Ilustración del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la libertad de prensa
Día Mundial de la Libertad de Prensa
Sánchez hunde la libertad de prensa con ataques, señalamientos y 'pseudomedios'
Desde que el líder de los socialistas es presidente del Gobierno ha tenido una especial obsesión con los medios; fijación que se ha acrecentado de manera exponencial en los últimos días
«Sánchez ha resultado no ser un dirigente cabal, sino un insensato sin escrúpulos que no duda en destruir el partido que con tanto desacierto ha dirigido antes que reconocer su enorme fracaso». Este texto corresponde al editorial del diario El País del 1 de octubre de 2016, cuando el periódico del progubernamental Grupo Prisa lo dirigía Antonio Caño; periodista que fue cesado de su cargo el 8 de junio de 2018, apenas una semana después de que Sánchez llegara a la Moncloa tras la moción de censura.
Desde que el líder de los socialistas es presidente del Gobierno ha tenido una especial obsesión con la prensa; fijación que se ha acrecentado de manera exponencial en los últimos días a raíz de las informaciones periodísticas que incluyen a su mujer, Begoña Gómez, como parte de la trama de corrupción del PSOE, y por las que un juzgado de Madrid ha abierto diligencias contra ella. En 2019 su Ejecutivo creó la Comisión Permanente contra la Desinformación, una suerte de 'Comité de la Verdad' que tiene como fin «mejorar y aumentar la transparencia con respecto al origen de la desinformación y a la manera en la que se produce y difunde», tal y como señala la legislación vigente. Asimismo, en 2023 el PSOE puso en marcha el «comité contra la desinformación de la derecha» con el objetivo de «desmontar las mentiras del PP».
No obstante, Sánchez no recurrió a ninguno de estos dos organismos antes de publicar su carta a la ciudadanía el pasado miércoles 24 de abril, sino que se cogió 5 días para «reflexionar» si le merecía la pena continuar siendo jefe del Gobierno a pesar de la «galaxia digital ultraderechista» y las «cabeceras ultraconservadoras».
Tras ello, los más cercanos al presidente se han unido a los ataques a la libertad de prensa. El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, un día después de la misiva de Sánchez a los españoles, acusó a la «jauría derechista» de «deshumanizar» al secretario general del PSOE, y aseveró que existe una «persecución» que proviene de «pseudomedios» que son «un ecosistema de bulos».
Este mismo lenguaje fue el que empleó Sánchez –el pasado lunes, día en el que anunció que «seguía» como segunda máxima autoridad del Estado– para catalogar a los medios de comunicación que son críticos con su persona. En una entrevista en RTVE el líder del Gobierno amenazó a los «digitales» y a los «pseudomedios» que publican «bulos y desinformaciones».
De hecho, el PSOE señaló en la noche del lunes al director de El Debate, Bieito Rubido, por expresar una opinión durante una tertulia en la sede de este periódico. Los socialistas han asegurado que ya preparan «acciones legales»; aunque no han concretado cuáles.
Las tertulias y la fachosfera
La deriva de Sánchez y los suyos contra la prensa ha llegado a su punto álgido estos últimos días, pero los señalamientos ya comenzaron antes de las elecciones generales del pasado 23 de julio. A finales de junio de 2023 afirmó en una entrevista en La Sexta que los medios de comunicación conservadores vierten sobre él «mentiras, manipulaciones y maldad». «He evaluado mal la fuerza corrosiva de muchos de estos argumentos que se han ido propagando en estos medios», dictaminó Sánchez.
Ese mismo mes, en la precampaña de los comicios, expresó que «en las grandes empresas, en los grandes medios de comunicación, se va a desatar una campaña aún más feroz de insultos y de descalificaciones. Veremos en programas de máxima audiencia a gentes que solo se representan a ellos mismos, pontificar e insultar sin derecho a la contestación ni a la réplica». Igualmente, subrayó que –según su visión– en las tertulias hay una «sobrerrepresentación» de las ideas «conservadoras» que no reflejan «la realidad sociológica de nuestro país».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Feria de Abril de Barcelona
En enero de este año, después de revalidar su puesto en la Moncloa –gracias a la amnistía y al pacto con sus socios 'Frankenstein'– el presidente del Gobierno se refirió en una entrevista a la «fachosfera», los medios que se dedican a «polarizar, insultar y generar una desconfianza con un fin claro». «A la fachosfera le gustaría el Cara al sol», reseñó unos días después respecto a la canción Zorra, que representará a España en el próximo festivo de Eurovisión.
El ranking internacional
Hasta el año pasado, y desde que Sánchez se encuentra en la presidencia del Gobierno, España había descendido cinco puestos en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa que realiza la entidad Reporteros Sin Fronteras, pasando del puesto 31 en 2018 al 36 en 2023. Sin embargo, en el informe de 2024 –publicado este 3 de mayo, que se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa– nuestro país se ha situado en la posición 30, dosier en el que se reconoce que España se sigue enfrentando a una «fuerte presión política».
Y mientras tanto Sánchez da comparecencias sin posibilidad de que asistan los medios ni haya preguntas –como hizo el pasado lunes– solo concede entrevistas a sus medios afines, y señala a periodistas y a la prensa que no son de su agrado.
