Luis Fernando Quintero en El Debate
Coautor de 'Otegi, la última bala de ETA'
Luis Fernando Quintero, escritor: «Otegi puede iniciar una vía similar a la catalana salvando los errores que cometieron»
Como escritor, junto con Mariano Alonso, de la única biografía sobre Arnaldo Otegi, es uno de los autores que mejor conocen al líder abertzale
Desde su nacimiento en Elgoibar en 1958, la vida de Arnaldo Otegi ha discurrido en paralelo a la banda terrorista ETA. Los periodistas Luis Fernando Quintero y Mariano Alonso han sido los primeros en escribir una biografía del actual líder de los herederos del brazo político de ETA que no esté contaminada por el propio mundo abertzale: 'Otegi, la última bala de ETA' (Plaza y Janés, 2024). Diez años de investigación, le convierten en uno de los mayores expertos en la figura de Otegi.
—La primera y, quizá, más difícil pregunta: ¿Quién es Arnaldo Otegi?
—Si tuviera que contestarte de una manera concisa, intentando no alargarme demasiado, diría que Arnaldo Otegi es hoy el mismo que era hace 50 años. Es hoy el mismo que decidió entrar en ETA político militar, empuñar pistolas, someterse a la disciplina de ETA, entrenar en los campamentos, integrar comandos o grupos terroristas que fueran a realizar acciones. Y hoy, 50 años después de aquello, sigue siendo un convencido de que lo mejor para esa Euskal Herria que él tiene en la cabeza, y me atrevería a decir en el corazón, es ser un Estado independiente y socialista. No condena ni él, ni su ni su partido los atentados de la banda terrorista ETA. No considera que fueran crímenes. Considera que eran argumentos políticos en aquel momento, expresados mediante la violencia, las pistolas, los asesinatos, los secuestros y demás.
—Sin embargo, cuando más opciones parece tener, se retira de la candidatura a presidente vasco
—En un primer momento me chocó el que diera un paso atrás. Pero el paso atrás ahora está perfectamente explicado. Es un rostro ya muy conocido, muy desgastado. De los personajes políticos más longevos de España, por no decir el más el político en activo, más longevos. Y yo lo veo más como una forma de retirarse para seguir controlando. ¿Te acuerdas que dijo un día ETA estorba? Pues a Otegui le estorba su pasado etarra. Él mismo dice «yo tengo un pasado». Si él hubiera sido la cabeza visible y viendo que lo tiene reñido con el PNV, creo que es evidente que sabía que uno de los argumentos electorales en su contra iba a ser su pasado criminal. Entonces, utiliza un hombre de paja y él se queda detrás.
Luis Fernando Quintero, en la redacción de El Debate
—A pesar de eso, Bildu está disparado en las encuestas
—Una de las claves fundamentales del éxito que de momento Bildu está cosechando, que cosechó en las generales, es que se trata de un voto muy apoyado en la gente joven. Se da una paradoja, y es que, a medida que las generaciones que acceden al voto son más jóvenes, muchos de ellos ni siquiera saben qué es ETA o a lo mejor saben que fue una banda terrorista que en un momento determinado hubo en España y que mató a alguien. No son conscientes de la envergadura de la historia de terror de la banda. Esto sin duda favorece a los intereses de Bildu. Tú ves el imaginario electoral de Bildu, los carteles, toda la propaganda electoral de Bildu, y si viene un extranjero a España dice «estos son los verdes».
—También Otegi se ha molestado en blanquearse
—No te sabría decir quién ha tenido más interés en el blanqueamiento, si él mismo o el aparato generador de opiniones en España, por no decir el poder político, durante toda la etapa de la negociación de Zapatero. El primer empeñado en blanquear la imagen de Otegi era el propio Rodríguez Zapatero. «Es un hombre de paz, es un hombre que negocia». Y está muy bien reflejado en el libro. Yo creo que ha habido un interés muy manifiesto por parte del Gobierno del Partido Socialista por construir un imaginario de Arnaldo Otegi como un hombre de paz que que aborrece las armas, al mismo tiempo que se trataba de echar un manto de olvido sobre todo lo que había sido el historial de la banda terrorista ETA. De ahí esa incomodidad que durante tanto tiempo ha tenido el Partido Socialista con las víctimas del terrorismo.
—Precisamente el CEU-CEFAS presentó un informe donde se mencionaba ese blanqueamiento por parte del Gobierno.
—Da la casualidad de que ahora mismo, en el Congreso de los Diputados, el gran apestado es una víctima directa del terrorismo etarra como Santiago Abascal. Te podrá gustar más o menos como político, pero lo cierto es que él es una de las personas que más ha sufrido en carne propia el terrorismo sin haber sido objeto de un atentado. Ha sido señalado, ha sufrido los ataques a los negocios familiares, ha sido una de las personajes más perseguidos en el País Vasco. Entonces, que en el Parlamento el homologable sea Otegi y el que no vale para pactar absolutamente nada sea Santiago Abascal dice mucho de la situación política actual que hay en España.
Luis Fernando Quintero y Mariano Alonso han escrito la primera biografía de Otegi sin la contaminación abertzale
—¿Qué porcentaje de la campaña de Bildu pertenece a Otegi?
—Me atrevería a decir que el 100%. Yo creo que es el gran ordenador tanto de la campaña como de la estrategia como de los mensajes. Yo veo a Otegui detrás de cada intervención en el Congreso. Veo a Otegi detrás de cada intervención en el Parlamento Vasco. De hecho, en este libro a veces piensas que es un criminal sin escrúpulos, cosa que es. Y otras veces piensas que es un cateto. Esas declaraciones diciendo que si en la vida la cosa es escuchar música rock y manejarse por internet en lugar de contemplar la belleza de los montes de Euskadi y escuchar la txalaparta, es una vida muy aburrida y que no merece la pena es de un cateto de boina.
—Conociéndole como le conoces después de diez años de investigación, ¿hacia dónde crees que puede evolucionar?
—No tenemos una bola de cristal. Pero donde creo que acierto y no me equivoco en absoluto es que él va a continuar con la agenda que se marcó hace 50 años. Una agenda en la que quizá una de las mayores virtudes y defectos es la paciencia. O sea, él no quiere hacerlo mañana todo. Pero tengo clarísimo que él quiere seguir dando los pasos y que él se ha fijado muy mucho en cómo los separatistas catalanes han desarrollado su propia estrategia y ha aprendido de sus aciertos y de sus errores. Y que puede iniciar una vía similar, salvando los errores que cometieron, a la que ha llevado a cabo el separatismo catalán. Él va a seguir para conseguir los objetivos seculares que se marcó. La anexión de Navarra es uno de los objetivos, de las metas volantes. La amnistía para los presos políticos, según él, para los criminales de ETA, según el común de los mortales, es otro de los puntos en su agenda. Y yo lo que estoy seguro es que, mientras él esté tomando las decisiones, va a hacer todo lo que esté en su mano para ir sumando esas metas volantes hasta alcanzar finalmente, si finalmente lo alcanza, la posibilidad de realizar un referéndum separatista dentro del País Vasco y tratar de construir su sueño, que es una Euskal Herria socialista, libre e independiente del Estado español, donde también se incluya los territorios franceses.
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