El Debate testigo directo
Lanzarote lanza un grito de auxilio: «Cuando llegan muchos menores no sabemos ni dónde meterlos»
La situación es dramática y está llegando al límite debido a que la "tensión y saturación» actual de los centros de menores no acompañados de la isla
70.000 migrantes se espera que lleguen a Canarias en el segundo semestre de este año, una cifra que abruma a los isleños. En este momento, Lanzarote ya está desbordado y lanza un grito de socorro a España, pero también a Europa para que ayuden con la inmigración irregular que llega a nuestro país. Uno de los puntos de entrada más frecuentes es el Muelle de los Mármoles, en el Puerto de Naos en Arrecife. Este es uno de los puntos más tensionados debido a la proximidad con las costas africanas.
Ante la espera de esta avalancha de personas que puedan llegar a la isla en los próximos meses, se ha instalado en el puerto una macro-carpa para acoger, de forma temporal, a los menores migrantes no acompañados. Una instalación polémica debido a que la Fiscalía no ve con buenos ojos el acogimiento para una primera atención temporal de estos menores en esta carpa localizada junto al contenedor de Cruz Roja.
Salvamento Marítimo sale a recoger a las embarcaciones que están aproximándose a la costa de España y ya en tierra firme espera un equipo de Cruz Roja para darles esa primera atención en el puerto y realizar un primer cribado: menores, madres con niños, familias o adultos solos tanto hombres como mujeres.
El Debate ha podido acceder al interior de la carpa que, en estos momentos se encuentra vacía. Dentro tan solo se puede ver una mesa con algunas sillas. Sin embargo, la previsión sería instalar literas, un pequeño hospital temporal, baños y duchas, para dar una primera atención a estos menores.
Una situación límite: «Hemos triplicado el número de personas que vienen»
El gerente del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, Enrique Espinosa, ha explicado que esta medida excepcional de instalar las carpas se debe a la previsión de una «llegada masiva de migración irregular en lo que queda de año». Un horizonte que se mira con inquietud debido a que en estos primeros seis meses del año «casi se ha triplicado el número de personas que llegan a estas costas».
El problema está en que hay que acoger a estas personas que llegan y preservar su dignidad e integridad como seres humanos y no pueden hacerlo «en centros que están masificados, tienen que ir a sitios donde haya un máximo de 30 personas para poder recibir una buena atención», asegura Espinosa.
Actualmente hay más de 5.400 menores en toda Canarias y algo más de 200 en Lanzarote que entre toda la isla tan solo suma 150.000 habitantes. Espinosa puntualiza que «son personas vulnerables a las que hay que atender», pero lamenta que el colapso es tal que cuando llegan diez o quince embarcaciones a la vez el puerto se satura y «no sabemos ni dónde meterlos porque los centros ya están saturados y tensionados», lo que conlleva que no se les «está dando un trato humanitario como el que hay que darle a cualquier persona por la Declaración de Derechos Humanos».
Las carpas del puerto como punto temporal
En primer lugar, se produce un cribado de las personas que llegan para después poder ir derivándolas a los servicios específicos en cada caso.
Las carpas actúan como lugares de «tránsito» para estos menores acompañados que llegan para «no dejarlos a la intemperie, porque si llegan 100 menores a la vez no hay sitio para donde dejarlos», afirma Espinosa.
El objetivo es que tengan la primera atención sanitaria, agua potable, nueva ropa antes de buscar si algún centro tiene plazas para poder alojarles.
Una solución como un parche ante la crisis migratoria y humanitaria: «Es lo único que podemos hacer, darles un trato diferenciado y adaptar las carpas para que después todo siga su curso», ha concluido el coordinador de Emergencias.
Los servicios de la isla colapsan con las llegadas masivas: «No se puede crear un embudo»
Espinosa asegura que «hay una disfunción al carecer de forense ni de los medios técnicos necesarios para distinguir que son menores y agilizar los expedientes».
El coordinador de emergencias celebra que se haya hecho un protocolo de actuación con el que se va a tener «medidas dignas y humanitarias para atender a los más vulnerables que son los menores».
Sin embargo, pide ayuda a todas las Comunidades Autónomas y a Europa para que «se solidaricen» porque asegura que «somos la puerta de Europa y no se puede crear un embudo y tratar de manera no humanitaria a estos menores no acompañados».
Además, el problema se acrecienta cuando hay avalanchas de pateras o cayucos que llegan a este puerto y que hay que dar una atención prioritaria, puesto que los servicios tanto de policía como sanitarios colapsan.