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Javier Velasco y Maudy Ventosa, autores de 'El caso de Margarita Landi', en El Debate

Javier Velasco y Maudy Ventosa, autores de 'El caso de Margarita Landi', en El DebateThorun Piñeiro

Entrevista con Javier Velasco y Maudy Ventosa

«Margarita Landi, mujer adelantada a su tiempo, no estaría muy de acuerdo con las feministas de hoy»

Los autores de El Caso de Margarita Landi. La Rubia del Velo y la Pistola visitan la redacción de El Debate para hablar sobre su libro y la apasionante vida de la periodista española de sucesos más famosa de los años 50

Javier Velasco y Maudy Ventosa han publicado uno de esos libros que se hacen necesarios tener en las estanterías para que el pasado reciente no quede en el olvido. El tiempo narrado es la España de antes y después de la Guerra Civil; la protagonista no es otra que la gran dama del crimen de la época: Margarita Landi. Una periodista que rompió barreras en el periodismo de sucesos y dejó un halo de misterio acerca de su vida privada. Tres años de investigación —entre viejos cassettes y muchas visitas a la hemeroteca— han sido necesarios para que los autores de El Caso de Margarita Landi. La Rubia del Velo y la Pistola (Alianza Editorial) arrojen luz sobre su lado más personal y escriban ahora su biografía. El Debate habla con ellos acerca de la importancia de su figura y de los aspectos más relevantes del libro.

—Se cumplen 20 años de la muerte de Margarita Landi. ¿Es este libro un homenaje a su carrera?

—Javier Velasco: El libro es como una road movie donde Landi va contando su vida en primera persona a un fotógrafo que trabajó con ella en muchísimas ocasiones. No es solamente un homenaje a ella, sino también al feminismo de aquella época que, aunque parezca que no existía, había mujeres realmente fuertes como ella, decididas, valientes, que se enfrentaban a cualquier cosa solas.

—¿De quién surgió la idea?

—Velasco: La redacción de El Caso la conocía desde siempre porque soy del barrio de Chamberí y mi abuelo compraba el periódico, era un fan desde el primer momento. Pero todo comenzó cuando un día, estando en el despecho de Joaquín Abad, el último director de El Caso, vi toda la colección expuesta de El Caso. Empecé a hojearla y fue cuando pensé: esta mujer se merece un libro. Empecé a buscar a la familia, a personas que la habían conocido... Hablé con otros directores, exdirectores de El Caso, como Juan Caño, y luego ya se lo dije a Maudy, porque ella es muy buena investigadora. Y ya empezamos a urdir lo que era el libro.

—Maudy Ventosa: ¡Me lio! Sabía dónde me metía, pero no me imaginaba que el proceso de investigación pudiera ser tan amplio. Teníamos los documentos de la familia, semanarios encuadernados por semestres..., pero faltaban muchas cosas. Había muchos huecos que ni siquiera la familia conocía. Investigando, hemos descubierto partes de su vida que no sabía ni la familia ni compañeros suyos. Cosas de las que ella jamás quiso hablar.

Investigando, hemos descubierto partes de su vida que no sabía ni la familia ni compañeros suyosMaudy Ventosa

—¿Como por ejemplo?

—Ventosa: El viaje a Panamá. O sea, lo mismo que Agatha Christie desapareció unos días y nadie sabía dónde estaba o si la habían secuestrado, Margarita Landi desde el 58 al 62 desapareció de España y de esa época nadie ha querido hablar. Ella misma no se lo contó ni a la familia. Hemos encontrado un artículo que ella escribió en Panamá que nadie conocía. Sabemos más o menos por dónde anduvo y hay algunas fotografías... tenemos nuestra teoría de por qué se marchó, pero hemos escrito el libro con tanto respeto que no vamos a publicar nada que no esté 100 % confirmado y documentado.

—¿Y qué hay de las historias paranormales de comunicación con los muertos de ella misma y su familia de las que se habla en el libro?

—Ventosa: Yo creo que a ella y a toda la familia siempre les ha gustado todo lo que tiene que ver con fenómenos paranormales. Hay un episodio en el libro que narra cómo la muerte anuncia a su madre que va a morir en un año y, efectivamente, se produce el óbito un año justo desde que la muerte se lo anunció.

—Velasco: Sí, y hay más episodios. Una tía de Margarita en Málaga por lo visto hacía levitar unas mesas camillas pequeñas. Las llevaba de un sitio para otro. Pero lo que ella también vivió en primera persona ya siendo mayor en su último piso que compraron en General Perón 23 antes de irse a Gijón es que hablaba con el antiguo habitante de la casa que se suicidó. Contaba que se sentaba en la cama por las noches y hablaba con él tranquilamente. Y no era un día, sino muchos.

—Ventosa: Además sentía que la cuidaba. Al parecer, una vez se dejó un grifo abierto y él lo cerró.

—¿Y toda esta investigación cuánto ha durado?

Cualquier estudiante de Periodismo tendría que conocerla porque fue absolutamente pioneraJavier Velasco

—Velasco: Desde que empezamos hasta que ha salido el libro han pasado tres años. Pero realmente el trabajo gordo ha sido un año.

—Ella fue la pionera del true crime. ¿Estaba abandonado su recuerdo?

—Ventosa: Las nietas están reivindicando una calle desde hace muchísimo tiempo. Eso sería ideal. Pero una en Madrid y otra en Gijón, porque estaba muy unida a esta ciudad por su hijo Ángel y, de hecho, está enterrada allí. Debiera de tener un reconocimiento. Figuras como esta, que han sido tan importantes para la investigación criminal, para los periodistas, para las mujeres... Ella era distinta, rompía con todo.

—Velasco: Cualquier estudiante de Periodismo tendría que conocerla porque fue absolutamente pionera. Fue la primera mujer en España que hizo true crime ¡en los años 50! Pasó del periodismo a la radio. Hizo mucha radio y también hizo mucha televisión en sus últimos tiempos. Estuvo en Televisión Española y sobre todo en Telemadrid. Toda esa historia hay que conocerla y saber el germen de lo que era el periodismo en aquel momento.

—Porque el periodismo de entonces no era el que es hoy en día...

—Velasco: Como ya hemos dicho alguna vez, no se podían dar noticias de asesinatos en los periódicos de España. Cuando salió el periódico solo podían escribir sobre un asesinato por semana. Luego se subió a dos y luego ya se abrió la mano, según se iba acercando la Transición. Y durante todo este tiempo ella estuvo ahí. Con los delincuentes en Madrid, aprendiendo de los trileros, aprendiendo de la policía... Tuvo una vida apasionante. Trabajaba las 24 horas.

—Ventosa: Además hay muchos aspectos que hizo que tampoco son conocidos. En El Caso tuvo un consultorio, Cartas a Pegy, que era un consultorio sentimental, pero más adelante, para ayudar a los emigrantes que iban a Alemania, tuvo otro consultorio también donde ayudaba a estas personas con toda la documentación que tenían que llevar, les daba consejos, les indicaba cuál era el camino que tenían que seguir para poder encontrar un trabajo en Alemania. Era un consultorio de trabajo que ayudó a muchísima gente.

Maudy Ventosa y Javier Velasco, en un momento de la entrevista

Maudy Ventosa y Javier Velasco, en un momento de la entrevista

—Si tenéis que quedaros con algo de la investigación, ¿qué es lo que más os ha llamado la atención?

—Ventosa: Yo si me quedo con algo de ella es la fuerza que tenía. O sea, cómo las dificultades te hacen más fuerte y van forjando una personalidad luchadora como la que ella tenía, Cómo es capaz de renunciar a su vida personal, incluso a su hijo tantas veces... porque ella era una apasionada de su trabajo. Se entregaba en cuerpo y alma. Fue una mujer valiente y con mucha fuerza.

—Velasco: Yo me quedo con su forma de trabajar. Era increíble. Entrevistaba a todo el mundo, lo mismo a la familia del asesinado como a la de los criminales. Cogía todas las versiones. Era muy rigurosa en sus noticias y tenía una gran valentía en enfrentarse a quien fuera, incluso si era contra la policía. Lo que tenía que decir lo decía.

—¿Y qué pensaría Landi del feminismo actual?

—Ventosa: Ella defendió mucho a la mujer, pero, ¿qué pensaría? Seguramente no estaría de acuerdo con muchísimas cosas que se están haciendo...

—El libro rescata las vivencias de la Landi niña. Se cuenta cómo vivió la persecución a los conventos y a la Iglesia durante la guerra civil. ¿Ha trascendido si ella era creyente?

—Ventosa: Ella hablaba mucho de justicia, pero sobre su posición religiosa no tenemos nada concreto. La única referencia que ella hace al respecto es un pasaje en el que habla de su época en el colegio y cuenta que un día fue a visitarla su hermana Leonor y le contó del fallecimiento de sus dos primas y que no pudo bajar a la capilla a llorarlas y desahogarse porque la capilla estaba cerrada por los milicianos que habían ocupado el colegio.

Para ella el crimen perfecto era el que no se descubría y pasaba como muerte natural o suicidioJavier Velasco

—¿Landi llegó a describir cómo es un crimen perfecto?

—Velasco: Sí, para ella el crimen perfecto era el que no se descubría y pasaba como muerte natural o suicidio. También hablaba mucho de la luna y decía que los días de luna llena son días donde se cometen más crímenes.

—Ventosa: Con lo que no podía era con todos los casos que tenían que ver con la pederastia y los asesinatos de niños. Eran los sucesos que más le costaba escribir y asimilar. Para ella estos abusos no tenía perdón ni justificación nunca.

—El libro está escrito en primera persona y con el lenguaje propio de Landi. ¿Por qué tomasteis esa decisión?

—Ventosa: Para darle voz a una persona que siempre ha hablado de los otros pero no de ella misma. Nosotros somos testigos de su vida, pero quien debe de contarla es ella.

—¿Hay algún artículo del que dijese sentirse más orgullosa de haber escrito?

—Velasco: Es que tuvo muchos y muy mediáticos, sobre todo el de los Galindos. Pero creo que estaba muy orgullosa de que una vez la propia asesina fue la que le confesó el crimen. Fue el caso de una mujer que había matado al marido con agua hirviendo cuando este estaba durmiendo.

—Landi contó miles de historias, calló muchos secretos... sin embargo, acabó sus días sin memoria...

—Velasco: Sí. Tuvo Alzheimer. Perdió la memoria y en sus últimos días no reconocía ni a su hijo. Hasta un año antes de fallecer estuvo viviendo sola, pese a que la familia le insistía que se fuera con ellos y la cuidaran. Finalmente, se fue a Gijón con ellos y sus últimos meses los tuvo que pasar en una residencia. Lo contamos en el último capítulo, para que los que tienen familiares enfermos de Alzheimer o demencia senil se sientan acompañados.

—¿Habrá parte dos de Margarita Landi?

—Velasco: Han aparecido hace poco en Gijón dos cajones llenos de cintas y papeles de Landi. La editorial y la familia nos animan a que escribamos más sobre ella, pero tenemos que ir a Gijón a ver la documentación y descubrir si en esos documentos hay cosas nuevas que contar de ella sobre su personalidad, vida o trabajo. En caso afirmativo, seguro que habrá parte dos.

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