Sánchez, que antes renegaba de las puertas giratorias, ha colocado a 12 ministros en puestos clave del Estado

Después de que Pedro Sánchez haya designado a la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, como próxima presidenta del Consejo de Estado –«el supremo órgano consultivo del» país, tal y como lo define la Constitución– circula por las redes sociales un vídeo del también líder del PSOE arremetiendo contra las denominadas «puertas giratorias». En septiembre de 2014, en una entrevista en Mediaset, Sánchez aseveró que las puertas giratorias «se acabaron» y que «hay que cerrarlas». «La decisión política es la de cerrar las puertas giratorias», zanjó.

Dos de las últimas colocaciones de exmiembros del Gobierno de Sánchez en organismos públicos se han producido en los últimos meses. La que fuera titular de Transportes hasta noviembre de 2023, Raquel Sánchez, tardó apenas un mes en ponerse al frente de Paradores tras su salida del Consejo de Ministros; ya que llegó a su nuevo cargo el 28 de diciembre del año pasado. Ese mismo mes el también líder del PSOE designó a su exministro de Ciencia Pedro Duque presidente de Hispasat, compañía participada en un 20 % por el Estado.

Exministros embajadores

Sánchez también ha aupado a exministros suyos hasta embajadas españolas. Miquel Iceta –el extitular de Cultura que no llegó a terminar sus estudios universitarios– es desde el pasado 6 de diciembre embajador Delegado Permanente de España en la Unesco, mientras que Héctor Gómez –ministro de Industria desde 28 de marzo hasta 21 de noviembre de 2023– ha pasado a ostentar la embajada permanente de España ante las Naciones Unidas.

De hecho, Iceta remplazó al frente de su actual embajada al también exministro de Cultura de Sánchez José Manuel Rodríguez Uribes, que ahora es el presidente del Consejo Superior de Deportes.

Por su parte, la extitular de Educación Isabel Celáa es la actual embajadora de España ante la Santa Sede. Igualmente, Carmen Montón –que fue ministra de Sanidad en el primer gabinete de Sánchez, y que se vio obligada a dimitir por haber copiado en su Trabajo de Fin de Máster– se encuentra al frente de la embajada Observadora Permanente del Reino de España ante la Organización de los Estados Americanos.

Mundo jurídico

Carmen Calvo va a ser la segunda ministra del actual jefe del Ejecutivo que se ponga al mando del Consejo de Estado; ente en el que también es consejera permanente María Luisa Carcedo. La antecesora de Calvo ha sido Magdalena Valerio, titular de Trabajo hasta principios de 2020, y cuyo nombramiento como presidenta del órgano consultivo el Tribunal Supremo anuló tras considerar que no era una «jurista de reconocido prestigio».

Respecto a los que lideraron la cartera de Justicia con Sánchez en la Moncloa, Dolores Delgado –ministra hasta 2020– encabezó la Fiscalía General del Estado de 2020 a 2022, mientras que su sucesor en el Ejecutivo, Juan Carlos Campo, es actualmente magistrado del Tribunal Constitucional.

Otros afines del PSOE

Además de los exministros de los respectivos Ejecutivos de Pedro Sánchez, hay otros políticos afines al PSOE que también lideran importantes entes de titularidad pública. Beatriz Corredor, titular de Vivienda con José Luis Rodríguez Zapatero como líder del Gobierno, es la actual presidenta de Red Eléctrica. A su vez, el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, ocupó el cargo de fiscal general del Estado durante el paso de Zapatero por la Moncloa.

El militante socialista desde 1973 José Félix Tezanos es el actual presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), mientras que Miguel Ángel Oliver –exsecretario de Estado de comunicación de Sánchez durante tres años– encabeza de la Agencia EFE.

Debido a todos estos nombramientos, el PP ha solicitado en el Congreso –tal y como informó El Debate en primicia– crear una subcomisión en el Cámara Baja que tenga como objetivo «la despolitización del sector público». Los 'populares' recogen en su propuesta que con Pedro Sánchez como presidente del Ejecutivo «se ha batido el récord histórico de gasto en asesores y altos cargos del Gobierno, al tiempo que se suceden los nombramientos en los que es posible rastrear vínculos e intereses de partido que se anteponen a los criterios de mérito y capacidad».