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19 de septiembre de 2024

La concejala de Urbanismo de Úbeda, María del Carmen García, junto a las losas del monumento ya instaladas

La concejala de Urbanismo de Úbeda, María del Carmen García, junto a las losas del monumento ya instaladasAyuntamiento de Úbeda (Jaén)

Ayuntamiento de Úbeda

El PSOE homenajea a fusilados por el franquismo acusados de participar en las matanzas de las cárceles de Úbeda y Baeza

  • El Ayuntamiento de Úbeda ha instalado un monumento en el cementerio de San Ginés para honrar a 81 fusilados por el franquismo tras la Guerra Civil

  • Algunos de ellos fueron acusados de participar en el asesinato de 79 personas en las cárceles de Úbeda y Baeza al comienzo de la contienda

En el cementerio de San Ginés, en Úbeda, provincia de Jaén, descansan unas losas con una treintena de nombres inscritos bajo un verso de Miguel Hernández que reza: «Porque soy como el árbol talado que retoño: aún tengo la vida». Esos nombres son tan sólo una parte de los 81 homenajeados por el Ayuntamiento de Baeza, comandado por la socialista Antonia Olivares Martínez. ¿El motivo? Haber sido fusilados por el régimen franquista al término de la Guerra Civil. Sin embargo, hay un detalle que el Consistorio parece no haber tenido en cuenta y es que algunos de esos hombres fusilados fueron, a su vez, acusados de asesinato.

En concreto, varios de ellos, tal y como ha podido comprobar El Debate en la amplia documentación recogida en el Fondo Documental de la Memoria Histórica de la Provincia de Jaén del Instituto de Estudios Jienenses, del que es responsable la Diputación Provincial, fueron acusados de participar en las matanzas de las cárceles de Úbeda y Baeza, donde al comienzo de la contienda civil fueron asesinadas 79 personas.

La cárcel de Úbeda fue asaltada por decenas de milicianos armados en la noche del 30 de julio de 1936. Desde diez días antes, el comité de milicias que se hizo con el poder en el pueblo había ido encerrando entre sus muros a personas que, sin haber cometido delito alguno, simplemente eran consideradas desafectas al Frente Popular. En la noche del asalto, había 47 hombres presos.

Las víctimas de la prisión de Úbeda, todas ellas civiles, a excepción de un militar, fueron acribilladas en el interior y en la entrada de las instalaciones Entre los asesinados figuraban estudiantes, propietarios, jornaleros, agricultores, sacerdotes, obreros, abogados, médicos y zapateros. La mayoría de los que tenían adscripción política pertenecían a la coalición derechista CEDA. Había también cinco falangistas.

Entre los acusados de la matanza figuran varios de los nombres ahora homenajeados por el gobierno municipal del PSOE, señalados por testigos y por sus propios camaradas en los juicios de posguerra ante los vencedores, tal y como consta en varios autos a los que ha tenido acceso este periódico. Es el caso de Pablo Aragón Leyva, Francisco Martínez Molina, Juan Martínez Cobos, Juan Patón Rojas, Diego Martínez Padilla o Bernardo Benito Expósito.

También figura en el monumento el nombre de Lorenzo Martínez Rosillo, de la CNT, acusado de repartir armas entre los asaltantes y de haber instigado el asesinato del secretario de la CEDA en el municipio, el agricultor Juan de Dios Valero.

Otro homenajeado es Francisco Egea Bautista, presunto responsable de la detención de veintitrés vecinos del municipio aledaño de Larva, que fueron encarcelados en Úbeda y asesinados también en la matanza, en la que también le acusan de haber participado.

Unos días después de la masacre de Úbeda, algunos de sus participantes, que también figuran en el monumento del Ayuntamiento de Baeza, como Juan Patón o Bernardo Benito, repitieron su «hazaña», esta vez en la cárcel de Baeza. El 3 de septiembre de 1936 un grupo de milicianos viajó desde Úbeda a Baeza en siete coches y tres camiones. Al llegar a la segunda localidad, se presentaron en la cárcel y se llevaron a 32 detenidos a los que posteriormente acribillaron al grito de «¡por traidores a la República!».

Como en Úbeda, las víctimas eran civiles, con dos militares retirados. Murieron once sacerdotes, ocho estudiantes, además de dos industriales, dos comerciantes, un labrador y un herrero, entre otros.

El monumento

Estos hechos no han sido óbice para que el Consistorio de Úbeda haya decidido homenajear a algunos de los supuestos autores. «Quiero señalar que fueron asesinadas por el régimen franquista una vez que terminó la Guerra Civil y es importante que todos comprendamos la magnitud de estos hechos y que no permitamos que caigan en el olvido», afirmaba el pasado 22 de agosto la concejal de Urbanismo de la localidad, María del Carmen García, obviando en todo momento la posible participación de algunos de los homenajeados en los mencionados asesinatos.

«Hemos ideado un memorial homenaje a estas víctimas que dormían el sueño de los justos y que tenían una historia callada, una historia que no se quería contar, que ha sido silenciada. Nosotros vamos a contribuir a rescatar ese olvido para que las personas y las generaciones venideras nunca olviden lo que pasó y los valores democráticos por los que lucharon», agregó. Unos supuestos «valores democráticos» entre los que, al parecer, figura acabar con la vida de los que piensan distinto a uno.

De momento, tal y como señaló la concejal, se han instalado tres de las ocho losas con 81 nombres que completarán el monumento. Desde el Ayuntamiento confían en que las otras cinco que falta por colocar se instalen «en breve» y explican que estas estarán colocadas en forma cóncava para «crear un espacio que invite a la reflexión».

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