La doble vida del portavoz del PSOE en la comisión de la amnistía: senador y masón jefe de España

Los juristas contrarios a la amnistía que desde el martes están desfilando por el Senado para opinar sobre la ley se han topado con un mismo senador: el portavoz del PSOE en la Comisión de Justicia de la Cámara Alta, Txema Oleaga.

Aunque sin perder las formas, el vizcaíno ha tenido sus más y sus menos con los catedráticos Enrique Gimbernat, Tomás Ramón Fernández Rodríguez, Luis María López Guerra y Araceli Mangas, así como con el presidente de la Fundación Hay Derecho, Segismundo Álvarez Royo-Villanova.

A este último le dijo que no le habían hecho llamar a la Cámara Alta para que diera su opinión. «Esto no es un debate entre ciudadanos (…). Esto es unos representantes del pueblo (sic), que somos nosotros, que tenemos que hacer una ley y hemos pedido el concurso de expertos. Y usted es un experto que nos tiene que ilustrar sobre si esta ley está bien hecha. No tanto su opinión sobre la ley», le afeó el socialista.

Con los otros tres comparecientes de esta semana, los también catedráticos Manuel Cancio, Luis María López Guerra y Nicolás García-Rivas, el portavoz socialista no estuvo tan crítico, puesto que los tres son partidarios de la medida de gracia para los independentistas catalanes y así lo expusieron.

Oleaga es senador desde 2019 y abogado de formación, aunque desde 1999 la política es su profesión principal. Ese año entró como concejal en el Ayuntamiento de Bilbao, cuatro años después se convirtió en el portavoz del grupo del PSE y en 2007 fue el candidato de su partido a dicha Alcaldía.

Pero, más allá de la política, el senador vizcaíno tiene otra pasión: la masonería. Oleaga tiene el título de Muy Respetable Gran Maestro de la Logia de España desde 2022. Es decir, es el jefe de la principal organización masónica del país.

La Gran Logia de España es una institución centenaria que proclama los principios de «igualdad, fraternidad y libertad». En su página web, Oleaga aparece ataviado conforme a su estatus en la Gran Logia y señala: «No somos un partido político, ni somos una religión. Sólo somos personas ávidas de mejorar y usamos la diversidad de pensamiento y la fraternidad, expresadas muchas veces por símbolos, como instrumentos de aprendizaje».

La Gran Logia de España no acepta mujeres. Hombres de cualquier nacionalidad, estatus social o religión sí –afirman–, pero mujeres no. Se trata de una prohibición que choca con la igualdad que pregona el PSOE, el partido en el que milita desde hace décadas Txema Oleaga, su gran maestro. Para ser masón hay que «ser una persona de buenas costumbres, es decir, digna de confianza, honrada en su vida privada, en su forma de trabajar, y de buena reputación». Eso aseguran ellos.