El CGPJ alcanza un nuevo consenso para formar las comisiones que renovarán la cúpula judicial

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha hecho gala, una vez más, de su voluntad de consenso en el pacto alcanzado entre conservadores e izquierdistas para conformar la distribución interna de las comisiones de trabajo. El alma del acuerdo responde a un «reparto equilibrado» entre las dos alas que componen el órgano, según apuntan a El Debate fuentes próximas a la institución.

De tal manera, la Comisión Permanente, encargada del día a día del Consejo, y máxima responsable de las labores ejecutivas del mismo, tendrá una composición repartida entre los vocales Bernardo Fernández, Esther Erice y Carlos Hugo Preciado, de entre los propuestos por el PSOE; y, los conservadores Alejandro Abascal, José Eduardo Martínez, Pilar Jiménez e Isabel Revuelta, aglutinados bajo la presidencia de Isabel Perelló.

Por su parte, la Comisión de Calificación, encargada de convocar y seleccionar a los jueces y magistrados que tendrán que ocupar las más de cien vacantes derivadas del bloqueo de nombramientos, aprobado por el Ejecutivo socialista, provocó durante el CGPJ saliente. Esta Comisión tendrá una mayoría de miembros del sector izquierdista.

Será una pieza clave en la labor del Consejo porque está obligada a cubrir 102 plazas de la cúpula judicial, incluidas las 29 del Tribunal Supremo. Bajo la batuta del vocal de sensibilidad conservadora José Antonio Montero, trabajarán la también conservadora Esther Rojo y los izquierdistas Ricardo Bodas, Ángel Arozamena e Inés Herreros.

El Pleno del Consejo ha fijado como criterio que si la Presidencia de una comisión recae en el vocal de un sector, la mayoría de la misma esté formada por vocales del otro bloque

En el caso de la Comisión de Igualdad, las fuentes consultadas por El Debate, han apuntado a que estará presidida por la vocal conservadora Gema Espinosa, ex directora de la Escuela Judicial y esposa del juez instructor del procés Pablo Llarena. Espinosa estará acompañada por los vocales Carlos Hugo Preciado Doménech y Lucía Avilés Palacios.

La Comisión Disciplinaria, competente para revisar las sanciones a los miembros de la Magistratura, estará liderada por José María Fernández Seijo (del bloque izquierdista) y, a su vez, integrada por los vocales Ricardo Bodas Martín, José Luis Costa Pillado, María Pilar Jiménez Bados, José María Páez Martínez-Virel, José Carlos Orga Larrés y Lucía Avilés Palacios.

También se han acordado las comisiones de Asuntos Económicos, Relaciones Internacionales y Estudios e Informes, en las que habrá mayoría conservadora; así, como Escuela Judicial, Modernización e Informática Judicial, que contarán, por el contrario, con mayoría izquierdista.

Asimismo, se ha pactado la comisión encargada de proponer posibles reformas del sistema de elección de los 12 vocales que se eligen entre jueces y magistrados. Estará integrada por los vocales Argelia Queralt y Bernardo Fernández, propuestos por el PSOE y por los conservadores José Carlos Orga e Isabel Revuelta.

La vicepresidencia, para Berberoff

Además, han hecho hincapié en que este reparto interno, que se aprobará en el Pleno ordinario programado para este miércoles, servirá únicamente para la fase inicial del nuevo CGPJ, ya que está previsto que las comisiones del CGPJ se vayan renovando de manera periódica y «rotativa».

Los vocales buscan diseñar una configuración distinta a la conocida hasta ahora, por lo que varias fuentes consultada por El Debate, ya han apuntado a que podrían conformarse nuevos grupos de trabajo, a los que se irá dando forma en sucesivos Plenos. Entre ellas, las mismas fuentes sugieren la idea de crear una comisión especializada en la comunicación del órgano. Esto es, una suerte de «portavocía colegiada» que recaiga en diferentes vocales, en función de la materia, quienes se encargarían de mantener una relación directa y fluida con los medios de comunicación.

En el Pleno del 25 de septiembre se votará asimismo la designación de Dimitry Berberoff, hasta la fecha magistrado de la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo del Supremo, como vicepresidente del Alto Tribunal, tal y como propuso el bloque conservador a Perelló, que finalmente le avaló como su 'número dos'.