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Francisco Martínez, en una imagen de archivo

Francisco Martínez, en una imagen de archivoEuropa Press

El exnúmero 2 de Interior pide que se revoque su imputación en una pieza separada del caso Villarejo

Cuestiona que se le haya imputado en base a unos «garabatos» de las agendas del excomisario sin que ningún testigo le haya mencionado en relación a los hechos

El exnúmero dos de Interior en el Gobierno de Mariano Rajoy, Francisco Martínez, ha cargado contra el juez del caso Villarejo por imputarle en relación a las supuestas presiones sufridas por el extesorero del PP Luis Bárcenas y uno de sus abogados, cuando la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal fue citada en su día como testigo.

Quien fuese mano derecha de Jorge Fernández Díaz en el Ministerio durante el Gobierno de Mariano Rajoy ha reclamado a la Audiencia Nacional que revoque el auto en el que el juez Manuel García-Castellón le imputaba en esta pieza separada del caso Villarejo, donde se investiga si «terceras personas vinculadas al PP» presionaron a Bárcenas y a Javier Gómez de Liaño para evitar que saliesen a la luz informaciones comprometedoras del caso Gürtel.

En su escrito el exsecretario de Estado de Seguridad cuestiona que se le haya imputado en base a unos «garabatos» de las agendas del excomisario José Manuel Villarejo sin que ningún testigo ni investigado le haya mencionado en relación a los hechos.

Martínez hace hincapié en que el «único responsable» de esas «palabras garabateadas», Villarejo, fue citado como testigo sobre unos hechos que, según «se infiere», pudieron cometerse «para favorecer a una organización política (el PP) cuya representante (Cospedal) también es citada como testigo».

La defensa de Martínez, ejercida por los letrados Juan Antonio Frago y Verónica Suárez, destaca que ni la Fiscalía ni el juez han mencionado los delitos por los que debería ser investigado el exnúmero dos de Interior y, consecuentemente, no valoran la «posible prescripción» de unos hechos que se remontarían al año 2013.

Reprochan que el juez no haga «el más mínimo relato de la supuesta participación de nuestro defendido» y que su imputación se centre en unos apuntes de Villarejo que hacen referencia a «Chisco».

Y recuerdan que en el caso Kitchen, por el que se sentará en el banquillo con Fernández Díaz y la antigua cúpula policial, se alude a él como «Choco» no como «Chisco», y subrayan que «nadie, jamás» se ha referido a él con ninguno de esos dos apodos.

Al imputarle, el juez consideró que había indicios de que tanto Martínez como el exnúmero 2 de la Policía Eugenio Pino fueron informados de «actuaciones» llevadas a cabo en relación a Gómez de Liaño cuando defendía a Bárcenas.

Varias anotaciones de Villarejo harían «expresa referencia» al abogado y exjuez y aludirían a «eventuales pagos opacos» recibidos por parte de un cliente, Zakhar Kalashov, considerado jefe de la mafia ruso-georgiana y condenado en 2010 en España por blanqueo.

Martínez incide en que no es lo mismo sostener que se quiso «imputar falsariamente» a Gómez de Liaño «haber cobrado de un mafioso ruso en Suiza», a que este cobro fuese real o que el exsecretario de Estado de Seguridad lo planificase o fuese informado «de algo que hizo la Policía Nacional por su cuenta».

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