Bildu da un paso más en su objetivo más ambicioso: hacerse con el control municipal de Navarra

«Nosotros no tenemos ansiedad, no tenemos una excesiva prisa por alcanzar la independencia», afirmaba el coordinador general de Bildu, Arnaldo Otegi el pasado mes de marzo con motivo del Aberri Eguna, día de la 'patria vasca'. Y en las negociaciones posteriores a los comicios generales del 23 de julio de 2023, recomendó «una receta que a nosotros nos ha ido bien: poco ruido y mucho trabajo».

Con estas dos frases se entiende perfectamente el paso que se va a dar este miércoles en la Mancomunidad de la Comarca de Sangüesa, una institución supramunicipal que engloba los servicios de varios municipios de la zona media de Navarra y en la que Bildu logrará el poder después de ganar la moción de censura que se debatirá este miércoles tras haber convencido a varios integrantes de pequeños grupos locales.

Aunque aparentemente la Mancomunidad de Sangüesa no tiene demasiada relevancia, dado que incluye a algo menos de 10.000 habitantes, la conquista de esta mancomunidad supone el penúltimo paso de Bildu para lograr su gran objetivo, hacerse con el poder municipal en Navarra después de haberse hecho con el poder en la Federación Navarra de Municipios y Concejos, las principales mancomunidades navarras, incluyendo la de Pamplona que engloba a más de la mitad de la población de la Comunidad Foral y, desde el pasado 28 de diciembre, el Ayuntamiento de Pamplona gracias al voto favorable del PSOE.

De esta forma, tan solo la Ribera de Navarra, el sur de la Comunidad Foral, queda fuera de las garras de Bildu gracias a que Unión del Pueblo Navarro (UPN) logró la mayoría absoluta tras las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo de 2023 en Tudela, la segunda ciudad más poblada de Navarra y, por lo tanto, la formación regionalista también mantiene el control de la Mancomunidad de La Ribera.

La excusa

La excusa oficial dada por Bildu para echar a la actual presidenta de la Mancomunidad de la Comarca de Sangüesa, Marta Tiebas, de una agrupación local, es «normalizar el funcionamiento de la Mancomunidad de Servicios de la Comarca de Sangüesa y garantizar su viabilidad y la prestación de un servicio público de calidad», dada la alta deuda que tiene.

Por su parte, la todavía presidenta de la Mancomunidad asegura que «Bildu ha sabido pescar en un río revuelto en el que han mezclado los intereses de los alcaldes de Lumbier y Yesa en todo esto», dos de las principales localidades de la comarca, «Nadie contará qué les han prometido», concluye.

A cambio, Bildu verá reforzado su poder en una zona que no le es favorable y colocará al frente de la Mancomunidad al alcalde de Romanzado, Aitor Sola, una persona que cuenta en su historial una condena por arrojar botellas en el Chupinazo de los Sanfermines de 2010 que dejaron graves secuelas a una persona que nada tenía que ver en los incidentes que desataron los abertzales para tratar de imponer, una vez más, la ikurriña en el comienzo de las fiestas de Pamplona.