Sánchez adelanta el Congreso del PSOE para hacer cambios en el Gobierno y el partido en otoño

Pedro Sánchez prevé adelantar la convocatoria del Congreso Federal del PSOE a noviembre, casi un año antes de la fecha límite, octubre de 2025. La noticia fue adelantada por The Objective este viernes y confirmada horas después por el partido. El 7 de septiembre la formación celebrará un Comité Federal encargado de convocar oficialmente el cónclave, que tendrá lugar en Sevilla.

Oficialmente, la pretensión de Sánchez es acelerar la renovación en los territorios una vez celebrados todos los procesos electorales pendientes. Pero el movimiento encierra otra clave. El líder de los socialistas se dispone a acometer una renovación de la cúpula del partido que discurra en paralelo a la crisis de Gobierno que prepara, aprovechando la salida de la vicepresidenta Teresa Ribera.

Este mismo miércoles, el Ejecutivo de Sánchez propuso formalmente a Ribera como comisaria para el nuevo Gabinete europeo que presidirá Ursula von der Leyen, y que será elegido este otoño. Cuando Nadia Calviño dejó el Gobierno para presidir el Banco Europeo de Inversiones, el presidente optó por cambios quirúrgicos: nombró a Carlos Cuerpo como ministro de Economía -a sugerencia de la propia Calviño- y María Jesús Montero escaló a la Vicepresidencia Primera.

Sin embargo, desde hace meses se viene especulando con que la salida de Ribera (estaba cantada desde que fue elegida candidata a las elecciones europeas) provocará una serie de movimientos en cadena. Y el adelanto del Congreso Federal del PSOE apunta en esa dirección.

La anterior gran crisis de Gobierno, la de julio de 2021, dejó claro que para Sánchez no hay nadie intocable. De una tacada se deshizo de su entonces vicepresidenta primera, Carmen Calvo, de su jefe de Gabinete, Iván Redondo, y de seis ministros. Los de Transportes, Justicia, Exteriores, Educación, Cultura y Ciencia. La salida del ministro José Luis Ábalos, que era también secretario de Organización del PSOE, provocó a su vez cambios en el partido.

En esta ocasión, Sánchez podría seguir un patrón parecido. No es ningún secreto que el líder de los socialistas actuó como actuó en abril, con su famosa primera carta a la ciudadanía y su espantada de cinco días, en parte movido por el enfado hacia su círculo cercano. Les recriminaba que no hubieran defendido lo suficiente a Begoña Gómez. De hecho, Félix Bolaños aún no se ha recuperado de aquella caída en desgracia.

¿Quiénes pueden acompañar a Ribera en su salida del Consejo de Ministros? Se da por descontada la de José Luis Escrivá, a quien los socialistas han postulado como gobernador del Banco de España. De momento con el rechazo del PP, aunque Sánchez puede imponer su nombramiento.

Sobre Diana Morant hay dudas: de momento está compatibilizando el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades con su nombramiento como secretaria general del PSPV, pero tal vez Sánchez la quiera en Valencia a tiempo completo. La gran incógnita es la vicepresidenta Montero, eterna candidata a sustituir a Juan Espadas como líder del PSOE de Andalucía. Él sí tiene los días contados como secretario general del otrora poderoso PSOE-A.