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El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, comparece ante la Comisión de Justicia del Congreso

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, comparece ante la Comisión de Justicia del CongresoEuropa Press

Revelación de Secretos

García Ortiz usó un mail personal para recibir los correos protegidos del novio de Ayuso sin dejar rastro

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha elevado una Exposición Motivada al Supremo para enjuiciar al fiscal general del Estado por su responsabilidad directa en el caso

Por imperativo. Hasta la fecha, y tras la investigación preliminar del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), sabíamos, por la declaración de la fiscal autonómica Almudena Lastra, que fue el titular del Ministerio Público, Álvaro García Ortiz, quien haciendo uso de su posición y ascendencia jerárquica en la Institución, dio la «orden directa» de publicar una nota de prensa con datos protegidos del novio de Isabel Díaz Ayuso.

Ahora, además, se suma el hecho de que cuando el fiscal general del Estado dio dicha orden, tenía en su poder todos los mails cruzados entre el abogado del empresario madrileño Alberto González Amador con el fiscal julián Salto por entonces asignado a su causa penal, en base a un presunto delito de fraude tributario. García Ortiz los recibió en su correo personal –una cuenta con extensión gmail de Google– procedentes de la fiscal provincial Pilar Rodríguez que, a su vez, se los había pedido por whatsapp y telefónicamente a Salto quien tuvo que salir de un partido de la Champions League del Atlético de Madrid, contra el Inter de Milan, para enviárselos.

Una práctica que –además de chocante en un ámbito profesional, vinculado con una negociación par alcanzar un pacto de conformidad– incumpliría la Instrucción 1/2022 sobre protección de datos de la Fiscalía de Madrid, dictada por Almudena Lastra, el 22 de junio de 2022, en la que se exigía como «medida a observar respecto de la seguridad de la documentación e información por las Fiscales Jefes»: «Evitar el uso de cuentas privadas de correo electrónico para comunicaciones que contengan información y/o datos personales cuyo tratamiento sea consecuencia del ejercicio de la función pública atribuida al Ministerio Fiscal».

Según ha podido confirmar El Debate, así obra recogido en varios de los documentos y de las transcripciones de los testigos que declararon ante el juez Francisco José Goyena, durante las pesquisas, y así lo ha reflejado éste en el dossier elevado al Alto Tribunal, en forma de Exposición Motivada, para que se haga cargo del enjuiciamiento tanto de García Ortiz como de Rodríguez.

Ambos están señalados como presuntos autores de un delito de revelación de secretos, una vez la Sala Segunda admita su competencia para asumir el caso, atendiendo a la condición de aforado del jefe de la Fiscalía.

Una cuenta privada de Google Gmail

Cabe recordar que la noche del miércoles 13 de marzo de este mismo año, hacia las 21:00 horas, el fiscal general del Estado pidió a la fiscal Pilar Rodríguez que, a su vez, el fiscal Julián Salto le enviase, de manera inmediata, los correos electrónicos intercambiados con el abogado de la pareja de la Presidenta de la Comunidad de Madrid. Salto se encontraba en el estadio Civitas Metropolitano asistiendo a un partido de Champions League, cuando recibió la llamada de Rodríguez. Para cumplir con el trámite, Salto tuvo que retirarse y reenviar desde su teléfono móvil el contenido de las comunicaciones.

Una vez en poder de la fiscal jefe de la provincial de Madrid, y según obra en los autos a los que ha tenido acceso El Debate, Rodríguez habría procedido a rebotarle al propio García Ortiz la colección de e-mails que le había facilitado Salto, divididos en tres bloques. Pero, en lugar de hacerlo enviando dichos correos a la cuenta de correo electrónico de la Fiscalía General del Estado, y supuestamente siguiendo indicaciones del fiscal general, Rodríguez se los envió a una cuenta de correo electrónico ajena a la Fiscalía. Una cuenta de Google gmail privada de García Ortiz.

Así las cosas, en su declaración como investigada ante el juez instructor Goyena, Rodriguez se negó a aportar dichos mensajes en los que reenvió los mails recibidos del fiscal Salto al fiscal general García Ortiz.

A cambio, sí confirmó al magistrado que no había informado al Delegado de Protección de Datos de la Fiscalía de que había procedido a enviar el contenido íntegro de las conversaciones establecidas entre un fiscal y un abogado, en el marco de una negociación para un pacto de conformidad en un proceso penal, a una cuenta de correo personal.

Tan sólo hora y media después de que la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, recibiese y rebotase la información requerida al fiscal Salto –adscrito a la unidad de Delincuencia Económica–, la Cadena Ser se hizo eco de parte del contenido de los mismos. En concreto, a las 23:51 horas del mismo día 13 de marzo en el que todo se precipitó, la web de la radio recogía en una noticia cómo el novio de Díaz Ayuso había ofreció a la Fiscalía llegar a un pacto declarándose culpable de dos delitos, de fraude fiscal y falsedad documental, para evitar el juicio.

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