Alberto Núñez Feijóo bromea con Aitor Esteban en el Congreso, en una imagen de archivo
Venezuela, a debate
El PP busca al PNV para propinar a Sánchez la primera derrota del nuevo curso
Los populares llevarán al primer Pleno ordinario de septiembre una iniciativa para proclamar a Edmundo González ganador de las elecciones en Venezuela. Los nacionalistas vascos están por el sí
Pedro Sánchez terminó el pasado curso político con una doble derrota parlamentaria, al ver cómo el último Pleno del Congreso echaba atrás su reforma de la ley de extranjería y los objetivos de deuda y déficit públicos, y puede empezar el nuevo con otra. Al menos en ello trabaja el PP, que tiene en su mano la posibilidad de retratar una vez más tanto la debilidad como la extrema dependencia parlamentaria del Gobierno de coalición.
Los populares confían en que el PNV apoye una proposición no de ley que registraron a comienzos de agosto para que la Cámara Baja reconozca a Edmundo González Urrutia como el ganador de las elecciones del 28 de julio en Venezuela. Un paso que el Gobierno de Pedro Sánchez se ha negado y se sigue negando a dar, a pesar de las sospechas más que fundadas de fraude electoral perpetrado por el régimen de Nicolás Maduro.
Esa iniciativa del grupo parlamentario que comanda Miguel Tellado estaba formulada, en principio, para ser debatida y votada en la Comisión de Asuntos Exteriores. Pero dada la actitud «equidistante» –según el PP– del Ejecutivo, los populares han decidido reformularla para que vaya al Pleno, según fuentes de la formación. De manera que será debatida y votada en el primer Pleno ordinario del curso, a la vuelta de la esquina.
La Mesa del Congreso aún no lo ha convocado, pero previsiblemente será la segunda semana de septiembre o, si el PSOE tiene prisa por arrancar, la primera semana. Y es más que probable que los cinco diputados nacionalistas vascos voten a favor, junto con los del PP, Vox y Coalición Canaria. «A ver qué van a hacer los diputados socialistas», se preguntó este lunes el vicesecretario de Coordinación Autonómica del PP, Elías Bendodo. Aunque en el PP conocen de antemano la respuesta.
Si la proposición no de ley prospera, como parece, supondría para Sánchez el primer rejón parlamentario de un curso que se prevé como el del más difícil todavía, puesto que a partir de septiembre Junts servirá su venganza fría al presidente del Gobierno tras la investidura de Salvador Illa. La postura del PNV al respecto de lo ocurrido en Venezuela es tajante, y la expresó la semana pasada el senador Luke Uribe-Etxebarria. Éste declaró que la oposición venezolana ganó las elecciones y que Nicolás Maduro «perdió, mintió y dio resultados falsos», durante una comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores en la Cámara Alta.
La aprobación de esta iniciativa no obligaría al Gobierno a reconocer la victoria de Edmundo González, pero sí lo retrataría. Como también está quedando retratado el principal defensor de Maduro en España, José Luis Rodríguez Zapatero, de retiro vacacional en Lanzarote –como Sánchez– y mudo mientras el chavismo reprime a los opositores. «Si no hay verificación de los resultados, los resultados no pueden ser aceptados», señaló este lunes el jefe de la diplomacia europea, el socialista Josep Borrell.
Zapatero junto a Maduro, en uno de sus tantos encuentros en Caracas.
La proposición no de ley del PP llama «dictadura» con todas las letras al régimen chavista, censura el comportamiento de Zapatero por blanquearlo y reconoce a Edmundo González como ganador de las presidenciales.
Comparecencia de Sánchez
Antes de la votación del reconocimiento del candidato opositor como presidente de Venezuela en el primer Pleno del curso, el PP intentará forzar la comparecencia de Sánchez en el Congreso para hablar de lo que allí está ocurriendo y de otros dos asuntos: la fuga de Carles Puigdemont ante la pasibilidad de los Mossos y la crisis migratoria.
Será en la Diputación Permanente de la próxima semana, que es el órgano de guardia de las Cortes fuera del periodo ordinario de sesiones. Ahí también dependerá del PNV para que la citación del presidente del Gobierno prospere. Aunque si Sánchez sospecha que los nacionalistas vascos tienen intención de apoyar al PP, recurrirá a la triquiñuela de otras veces: pedir su comparecencia motu proprio antes de verse arrastrado por la oposición.
¿El inicio de algo más?
Que el PNV vote con el PP sobre Venezuela no puede interpretarse como el preludio de una mejor relación entre Alberto Núñez Feijóo y los nacionalistas vascos en este nuevo curso. No, al menos, en lo que respecta a estos últimos. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, dejó clara a finales de julio en una entrevista en El Diario Vasco la intención de su partido de pactar los Presupuestos de 2025 con el Gobierno. Y conminó a Junts a hacer lo mismo, con el argumento de que no tiene sentido haber investido a Sánchez el año pasado para ahora negarle unas cuentas públicas.
Un día antes de publicarse esa entrevista, el presidente del Gobierno hizo algo excepcional: se desplazó a Vitoria para reunirse con el nuevo lendakari en su residencia oficial, en lugar de hacer a Imanol Pradales ir a la Moncloa, como es costumbre con los presidentes regionales. El PNV podrá apretar a Sánchez en algunos asuntos, pero no irá más allá.
