La incansable lucha de la Policía Nacional contra la devastación de la DANA
Casi 4.300 agentes se encuentran trabajando incansablemente de forma directa en la zona arrasada
Fueron prácticamente los primeros en movilizarse cuando se desataba la tragedia aquella fatídica tarde del 29 de octubre. De hecho, 1.800 agentes de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Valencia, es decir, agentes que trabajaban en la misma provincia, se encontraban activos en el mismo momento en que la lluvia comenzó a azotar Valencia, incluso antes de que se desbordaran los barrancos.
Ahora ya son 4.300 agentes procedentes de toda España que no cesan en su misión de rescatar a los afectados y auxiliar a los que siguen vivos tras el paso de la dantesca DANA que el pasado 29 de octubre asoló la Comunidad Valenciana. Y aún hay otros 2.000 policías nacionales en alerta que pueden ser movilizados en cualquier momento.
Se trata de una entrega absoluta, mucho más allá que el de un simple trabajo necesario para alimentar a la familia. Prueba de ello es que, desde el primer momento, los sindicatos policiales lanzaron notas de prensa pidiendo que los afiliados les suplicaban, por favor, que les mandasen a Valencia.
El hartazgo de los agentes
Policías nacionales se hartan y trabajan de paisano a pie de barro: «No puede ser que solo demos seguridad»
Pocas veces se han visto estas cifras en una movilización de la Policía Nacional. Y lo que nunca se había visto hasta el momento es que se movilicen a los policías alumnos, 994 concretamente, de la Escuela Nacional de Policía de Ávila para integrarse en las labores de auxilio y rescate. Incluso hubo que romper las demarcaciones que separan la labor de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Algo también inaudito.
Fue una de las primeras ocasiones en que se tuvo que activar el artículo 11.4 de la Ley 2/86 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que explica que «Sin perjuicio de la distribución de competencias del apartado 2 de este artículo, ambos Cuerpos deberán actuar fuera de su ámbito competencial por mandato judicial o del Ministerio Fiscal o, en casos excepcionales, cuando lo requiera la debida eficacia en su actuación».
Fruto de esa eficacia precisamente, hasta el viernes 8 de noviembre, la Policía Nacional había procedido a la detención de 105 personas por robos y hurtos, una cifra muy similar a la ejercida por la Guardia Civil. Y muestra de esa actuación es la disminución de delitos y, por lo tanto, también de detenciones. Mientras que el día 3 la Policía Nacional detuvo a 20 personas, el día 8 fueron tan solo 6.
Pero basta observar las misiones asignadas para apreciar que los agentes de Policía Nacional hacen muchas más actividades que la simple seguridad. Se encuentran en todas partes, porque en todos los sitios los ciudadanos necesitan de ayuda.
Misiones de policía nacional
- Servicios de prevención, orden público y servicios humanitarios en la zona de despliegue.
- Servicio de apoyo psicológico a familiares de víctimas
- Servicio de protección de depósito de vehículos en zonas afectadas y apoyo al transporte de medicamentos y comida
- Vigilancia y control preventivo en vías de comunicación urbanas e interurbanas, prestando especial atención a las zonas comerciales afectadas y farmacias
- Incremento de la presencia policial de paisano en las localidades afectadas con la finalidad de detectar personas que puedan estar organizándose para perpetrar saqueos
- Mantenimiento y apertura de oficinas móviles de expedición de DNI.
- Labores de levantamiento de cadáveres
De hecho, fueron agentes de la Policía Nacional quienes entraron en el parking del Centro Comercial de Bonaire, en Aldaya. Eso sí, afortunadamente, ahí no encontraron ningún cuerpo. También han movilizado los helicópteros en busca de víctimas. Y qué decir de las unidades cinológicas. Esos perros han dado lo mejor de sí en la búsqueda de afectados, vivos y muertos. Y esa eficacia canina, imprescindible para llegar a donde no llega el ser humano, es muestra también de una labor de años en la formación de los perros.
También han movilizado gran cantidad de vehículos, más de 1.000, que ayudan en lo máximo que pueden, incluso en lo que no les corresponde. Cualquier ayuda es necesaria, es buena.
Y, desde el primer momento, la Policía Nacional ha estado ahí, en primera fila de la lucha contra la catástrofe.