La ministra de Igualdad hace caso omiso a Armengol tras terminar su tiempo e inicia un choque con la oposición

La ministra de Igualdad, Ana RedondoCongreso de los Diputados

La ministra de Igualdad habla durante un minuto con el micrófono cerrado e inicia un choque con la oposición

Ana Redondo ha provocado una de las escenas más vergonzosas del día cuando ha continuado su discurso a pesar de tener su micro cortado al haberse quedado sin tiempo

Ana Redondo, titular de la cartera de Igualdad, ha protagonizado uno de los choques del día en el Congreso de los Diputados. La ministra ha tomado la palabra para responder a la pregunta de la diputada del Partido Popular, Patricia Rodríguez. La 'popular' le solicitaba a la ministra que contestara a la pregunta «¿cómo valora el dramático incremento de las agresiones sexuales en el último año?».

Redondo ha respondido en primer término con ataques a la diputada del PP y al partido de la oposición. Ante la repregunta de Patricia Rodríguez, la ministra ha tomado de nuevo la palabra, pero con poco tiempo disponible para su segundo turno de respuesta.

La titular de Igualdad comenzaba de nuevo con ataques a la 'popular': «Usted está frivolizando y banalizando». A continuación, ha tratado de proseguir explicando «la encrucijada» en la que se encuentra España, pero la presidenta del Congreso ha decidido cortarle el micrófono por haberse quedado sin tiempo. Algo que ocurre de forma habitual, aunque el implicado suele comportarse de mejor forma que la ministra.

Redondo ha continuado, con el micrófono apagado, pronunciando su discurso desde su escaño. Ante esta actitud, los diputados de la oposición han mostrado su rechazo, levantando la voz exigiendo que cesase la intervención. Tras casi un minuto hablando sin el turno de palabra, la ministra ha protestado diciendo: «Así no puedo, no puede ser. Es imposible».

Redondo se ha sentado de nuevo, con un gesto evidente de enfado y la presidenta Armengol ha tomado la palabra. «Ruego silencio, por favor. Entiendo que todo el mundo está muy cansado, pero ruego un poco de silencio y respeto».

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