Sánchez «decreta» el archivo del caso Begoña sin una sola explicación y Feijóo le emplaza en el Senado

No hay caso. Es todo un producto de «la derecha y la ultraderecha». Y, si lo hubiera o hubiese, va camino de su archivo. Eso fue lo que aseguró el presidente del Gobierno al respecto del caso Begoña.

Pedro Sánchez no dio una sola explicación en su comparecencia en el Congreso, en la que anunció el reconocimiento del Estado de Palestina en el Consejo de Ministros del 28 de mayo, para congraciarse con sus socios. Ni una sola respuesta.

Por el contrario, se limitó leer el manual de instrucciones de lo que él llama la «máquina del fango»: «Su mecanismo es sencillo. Consiste en financiar a pseudomedios de comunicación digitales para que publiquen bulos, de los que luego se hacen eco los señores Feijóo y Abascal. Por último, esos bulos se convierten en acusaciones falsas a través de organizaciones ultraderechistas como Manos Limpias», explicó.

El presidente se mostró «seguro» de que «pronto la Justicia archivará» las denuncias de Manos Limpias y Hazte Oír. «Mi mujer es una profesional honesta, seria y responsable y mi Gobierno es un Gobierno limpio». Y deseó que, entonces, «alguien pida perdón a las personas inocentes por todo el daño causado de forma injusta».

Pese a la ausencia de explicaciones, Sánchez retó a Feijóo a que les cite a él y a su mujer en el Senado. «Si me piden mi comparecencia y la mi esposa en el Senado estaremos encantados de comparecer», sostuvo. Y el líder de la oposición recogió el guante en su intervención posterior, en la que planteó al presidente varias del centenar de preguntas que el PP hizo por escrito el martes: «Responda o lo hace hoy en el Congreso o lo hará en el Senado».

Feijóo le reprochó que su mayor «hit internacional» no es Palestina, Argentina ni Gibraltar, sino la presunta corrupción en su casa, que ha llegado a las portadas de diarios como Le Monde, Le Figaro o The Guardian. «Ésta es la imagen que usted exporta de España, esto lo logró usted solito».

El líder popular también le recordó que «mintió» sobre su pareja y acusó a la presidenta de la Comunidad de Madrid de corrupción, «no en un mitin, sino en el Congreso de los Diputados». «No se han disculpado nunca, ahórrese los numeritos», zanjó.