La ansiedad se apodera del PSOE tras la decisión de Mazón de aguantar

La supuesta tregua que los socialistas decían haber concedido a Carlos Mazón nunca fue tal. Solo estaban esperando el momento propicio. Y llegó este viernes, en cuando el presidente de la Comunidad Valenciana terminó un discurso en el que se dio a sí mismo una segunda oportunidad: dejó claro que piensa liderar esta fase de reconstrucción y se comprometió a no optar a la reelección si no lo consigue.

La líder del PSPV, Diana Morant, compareció inmediatamente para exigir tres cosas: la destitución de Mazón, la elección de un presidente y un Consell técnicos «focalizados en la reconstrucción urgente» que el PSPV apoyaría con sus votos y, en 2025, la convocatoria de elecciones anticipadas.

Morant puso a Mazón un listón muy alto, viniendo de una ministra que forma parte de un Gobierno que no ha asumido la más mínima responsabilidad en la gestión de la DANA ni en el antes, ni en el durante, ni en el después. De un Gobierno, también, cuyo presidente se negó a declarar la emergencia nacional igual que ahora se niega a comparecer en el Congreso: también faltará a la sesión de control del próximo miércoles por estar de viaje en la cumbre del G-20 en Brasil y está por ver que los socialistas acepten crear una comisión de investigación en la Cámara Baja, como hará el PP en las Cortes valencianas. De un Gobierno, además, que mantiene la candidatura de Teresa Ribera a la Vicepresidencia de la Comisión Europea y critica al PP por intentar que la máxima responsable de la Confederación Hidrográfica del Júcar no sea promocionada al gobierno de la UE.

La ansiedad se apoderó ayer de los socialistas al ver que Mazón no solo no entregó su cabeza ni de momento la de ninguna de sus consejeras, sino que además está decidido a aguantar al frente de un Consell remodelado (que tendrá una Vicepresidencia para la recuperación y una Consejería de Emergencias e Interior). Y que, además, contraatacó poniendo en tela de juicio las predicciones de la AEMET y la información suministrada por la Confederación Hidrográfica del Júcar, ambas de titularidad y dependencia estatal.

La estrategia de Morant lleva el sello de la Moncloa. La vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, se apresuró a aplaudirla en la red X. «La propuesta del PSPV responde a las necesidades de la ciudadanía: es leal con la Generalitat valenciana, cierra el paso a la irresponsabilidad de los negacionistas (en alusión a Vox) y, en última instancia, da voz a todos los valencianos y valencianas para que decidan su futuro», escribió.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, secundó a su jefa: «La incompetencia de Mazón es clamorosa y lo incapacita para seguir siendo president. Feijóo no puede mantenerlo ni un minuto más al frente. Ofrecemos al PP todos los votos del PSOE para establecer un Consell técnico para la recuperación. Es el momento de la política de altura».

La estrategia de Mazón es suya, pero consensuada con Feijóo, con quien habló de ponerse a sí mismo una especie de cláusula: la que deja abierta la puerta a su retirada en 2027 si no está a la altura del ingente reto.

A esto último se refería el presidente del PP cuando, crípticamente, anunció dos días antes del discurso de Mazón en las Cortes regionales: «Le aseguro que, después de esa comparecencia, habrá mucha gente que se sienta, al menos, parcialmente reconfortada con la clase política. Espero y deseo que así sea».

Los populares son conscientes de que aguantar significará también apretar los dientes. A la manifestación del sábado pasado se unió ayer una concentración a las puertas de las Cortes en la que los manifestantes coreaban consignas como «Mazón a la prisión», «Mazón criminal», «Mazón, asesino», «El president a Picassent», «Mazón dimisión y nuevas elecciones» y «No son muertes, son asesinatos». Dentro, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, no dejaba lugar a dudas: «¿Puede dormir por las noches? ¿Puede mirarse al espejo sin bajar los ojos? ¿Puede mirar a la cara a una persona que ha perdido a un familiar? Para cientos de miles de valencianos usted ya ha dejado de ser nuestro presidente. Dimita».