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Carles Puigdemont y Jordi Turull, en una imagen de archivo

Carles Puigdemont y Jordi Turull, en una imagen de archivoEFE

Sánchez gana tiempo

El PSOE aplaza la decisión sobre la cuestión de confianza exigida por Puigdemont

Hasta el viernes, los socialistas tenían intención de vetar la iniciativa en la Mesa del Congreso, pero el fracaso de la reunión que el PSOE y Junts tuvieron ese día en Suiza les hizo replanteárselo

La Mesa del Congreso ha decidido aplazar el debate sobre la admisión a trámite la proposición no de ley registrada la semana pasada por Junts para instar a Pedro Sánchez a que se someta a una cuestión de confianza en el Parlamento. Ello después de que, este lunes, los letrados de la Cámara Baja señalaran en un informe no vinculante que no veían objeción en dar curso a la iniciativa para su posterior debate y votación en el Pleno.

Con esta decisión, el PSOE gana unas semanas de tiempo. Puesto que, en principio, la Mesa del Congreso no volverá a abordar el asunto hasta después de Navidad. El PP ha votado en contra de posponerlo.

La semana pasada, los socialistas planeaban vetar la proposición no de ley en la Mesa aprovechando su mayoría con Sumar. Y esgrimiendo que la cuestión de confianza es una prerrogativa que la Constitución reserva en exclusiva al presidente del Gobierno (artículo 172). De hecho, el informe de los letrados destaca que su hipotética aprobación «carecerá de impacto jurídico alguno en la relación de confianza existente entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo».

Pero entre la semana pasada y ésta se ha producido un hecho significativo: la reunión que el viernes pasado el PSOE y Junts mantuvieron en Suiza, y que acabó sin acuerdo en torno en ninguna de las tres carpetas que ambos partidos mantienen abiertas: la cesión de las competencias en materia migratoria a Cataluña, la senda de estabilidad (los objetivos de deuda y déficit públicos) y los Presupuestos Generales de 2025.

Un día después, Puigdemont se dirigió a la cúpula de su partido para trasladarles que estuvieran preparados para «asumir costes políticos y también personales» del rumbo que tomen los acontecimientos, amagando por enésima vez con romper con Pedro Sánchez.

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