El empeño del Gobierno vasco por sacar a los etarras de la cárcel: Atristáin recibe el tercer grado por tercera vez
Más de un tercio de los presos de ETA se encuentran ya en la calle pese a tener condenas pendientes
El Gobierno vasco ha concedido por tercera vez el tercer grado al etarra Xabier Atristain, condenado a 17 años de prisión por pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos. Es la muestra más evidente del empeño que tiene el PNV en sacar a los etarras de la prisión como parte de la hoja de ruta pactada con el Gobierno de Pedro Sánchez que comenzó con el acercamiento masivo de los presos a las cárceles vascas.
Al fin y al cabo, la concesión del tercer grado significa a efectos prácticas tener la semilibertad, ya que los presos tan solo acuden a la cárcel para dormir.
El caso de Atristain es un continuo de entrar y salir de prisión. En febrero de 2022 salió de la cárcel después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminara que durante el juicio no había contado con todas las garantías procesales. En junio de ese mismo año, la Audiencia Nacional ordenó su ingreso en prisión para salir un mes más tarde con el primer tercer grado que le concedió el Gobierno vasco y que fue revocado en octubre.
En febrero de 2023, el Gobierno de Íñigo Urkullu le dio el tercer grado nuevamente para regresar a prisión en junio tras un nuevo revocamiento de la Audiencia Nacional. Ahora saldrá otra vez a la espera de si la Fiscalía vuelve a recurrirlo.
En todas las veces anteriores, el motivo para revocar el tercer grado era que el terrorista no pedía perdón de forma sincera. Utilizaba una carta tipo que los etarras tienen a su disposición. Ahora el Gobierno vasco alega que Atristain ha presentado un escrito «de su puño y letra que profundiza en el reconocimiento del dolor causado».
Una hoja de ruta bien marcada
El caso de Xabier Atristain es el más evidente de la estrategia establecida para sacar a todos los etarras de prisión, tal y como ha expresado el líder de Bildu, Arnaldo Otegi en distintas ocasiones.
En un primer momento, el Gobierno de Pedro Sánchez acercó a todos los presos etarras a las cárceles vascas. Al mismo tiempo, entregaba al PNV las competencias penitenciarias. Todo esto se hacía a instancias de Bildu, socio prioritario del Gobierno de España. Era la recompensa por la frase que pronunció Otegi en octubre de 2021 de que «si para tener a los presos en la calle tenemos que votar los Presupuestos, los votaremos».
Bildu ha venido votando los Presupuestos de Pedro Sánchez año a año y Pedro Sánchez, a través del PNV, va sacando a los presos etarras de las cárceles semana a semana.
Más de un tercio de los presos de ETA se están beneficiando ya de las concesiones penitenciarias. De hecho, solo el año pasado, el Gobierno vasco concedió 61 terceros grados a 51 presos etarras. Esta diferencia se debe a que en diez casos, el Gobierno vasco ha tenido que insistir en la concesión de terceros grados en diez casos, uno de ellos el de Atristain, que habían sido revocados por no cumplir con los requisitos establecidos por la ley.
Además, 18 presos han cumplido su condena durante 2023 y otros 14 se encuentran en situación de libertad condicional o en prisión domiciliaria.