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Ramón Pérez-Maura
AnálisisRamón Pérez-Maura

Caso Edmundo González, ¿nos toman por idiotas?

El Gobierno dice que pasó días en la embajada de España. La realidad es que solo estuvo unas horas antes de su salida del país. Algunas preguntas que requieren urgente respuesta

Actualizada 11:11

El expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, junto a Nicolás Maduro

El expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, junto a Nicolás Maduro(EPA) EFE

¿Cómo se saca de un país a un perseguido por la justicia sin pactar con ese Gobierno? Eso sólo puede hacerse con una operación de comando. No parece que haya sido el caso. Los miembros del Gobierno de Sánchez, encabezados por mi nunca bien ponderado Napoleonchu, salieron ayer a decir que el Gobierno español no había negociado nada con Venezuela y que esto sólo era una respuesta a la petición de asilo de un ciudadano. Cualquiera entiende que para evacuar al ganador de las elecciones, prófugo de la justicia de la dictadura, hay que tener un acuerdo muy explícito entre ambos gobiernos para enviar un avión de la Fuerza Aérea a Caracas con un secretario de Estado abordo. Igual que para mover a González de la Embajada de los Países Bajos a la de España y de la de España al aeropuerto. Obviamente ha salido el fiscal general venezolano a confirmar lo evidente: ambos gobiernos acordaron el salvoconducto. No podía ser de otra forma. Pero ya se sabe que mentir es un instrumento válido para este Gobierno.

¿Por qué el Gobierno de España dice que no se informará de dónde se aloja Edmundo González «por razones de seguridad»? ¿Temen un atentado por parte del régimen chavista? Esta ocultación y silenciamiento es una prueba más que corrobora la información dada ayer por Andrea Polidura en El Debate. A Edmundo González se le quiso forzar a firmar un documento comprometiéndose al silencio y aceptando los resultados ofrecidos por el chavismo. No está claro que finalmente lo hiciera, aunque las primeras declaraciones de su abogado en CCN en Español parecen buscar la contención de daños para González -como es natural en un abogado defensor.

¿Dónde queda la democracia entre los valores que defiende el Gobierno español? Se le ha quitado un problema al dictador, pero no se ha hecho nada por respetar el resultado de las elecciones del 28 de julio. Albares dice que la posición de España está dentro de la posición común de la UE. Le convendría escuchar un poco a Josep Borrell y hasta un sordo aprecia las diferencias.

¿Podría explicar el Gobierno de España por qué sostiene que Edmundo González pididó voluntariamente el asilo a España y el secretario general de la Organización de Estados Americanos dice que es un exilio forzado? El secretario general de la OEA , Luis Almagro, emitió anoche un comunicado al respecto. Almagro lleva en el cargo desde 2015, está en su segundo mandato. Y fue ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay entre 2010 y 2015 en el Gobierno de José Múgica, el íntimo amigo de Manuela Carmena.

Si estaba acogido en la Embajada de los Países Bajos, ¿por qué no pidió asilo a ese Reino? Alguien tiene que explicar si Holanda, después de acogerlo allí durante días, no quería seguir ayudándole. Es muy raro mandarlo a pedir asilo a un país socio. ¿Por qué no se refugió en primer lugar en la Embajada de España? Y queda por saber de verdad, cuántas horas pasó en la Embajada de España. Frente a las mentiras habituales del Gobierno español diciendo que pasó días, la realidad es que sólo estuvo unas horas antes de su salida del país.

¿De verdad pidió asilo Edmundo González Urrutia? La realidad es que fue deportado. En la embajada holandesa recibió mensajes del régimen, entre otros, de amenaza a sus familiares fuera de la embajada. Después fueron a verlo allí los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez Gómez. Ella la de las maletas de Barajas, hoy vicepresidente de la República. Él, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela. Con la amenaza de la integridad de la familia pendiendo sobre Edmundo González, éste cedió y aceptó renunciar a su empeño en no salir. Pese a que el mismo sábado por la mañana había comunicado a una persona con la que hablaba a diario, que no tenía intención de salir de Venezuela. Los hermanos Rodríguez Gómez habían contactado con su socio José Luis Rodríguez Zapatero, muy en deuda con ellos, para que organizara el traslado a España. Formalmente España lo presentaría como una petición de asilo, la opción menos mala para la dictadura y más dañina para la oposición. Y sin duda, ya en España, es difícil renunciar a cualquier asilo político que te ofrezcan.

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