En la comisión de la amnistía
Fango del PSOE en el Senado: su portavoz acusa a dirigentes del PP de desear la muerte de Sánchez
El portavoz de Justicia del PSOE en la Cámara Alta, Txema Oleaga, se aprovecha de la inviolabilidad parlamentaria que le confiere la Constitución para lanzar graves acusaciones sin nombre
El PP y el PSOE acabaron enzarzados durante el penúltimo trámite de la ley de amnistía en el Senado. Y todo porque el portavoz socialista en la Comisión Constitucional y de Justicia (la que ha llevado a cabo los trabajos) acusó a «algunos dirigentes del PP», en genérico, de haber deseado «la muerte del presidente del Gobierno». Lo que provocó la intervención del presidente de la Comisión, Pío García-Escudero, y las quejas de los senadores populares.
La Comisión se reunió este jueves para aprobar el dictamen de la ley de amnistía con el veto del PP, que tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta. El próximo martes se reunirá el Pleno para hacer lo propio y, posteriormente, la norma será devuelta al Congreso para su aprobación definitiva. A pesar de que la proposición de ley tiene en contra tres informes de los letrados de las Cortes, uno del CGPJ y varias objeciones hechas por los juristas de la Comisión de Venecia.
La sesión transcurría por unos cauces duros pero habituales, dado que ya son muchas las veces que la ley se ha debatido en el Congreso y en el Senado. Hasta que le llegó al turno al portavoz de Justicia del PSOE, Txema Oleaga. El senador socialista empezó recriminando al PP que organizara concentraciones ante la sede del PSOE, «generando una tensión política absolutamente descomunal, que llevó incluso a la agresión hacia militantes del PSOE, hacia algunas de las personas que trabajan en las sedes».
Acto seguido fue aún más lejos: «Y que incluso por parte de algunos dirigentes del PP desear la muerte del presidente del Gobierno, que le acierte un francotirador, que le den un disparo en la nuca o como, dijo uno de sus principales dirigentes, que fuera enviado en un maletero de un coche».
En ese momento, el presidente de la Comisión intervino para pedirle concreción: «Senador Oleaga, tendrá usted que precisar esa acusación». El aludido subió la apuesta, puesto que se sabía protegido por la inviolabilidad parlamentaria. No en vano, el artículo 71.1 de la Constitución establece: «Los Diputados y Senadores gozarán de inviolabilidad por las opiniones manifestadas en el ejercicio de sus funciones». Así que Oleaga replicó: «Yo voy a precisar lo que a mí me parezca que deba precisar».
García-Escudero le contestó: «Usted no puede acusar a un afiliado del PP de pretender la muerte del presidente», mientras se oían las quejas de los senadores del PP. «Hubo una dirigente del PP…», continuó Oleaga. «Diga usted el nombre», le pidió el presidente de la Comisión.
Pero el senador socialista no concretó. Solo explicó: «Era concejal de un municipio que dijo que ojalá le acertase un tiro en la nuca (fue Laura del Río, concejala del PP de Gomezserracín, un municipio segoviano de apenas 700 habitantes que escribió «se merece un tiro en la nuca» y fue expulsada ipso facto por el PP). Otro dijo que a ver si le acertaba un francotirador. Y otro, el señor Tellado (en alusión al portavoz del PP en el Congreso), dijo que ojalá el presidente del Gobierno fuese enviado en un maletero fuera de España. Esto es lo que inició el PP, generó una tensión absolutamente inaceptable y por la que todavía no han pedido perdón».
Después tomó la palabra el portavoz del PP, Antonio Silván: «Le pido que recapacite y reconsidere esas afirmaciones porque en ningún caso ha sido así. Señor Oleaga, ¿quién genera tensión? El tono bronco que usted ha utilizado y los bulos son un ejemplo de ello. Cuando no hay argumentos hay mentiras, hay falacias», le espetó.