Fundado en 1910
Palacio Real de Olite

Palacio Real de Olite

El castillo medieval con un zoológico que causó furor en Europa

Los jardines y las lujosas decoraciones fueron algunos de los encantos que convirtieron a este palacio en uno de los más suntuosos de Europa

En el corazón de la comunidad foral de Navarra se levanta el Palacio Real de Olite, una de las joyas de la arquitectura gótica en España. Además de su indudable belleza, los jardines del complejo palaciego fueron cobijo de exóticos animales, una extraña característica que convirtió al palacio en un espectacular zoológico durante la Edad Media.

La historia que se deriva del famoso palacio es tan variada y fascinante como los usos que se le dieron a sus numerosas instalaciones.

El palacio fue mandado construir por Carlos III y su esposa doña Leonor. A pesar de la presencia de una muralla y altas torres, su uso fue concebido para disfrute y recreación de la corte, por lo que nunca adquirió un sentido defensivo o militar.

En las fachadas se aprecian rasgos del gótico francés, mientras que en el interior lucían decoraciones de estilo mudéjar. Sus jardines se poblaron de extravagantes animales, como leones o camellos. Los interiores fueron revestidos con los mejores adornos y el lujo se estableció en todos los aposentos.

Tan pronto se inauguró el palacio, se convirtió en escenario de suntuosas fiestas en las que los reyes y la nobleza disfrutaron de exquisitos manjares y entretenidos espectáculos.

Un trágico declive

El deterioro del palacio comenzó con la invasión de Navarra en 1512. A partir de entonces el castillo se convirtió en residencia ocasional de virreyes y monarcas.

Su trágica destrucción tuvo lugar en la Guerra de la Independencia, pero no a manos de franceses, como podríamos pensar, sino del español Espoz y Mina. El militar mandó quemar el palacio ante el temor de convertirse en morada de franceses.

De la majestuosa fortificación solo quedaron escombros. Las ruinas se convirtieron en fuente de inspiración para autores románticos, quienes percibieron en el paisaje la decadencia del antiguo esplendor palaciego.

Vista del palacio de Olite, dibujado por Genaro Pérez de Villaamil, en España artística y monumental (1850)

Vista del palacio de Olite, dibujado por Genaro Pérez de Villaamil, en España artística y monumental (1850)

Destaca la vista del palacio dibujada por el pintor Genaro Pérez de Villaamil o la descripción que hace Gustavo Adolfo Bécquer recordando la grandeza de la construcción: «la vista de aquellos jigantes y grandiosos restos impresiona profundamente, y por poca imaginación que se tenga, no puede menos de ofrecerse á la memoria al contemplarlos la imágen de la caballeresca época en que se levantaron».

En 1923 se iniciaron las primeras obras de reconstrucción impulsadas por la Diputación Foral de Navarra. Gracias a esto la edificación fue declarada Monumento Nacional en 1925. Todavía hoy las obras hacen posible disfrutar del que fue uno de los palacios góticos más importantes de toda Europa.

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