La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda - Europa Press
Montero deja plantada a la comisión caso PSOE para irse a una votación intrascendente
La vicepresidenta primera adujo que tenía que ir al Congreso, pero el resultado habría sido el mismo con o sin ella. De hecho, Sánchez faltó a la votación porque estaba inaugurando el Congreso de UGT
La vicepresidenta María Jesús Montero dejó plantada este martes a la comisión de investigación del Senado sobre el caso PSOE a la media hora del inicio de su comparecencia, con el argumento de que tenía que ir a votar al Congreso, aun cuando su voto era intrascendente.
Lo que se votaba en el Pleno de la Cámara Baja era la elección del presidente de RTVE en primera vuelta y, con y sin ella, el Gobierno tenía imposible obtener los dos tercios necesarios al no contar con el apoyo del PP. De hecho, la elección de José Pablo López como presidente de la radiotelevisión pública quedó pospuesta hasta una segunda votación este jueves, cuando se cumplan 48 horas de la primera. Ahí sí solo necesitará 176 votos, mayoría absoluta, y el PSOE los tiene asegurados porque cerró un pacto con Sumar, ERC, Junts, el PNV y Podemos para repartirse 11 de los 15 miembros del nuevo Consejo de Administración de RTVE.
También se votaba la elección de Enrique Santiago como portavoz de Sumar en la Comisión de Secretos Oficiales, que habría salido adelante con o sin Montero: necesitaba 176 y obtuvo 177. Y, en caso de no haberlos sacado, la votación se habría repetido otro día.
La maniobra de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda causó estupor e indignación entre los populares y, especialmente, al presidente de la comisión, el senador Eloy Suárez. No en vano, según los populares fue ella quien propuso este 26 de noviembre para su comparecencia. El equipo de Montero no avisó a Suárez con antelación para haber podido cambiar la hora, sino que se encontró con el problema cuando la sesión ya había comenzado. Y decidió atender la petición de la número dos del Gobierno, a regañadientes.
«Esta Presidencia no conocía que la señora Montero ha solicitado la suspensión o el aplazamiento. No voy a presuponer nada, pero sí quiero advertir de que de aquí en adelante esta Presidencia va a aplicar el reglamento a rajatabla. Cuando alguien compareciente tiene algún problema, lo suyo es comunicarlo a la Mesa para intentar resolverlo, cosa que no ha sucedido», señaló. «He accedido a esa petición, pero ya me hubiera gustado que se le hubiera comunicado a esta Mesa la circunstancia porque la hubiésemos resuelto de otra manera», añadió, cuando Montero ya había abandonado la sala a toda prisa.
El senador del PP Juan José Sanz tildó el episodio de «absolutamente impresentable» y de una «falta de respeto total y absoluto a esta comisión». Le salió al paso el senador del PSOE Alfonso Gil, que culpó a los populares de lo sucedido. «El voto de un diputado es un derecho constitucionalmente reconocido y punto. Esto de convocar a la gente por trámite de urgencia tiene estas cosas», afirmó.
Pedro Sánchez también es diputado y, sin embargo, a esa hora estaba inaugurando el 44º Congreso Confederal de UGT en lugar de estar votando. No en vano, es muy habitual que los miembros del Consejo de Ministros que tienen escaño en el Congreso falten a las votaciones que no son trascendentes o que no están demasiado reñidas. Además de Sánchez y de Montero, del ala socialista del Ejecutivo son diputados Félix Bolaños y Óscar Puente.
Hasta su espantada, Montero negó cualquier reunión con Víctor de Aldama y puso «la mano en el fuego» por su jefe de Gabinete, Carlos Moreno, señalado por el empresario. «Es un magnífico servidor público», sostuvo.
