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01 de julio de 2024

Félix Bolaños y Esteban González Pons, con la comisaria europea

Félix Bolaños y Esteban González Pons, con la comisaria europeaEFE

Final del eterno bloqueo

Sánchez y Feijóo alcanzan un pacto para el CGPJ con cesiones de ambos y un cabo suelto

  • El PP se felicita por un acuerdo que refuerza la independencia judicial y mantiene intactas las mayorías de elección de los vocales

  • Sánchez logra legitimidad, su mayor trofeo. Ello tras la ley de la amnistía y en medio del caso PSOE y del indulto encubierto a los EREs

Félix Bolaños y Esteban González Pons no comparecieron juntos desde Bruselas, pero ambos sonaron sincronizados: «Hoy es un buen día para el Estado de Derecho en España», afirmó primero el vicesecretario de Institucional del PP. «Hoy es un gran día para nuestra democracia, para nuestro Estado de Derecho. Es un gran día para la Justicia en España», añadió después el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.

El PSOE y el PP sellaron este martes su primer gran acuerdo de Estado de la era Feijóo, el del CGPJ, con cesiones por ambas partes. Y generando con ello un alivio unánime en el Poder Judicial, después de cinco años y medio de negociaciones intermitentes.

Pedro Sánchez renuncia a intentar cambiar las mayorías de tres quintos para el nombramiento de los vocales por designación del Congreso y el Senado y acepta un reparto igualitario de vocales, de 10 a 10. Además, accede a tramitar junto al PP una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que reforzará la independencia de los jueces: establecerá que por primera vez el presidente del Tribunal Supremo será elegido por 12 vocales y no por los partidos, elevará a tres quintos la mayoría necesaria entre los vocales del CGPJ para nombramientos clave (en el Supremo, en la Audiencia Nacional, en los Tribunales Superiores de Justicia...) e impedirá que el fiscal general del Estado haya sido ministro.

Asimismo, el pacto abrirá la puerta a que el nuevo CGPJ proponga, en el plazo de seis meses, un nuevo sistema de elección de los 12 vocales de procedencia judicial. El famoso «que los jueces elijan a los jueces» de Feijóo. No obstante, esto último es el gran cabo suelto y un posible punto de fricción en el futuro. Porque esa reforma queda en el aire, supeditada a que el CGPJ presente una propuesta aprobada por tres quintos de sus miembros.

De hecho, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, señaló en los pasillos del Congreso: «No estamos hablando de que los jueces elijan a los jueces. Eso no aparece de ninguna manera en el acuerdo. Lo que dice es que el nuevo CGPJ podrá hacer propuestas que luego se transformen en una iniciativa aquí (en alusión a la Cámara Baja) que todos valoraremos. Los jueces ya participan de alguna manera en la elección de sus propios órganos», sostuvo, rebajando el optimismo de los populares.

Alberto Núñez Feijóo, por su parte, acepta renovar el órgano de gobierno de los jueces con el sistema actual, como siempre exigió el PSOE y bendijo la Comisión Europea. Y, sobre todo, dota de legitimidad a Sánchez, que es el mayor premio que se lleva el presidente del Gobierno de esta entente con el principal partido de la oposición.

No en vano, la alianza se produce en medio del pulso entre el Ejecutivo y los jueces por la aplicación de la ley de amnistía, después de los ataques del presidente y los suyos al juez del caso Begoña, en pleno desmantelamiento de la sentencia de los EREs a cargo de la mayoría de izquierdas del Tribunal Constitucional y a punto de que los socialistas presenten en el Congreso un «paquete de regeneración democrática» con represalias a la prensa no afín.

Alberto Núñez Feijóo, durante su comparecencia en la sede del PP

Alberto Núñez Feijóo, durante su comparecencia en la sede del PPEFE

«¿Por qué hemos aceptado con lo que está ocurriendo en España?», se preguntó Feijóo a sí mismo en una comparecencia en la sede del PP, adelantándose a los periodistas. «Porque sabemos distinguir entre la oposición al Gobierno y la lealtad al Estado», respondió. Y, a renglón seguido, añadió que no es «optimista» respecto a que este pacto traiga un nuevo clima con Sánchez. Sin embargo, en el Gobierno dan por hecho que después de esta renovación vendrán el resto, «otros acuerdos en otros ámbitos», como los llamó Bolaños.

Sabemos distinguir entre la oposición al Gobierno y la lealtad al EstadoAlberto Núñez FeijóoPresidente del PP

El PP actuó rápido para aplacar las críticas que sabía que iba a generar este pacto con Sánchez, y no solo de Vox. González Pons salió en Bruselas y Feijóo, en Madrid, con apenas una hora y media de diferencia. Ambos, para trasladar las dos mismas ideas: el PP es el garante de la separación de poderes en España y este acuerdo es una victoria frente a Sánchez y sus socios, que pretendían controlar el Poder Judicial con una exigua mayoría en el Congreso. Desde el entorno de Isabel Díaz Ayuso también empujaron en esa dirección, a pesar de las reticencias mostradas por la presidenta madrileña en los últimos meses y semanas: «Gran éxito de Feijóo defendiendo la independencia judicial», se felicitaron en su equipo.

Sumar sorprendió dando por bueno el texto. A pesar de que, hasta el lunes, el partido de Yolanda Díaz pedía a Sánchez que no pactara con los populares. Según ella misma, su formación también ha tenido vela en este acuerdo, proponiendo algunos vocales dentro del cupo del PSOE. El portavoz de Justicia de Sumar en el Congreso, Enrique Santiago, aseguró: «Es una victoria para la democracia haber acabado con el secuestro del poder judicial. Todos debemos estar contentos de que el PP haya entrado en razón».

Sin embargo, el pacto con el PP ha soliviantado a ERC, Bildu, Junts y Podemos y el BNG. A todos los socios del Gobierno menos al PNV, que nunca vio con buenos ojos que la alternativa fuera rebajar las mayorías de elección de los vocales en las Cortes. «Bienvenidos a la gran coalición», ironizó el portavoz de Esquerra en la Cámara Baja, Gabriel Rufián.

El mismo término usó la líder morada, Ione Belarra, para referirse al pacto. «El punto y aparte era rendirse ante la derecha, que hace la guerra sucia judicial y mediática. El PSOE elige nuevo socio de gobierno, el PP, y arranca una nueva legislatura de gran coalición. Esto no es lo que la gente votó en las urnas», se quejó Belarra.

También Santiago Abascal lo rechazó de plano y habló de «estafa» del PP a sus votantes: «Después de entregar el Tribunal Constitucional a Pedro Sánchez, hoy le entregan el gobierno del poder judicial con un reparto de jueces. Y lo hacen en mitad de la corrupción que persigue a Pedro Sánchez y en mitad de un golpe contra el Estado de Derecho», lamentó el líder de Vox.

Para el ala socialista del Gobierno, éste es el comienzo de un «clima de diálogo con el PP». Para el PP, por el contrario, es un acuerdo que no cambiará su oposición frontal a los desmanes de Sánchez. Este miércoles, el presidente y Feijóo se verán las caras en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso del curso. Ello servirá para comprobar si hay nuevo clima o es un paréntesis.

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