicas de Galicia que se celebrarán en unos meses, pese a que colaboran en seis regiones y los populares gobiernan en estas gracias a sus votos.
En concreto, Miguel Tellado, vicepresidente de organización, argumentó hace unos días que las encuestas dan al PP mayoría absoluta en la región y a Vox «cero posibilidades de obtener un escaño». «Es evidente que si hay votantes de centro-derecha que cogen la papeleta de Vox, esa papeleta no se va a traducir en escaños», afirmó el popular en EsRadio.
En la formación de Abascal lamentan que el PP «vuelva a la estrategia del 23J» de «criminalizar a Vox». «Siguen más preocupados de detener a Vox que de detener al golpe. Y esa es la estrategia que les llevó al desastre del 23 de julio», afirman las citadas fuentes. Y es que después de las generales, reprocharon al PP su llamada al voto «útil» y la «demonización» del partido, además de su ofrecimiento de pactos a los socialistas. Abascal, recriminándole todo ello, le espetó a Feijóo en el debate de su investidura: «Vox no es el enemigo».
Otro punto de fricción ha sido esta semana el Senado. Vox lo ve como el «bastión de resistencia», en palabras de su secretario general. Un dique de contención frente al Gobierno de Sánchez, dado que en esta institución el PSOE y el separatismo no cuentan con mayoría. Este martes, Vox llevó al Pleno una moción para ilegalizar a Junts y a ERC. El PP no la apoyó y les afeó querer buscar con ella un «forzado protagonismo» y tener «un altavoz que les haga parecer los mayores defensores de España» frente a ellos.
En los últimos días han pedido a los populares a que no admitan a trámite la ley de amnistía una vez llegue del Congreso, y han solicitado que el letrado mayor de la Cámara Alta emita un informe sobre la norma propuesta por los socialistas: si este constata su inconstitucionalidad, no se podría tramitar. En esto insistía también la portavoz del grupo parlamentario, Pepa Millán, que pidió al PP utilizar su mayoría en el Senado «en defensa de la legalidad y del orden constitucional».
A preguntas de los periodistas, la diputada de Vox señaló este jueves que «de facto» su partido parece ser la única oposición al Gobierno. «El PP denuncia este golpe, este atropello, pero luego no actúa en consecuencia. Hay dos formas de enfrentarlo: o desde la unidad de la oposición o desde el partidismo. Ellos sabrán por qué opción se van a decantar», afirmó.