Investigación
Begoña Gómez pidió aplazar la declaración tras enterarse de que la querella incluía los pagos del Gobierno a Inmark siendo ella accionista
Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solicitó aplazar su declaración ante el magistrado Juan Carlos Peinado este viernes tras enterarse de que en la ampliación de la querella presentada por una de las partes figuran los pagos que cuatro ministerios hicieron a la consultora Inmark. Tal y como publicó en exclusiva El Debate, en el momento en que se adjudicaron contratos públicos a la compañía, la mujer de Sánchez era accionista. El juez ha puesto en la lupa este dato y la mujer de Sánchez no contaba con ello. El próximo 19 de julio tendrá que volver a Plaza de Castilla y será interrogada por este extremo.
La mujer de Sánchez llegó veinte minutos tarde a su citación judicial. A pesar de que el edificio de los juzgados madrileños se blindó con una fuerte presencia policial desde primera hora de la mañana, Gómez no fue puntual en su convocatoria frente al juez Peinado. Al acceder a la sala de vistas se le leyeron sus derechos y fue en ese momento cuando ella declaró no ser consciente de los hechos por los que estaba siendo investigada. El magistrado le comunicó que le iba a preguntar por todos los aspectos relacionados con su actividad profesional desde que su marido llegó a La Moncloa, tal y como figura en la ampliación de la querella que presentó a finales del pasado mes de junio la organización Hazte Oír, personada en el procedimiento.
En esa ampliación se pide al juez que indague en las informaciones que publicó este periódico en las que se afirmaba que los ministerios de Economía, Transportes, Industria y Empleo adjudicaron contratos por valor de 138.688,63 euros a Inmark Europa entre . En el momento en el que se aprobaron los expedientes, la mujer de Sánchez tenía un paquete de acciones de entre el 1,5 y el 2% del que se deshizo justo después de que se consumaran los pagos. La tenencia de esta participación accionarial en la compañía fue confirmada a El Debate por el propietario de la consultora, Manuel López, que al mismo tiempo declaró que la mujer de Sánchez «está de excedencia».
Inmark, que a día de hoy está «inactiva por extinción», fue el lugar donde Begoña Gómez ha pasado el mayor tiempo de su trayectoria laboral. Entró en la empresa en 1999 y la última responsabilidad que tuvo fue dirigir los equipos de la consultora en España y Portugal. Dos meses después del triunfo de la moción de censura de Sánchez contra Mariano Rajoy, Gómez recibió una oferta de trabajo del Instituto de Empresa (IE), que la proponía como directora de la entidad académica en África. La mujer de Sánchez aceptó y dejó Inmark aunque manteniendo las acciones.
La consultora de López, que sus contratos con el Gobierno consistieron en la prestación de servicios de «estudios estadísticos», explicó a El Debate que además de Gómez también trabajó en la empresa el propio Sánchez. «Fue un empleado durante unos meses en un proyecto que tuvimos de la Comisión Europea», dice el CEO de Inmark. En concreto, se trata de la etapa en la que el hoy jefe del Ejecutivo ejerció como portavoz adjunto en la Comisión de Política Territorial. También como miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores y de la Comisión Mixta de Asuntos Europeos.
Por estos motivos, el juez quiere saber hasta qué punto Begoña Gómez era conocedora de que cuatro ministerios, al mismo tiempo que ella tenía intereses económicos en Inmark, estaban contratando con su antigua empresa. De la misma manera, entre las dudas que existen está la de si la mujer de Sánchez percibió alguna remuneración económica como consecuencia de la tenencia de ese paquete de acciones. El CEO de Inmark remarca que no hubo trato de favor en la adjudicación de esos contratos porque «son concursos públicos en los que tenemos una competencia feroz» pero reconoce que en el momento de la adjudicación la mujer de Sánchez si era accionista de la empresa. «Begoña mantenía una participación accionarial mínima porque nosotros a todos los directivos, para vincularlos con la compañía, les fijamos un plan para que fueran accionistas», sostiene.