Las claves que desmontan la carta a la ciudadanía de Sánchez
La nueva carta a la ciudadanía difundida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a través de las redes sociales califica de «zafio montaje» las acusaciones contra su esposa, Begoña Gómez, que atribuye a una coalición ultraderechista capitaneada por Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Pero el presidente desliza una serie de mensajes que a continuación resumimos:
Cuestionamiento del juez
«Esta decisión se anuncia sólo cinco días antes de que se celebren elecciones al Parlamento Europeo, lo cual resulta extraño. Habitualmente, se ha seguido la regla no escrita de no dictar resoluciones susceptibles de condicionar el desarrollo normal de una campaña electoral y, por tanto, el voto de los ciudadanos. En este caso, resulta evidente que esta práctica no se ha respetado. Dejo al lector extraer sus propias conclusiones».
Sánchez siembra sombras de sospecha sobre la actuación judicial, cuestionando su imparcialidad. Esta estrategia ya ha sido utilizada desde los aledaños del Gobierno cuando las decisiones judiciales no les interesaban políticamente. las acusaciones de «lawfare judicial» han estado a la orden del día durante los últimos meses. En este caso, Sánchez pone en la diana a un juez de Instrucción , al que se están lanzando graves acusaciones desde terminales mediáticas afines. Este martes por cierto fue trending topic en la red X con un aluvión de insultos y ataques.
El trampantojo de la ultraderecha
«No hay nada detrás de esta acusación, sólo un zafio montaje impulsado por las asociaciones ultraderechistas demandantes (...). En mi anterior carta denuncié la deriva de una coalición reaccionaria capitaneada por el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal -o por el Sr. Abascal y el Sr. Feijóo, tanto monta monta tanto-, para usar todos los medios a su alcance con el fin de quebrarme en el plano político y personal. Su objetivo es que yo renuncie, que dimita. Incluso, como supimos ayer, tratar de forzar mi salida de la Presidencia del Gobierno con una moción de censura mediante una alianza contra natura. Todo les vale».
El PSOE ha vuelto a utilizar el argumentario contra la ultraderecha para diseñar una campaña del miedo, que ya le sirvió por ejemplo en las elecciones generales para movilizar a su electorado. Al situar a Feijóo y a Abascal como los líderes de la «coalición ultraderechista» el enemigo queda perfectamente fijado ante su militancia. El presidente manipula las palabras de perogrullo de Feijóo sobre una eventual moción de censura para atribuirle una supuesta alianza contra natura. Olvida eso sí que el PSOE ha pactado con independentistas y proetarras.
Máquina del fango y tabloides digitales
«También sabía que, conforme aumentara la frustración y la impotencia de esta coalición reaccionaria, el ritmo de la máquina del fango no iba a parar, sino a acelerarse. (...) Estos días leerá y escuchará usted mucho ruido y aún más furia en tabloides digitales nacidos para propagar bulos, en platós de tertulias televisivas y radiofónicas al servicio de amplificar esa desinformación, y en tribunas donde se rasgarán las vestiduras el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal. Todo, mentira. Un gran bulo. Uno más. En lo que respecta a mí, no le quepa duda de que no me quebrarán».
El concepto de «tabloides digitales» fue mencionado este martes por la mañana tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros por la ministra portavoz Pilar Alegría. Trata de aludir obviamente a los tabloides sensacionalistas británicos. Al enmarcar las informaciones sobre las actividades de su mujer en la «máquina del fango», trata de desactivarlas extendiendo dudas sobre la profesionalidad de los periodistas y haciendo ver que todo son bulos lanzados con la intencionalidad política de desactivarle. Dado que Sánchez llegó al Gobierno presentándose como un paladín contra la corrupción, la estrategia pasa por victimizarse y utilizar la vieja táctica de «matar al mensajero». Sánchez viene desarrollando una teoría de la conspiración en la que jueces, periodistas y políticos se alían para desalojarle del poder.
Ataque a todo un proyecto
«Nuestro horizonte permanece inalterable: consolidar la pujanza del crecimiento económico y la creación de empleo, como hoy acabamos de conocer, redistribuir los frutos de ese crecimiento entre la clase media y los trabajadores para luchar contra la mayor de las injusticias, que es la desigualdad; regenerar la vida democrática reivindicando el juego limpio por encima del fango que algunos pretenden esparcir, avanzar en derechos y en libertades sin dar un paso atrás; y contribuir a la paz en el mundo, con especial atención a Ucrania y Palestina».
El presidente esgrime elementos de su gestión como parapeto. A cinco días de las elecciones europeas, plantea el caso de su esposa como un ataque a todo un proyecto político. Se produce una identificación de corte caudillista entre el líder y el proyecto. A partir de ahí, Sánchez pone énfasis en los datos económicos como aval personal. Como si el crecimiento económico estuviera en peligro por las decisiones de un juez. Y de la máquina del fango.
La mujer del César
«Begoña y yo sabemos perfectamente por qué la atacan. Ninguno de los dos somos ingenuos. Lo hacen porque es mi pareja. Ella es una mujer trabajadora y honesta que reivindica su derecho a trabajar sin renunciar a ello por las responsabilidades de su marido. Derecho que yo defiendo en mi vida familiar y por el que trabajo como presidente del Gobierno de España para garantizar que hombres y mujeres tengamos las mismas oportunidades y los mismos derechos».
Si en la primera carta Sánchez esgrimía el amor para tomarse cinco días de reflexión, en esta ocasión defiende la honestidad de su mujer y su vida familiar. Olvida que los tribunales investigan presuntos delitos, y que son los jueces los que tiene que tomar decisiones fundamentadas en la instrucción de los casos. Pero también que, como dice la célebre frase, «la mujer del César no solo debe ser honesta, sino parecerlo». Al margen de las posibles responsabilidades penales que decida la Justicia, existe una responsabilidad política que el presidente obvia por completo. las actividades de Begoña Gómez han comprometido la imagen de imparcialidad de la Presidencia del Gobierno. Muchas de las informaciones apuntan a que Moncloa favoreció una tupida red de intereses que, al margen de su recorrido judicial, tienen un indudable coste político.