La Guardia Civil estrena un buque oceánico de última generación para poner la seguridad marítima en vanguardia
Contará con helipuerto, zona hospitalaria e incluso un vehículo submarino capaz de descender 1000 metros en el mar
Una embarcación de grandes dimensiones que incorpore las tecnologías más avanzadas contra la delincuencia transfronteriza, que rescate vida en la inmensidad del mar o que luche contra la inmigración irregular o el narcotráfico.
Así es el nuevo buque oceánico que la Guardia Civil botó este viernes en el puerto de Vigo y se incorporará a las labores marítimas en el primer trimestre del año 2025.
El nuevo barco de la Benemérita, que coge el nombre del fundador de la Guardia Civil, el Duque de Ahumada, sustituye al Río Miño, que terminó ya su vida útil. Dispondrá de cinco cubiertas, con helipuerto, dos embarcaciones de rápida intervención y un vehículo submarino operado remotamente para la inspección y rastreo subacuático de hasta un kilómetro de profundidad. Además, estará dotado con equipos de navegación y comunicaciones de última generación, espacios hospitalarios y enfermería, área de seguridad y zona de náufragos para un mínimo de 100 personas.
Tendrá una autonomía superior a las 11.000 millas, con capacidad para permanecer en el mar sin tocar puerto de hasta 30 días. Podrá alcanzar una velocidad de 18 nudos y tendrá una velocidad de patrulla superior a los 11. Contará con alojamiento a bordo para 44 miembros de la tripulación y 12 personas ajenas a ella.
Se trata de un buque de grandes capacidades que ha sido cofinanciado con fondos de la acción específica de equipamiento de la agencia europea Frontex, dedicada precisamente a la lucha contra la inmigración irregular, y que trabajará en la seguridad marítima, pero también participará en misiones humanitarias, rescatando vidas en el mar y ofreciendo apoyo logístico a otras unidades de la Guardia Civil. Además, luchará contra la migración irregular, el narcotráfico o la trata de seres humanos.
El pasado día 12, sin ir más lejos, por ejemplo, la Policía Nacional tuvo que pedir ayuda a la Armada Española para trasladarse en un barco de grandes dimensiones al abordaje de un pesquero que transportaba 4 toneladas de cocaína. Con un barco como el que tendrá ahora la Guardia Civil, ya no será necesario pedir ayuda a la Armada.
Según el Ministerio del Interior, «el nuevo buque de la Guardia Civil supone un hito tecnológico de primer nivel y un importante incremento de las capacidades operativas del Cuerpo en el desempeño de sus funciones en el ámbito marítimo».