Un tribunal de Navarra anula la subvención de Bildu a la 'Korrika', la carrera que promociona el euskera
Lo hace tras admitir un recurso presentado por la asociación cultural Pompaelo, que denuncia que se utilice el dinero de los pamploneses «de un modo que esquiva los controles y reglas establecidos en la normativa municipal»
El Tribunal Administrativo de Navarra ha estimado el recurso interpuesto por la asociación cultural Pompaelo contra el Ayuntamiento de Pamplona, que preside EH Bildu, por haber financiado con 6.000 euros la Korrika de 2023, la carrera popular de relevos para la promoción del euskera, y ha declarado nula esta subvención «encubierta» municipal.
Tal como explica la asociación, la decisión del Consistorio de la capital navarra «se implementó con un contrato menor de patrocinio, esquivando con ello todas las limitaciones asociadas a la concesión de subvenciones municipales sin que se cumplieran los requisitos para ello». Pompaelo promovió un recurso de alzada al considerar que esta contratación «no se ajustaba a Derecho», y el tribunal navarro les ha dado la razón.
En su resolución, recogida por la asociación en el comunicado, el tribunal administrativo, respecto a la primera alegación del recurrente —que sostiene que se trata de una «subvención directa otorgada prescindiendo del procedimiento»— señala que «aunque se entendiera que el recurrente manifestó conocer la existencia de la adjudicación del contrato en dicha fecha, entendemos que tampoco podría entenderse como conocimiento pleno a efectos del artículo 45.2 1.er párrafo LPAC» (…) «debiendo desestimarse la causa de inadmisión».
Y en cuanto a la segunda alegación que expone el recurso, que es que, en caso de entenderse que se trata de un contrato público, «no cumple con los requisitos de los contratos menores», concluye que «no se encuentra justificado el retorno publicitario». «Se desconoce cuál es el valor de mercado de la publicidad proporcionada por el contratista», indica el tribunal.
«El informe de necesidad destaca en varias ocasiones que la finalidad de la actividad que se realiza es de interés público —ya que la promoción del euskera es uno de los objetivos de la normativa municipal al respecto— lo que, unido a la ausencia de justificación de la prestación por parte de la entidad que recibe la ayuda económica, lleva a concluir que se trata de una actividad de fomento del Ayuntamiento de Pamplona que se ha encauzado incorrectamente por la vía de la contratación pública», explica.
La asociación subraya que «no se opone a que el Ayuntamiento financie la Korrika ni a su celebración ni a sus objetivos», sino a que se utilice el dinero de todos los pamploneses «de un modo que esquiva los controles y reglas establecidos en la normativa municipal».
«Entendemos que el uso de este subterfugio por el EH Bildu se debe a que la celebración de la Korrika incumple los requisitos exigidos a los actos financiados mediante subvención municipal, en concreto la prohibición de la exaltación de terroristas o del terrorismo», defiende Pompaelo. Y añade: «Si esta exaltación, habitual y notoria en todas las ediciones de la Korrika, se puede evitar, no habría razón para que no se tramitara como cualquier otra subvención municipal, en concurrencia competitiva y con luz y taquígrafos. Si la naturaleza del acto hace que no puede evitarse, no debería ser financiada con fondos públicos».
Además, la asociación cultural indica que cabe recurso contra esta decisión del tribunal navarro y no duda de que Bildu recurrirá, y anima a que, dado que Pompaelo no cuenta con los recursos económicos que se necesitarían para asumir los gastos de ese proceso legal, los partidos municipales y las entidades cívicas de Pamplona asuman «su parte de responsabilidad». De igual modo, apelan a otros a plantear también recursos contra «actuaciones irregulares de la administración sin coste para los ciudadanos» cuando las detecten, como permite el Tribunal Administrativo de Navarra.